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En el ITAM, personajes tranquilos, pero no cómodos

La crisis por Chihuahua, la inflación y la inestabilidad capturan a personajes clave para la economía nacional

Escrito en DINERO el

Uno tras uno, en el mismo foro, pero no juntos, los tres hombres más importantes para las finanzas nacionales atendieron ayer una convocatoria del ITAM (la fábrica de la alta burocracia mexicana), para aportar sus visiones y proyectar tranquilidad al país. Pero no se vieron del todo cómodos.

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Al que se le vio incluso entusiasta fue al rector de esa casa de estudios, Arturo Fernández, quien se mostró feliz de que un itamita, como se les conoce a los egresados del ITAM, sea precandidato (candidato para fines prácticos) a la Presidencia de la República. Y en un lapsus, hasta lo colocó en la contienda, pero en Estados Unidos.

Los servidores públicos con altas encomiendas para la vida económica y financiera de México, el secretario de Hacienda, José Antonio González Anaya, y el gobernador del Banco de México, debieron abordar temas que no son precisamente buenas noticias o asuntos en los que naveguen con tranquilidad, por más recuentos optimistas de lo que ha sido el desempeño de la economía del país, o actitudes de aparente tranquilidad ante denuncias por posibles actuaciones ilegales de servidores públicos bajo su mando.

González Anaya tuvo que responder a un grupo grande de reporteros sobre la denuncia que ha hecho el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, sobre un intento de chantaje del propio secretario para liberar recursos comprometidos a esa entidad, a cambio de que la Fiscalía General deje de investigar la corrupción que encontró el mandatario a partir de su toma de posesión en 2016. 

Esa investigación apunta a una triangulación de dinero federal transferido por la Secretaría de Hacienda al gobierno del anterior mandatario estatal, César Duarte, quien habría ordenado enviar 250 millones de pesos al PRI nacional. Y el jueves por la mañana se conoció que el titular de la Unidad de Política y Control Presupuestal de esa dependencia, Adolfo Isaac Gamboa, está siendo investigado en Chihuahua por su participación en la triangulación de recursos hacia el PRI.

Anaya aseguró que todos en la Secretaría de Hacienda están muy tranquilos y muy comprometidos con la transparencia, pero se negó a precisar qué otros estados, además de Chihuahua, dejaron de recibir recursos similares a los comprometidos con Chihuahua, “por falta de recursos”.

La argumentación llama la atención dado que los convenios que no ha honrado la Secretaría de Hacienda, por un total de 780 millones de pesos, fueron firmados apenas en la segunda quincena de diciembre, cuando los responsables de las finanzas ya tienen claro si hay dinero para eso.

De cualquier modo, el funcionario reiteró que “de ninguna manera” se han condicionado recursos al gobierno de Chihuahua a cambio de que la fiscalía estatal deje de investigar la corrupción.

Nosotros en la Secretaría, estamos tranquilos y todos los servidores públicos han actuado con estricto apego a la ley. La Secretaría no condiciona recursos por la investigación que está en curso. Todo a favor de la transparencia”.

Repitió que Chihuahua recibió más de 2 mil millones de pesos en 2017 (para otros fines) y señaló que corresponde a las autoridades locales ejecutar y supervisar el uso que se da a los recursos; y corresponde a la Auditoría Superior de la Federación fiscalizarlos, indicó.

Otro que tuvo que maniobrar y recurrir a artilugios del lenguaje fue el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León a quien tocó la tarea de explicar por qué nuestra economía ha vuelto a vivir crecimientos marcados en la inflación.

Reconoció que la del año pasado fue la inflación más alta en 17 años, al llegar al 6.7 por ciento. Lo que ha pasado en materia de Inflación “no nos gusta, ha habido un incremento muy pronunciado”; afirma que se debió en gran medida al aumento al precio de la gasolina.

El gobernador del Banco Central dijo que también ha afectado la reducción de los precios de petróleo y la menor producción de crudo, el aumento de tasas de interés externas y la inestabilidad en el tipo de cambio. Agregó que además ha sido un factor la incertidumbre en la relación bilateral México-Estados Unidos. 

Y lo peor es que la economía mexicana sigue enfrentando factores de riesgo importantes, reconocidos por el propio gobernador de Banxico, lo cual hace inviable el anuncio que hizo: dijo que la inflación comenzará a disminuir a partir de enero y lo seguirá haciendo paulatinamente hasta alcanzar la meta de 3 por ciento a fines de año.

Pero ello ocurrirá si, y sólo si, se cumplen tres condicionantes: si el comportamiento del tipo de cambio es ordenado, si no hay choques adicionales a la inflación subyacente y si el comportamiento del mercado laboral es adecuado. O sea, está difícil.

De cualquier forma, aseguró que la Junta de Gobierno de la institución seguirá muy de cerca todo el entorno a efecto de tomar las medidas necesarias para mantener la inflación baja y estable.

El director del banco central señaló que la política monetaria que se ha aplicado es la adecuada, pero se mantendrán atentos a las variables que pueden afectar la inflación de manera importante.

Al hacer un recuento de lo que ha sido la economía nacional en los últimos años, aseguró que el consumo ha sido “bastante resistente” por el crecimiento del empleo, por la disponibilidad de financiamiento y por la dinámica de las remesas de los últimos trimestres.

No obstante, indicó que ha habido una marcada “atonía” en la inversión (RAE: falta de energía, vigor o fuerza). Explicó que ello refleja la incertidumbre que ha habido y la reducción de inversión pública en el sector energético, como consecuencia de reformas estructurales. Aseguró que hay un importante reto en materia de inversión.

En el mismo seminario del ITAM participó el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Angel Gurría, quien tuvo que reconocer que “las elecciones siempre provocan inestabilidad en todo el mundo y México no es la excepción”.

Aseguró que lo importante será que, independientemente del resultado del proceso electoral de 2018, haya continuidad en las reformas estructurales que ya han generado consecuencias positivas para el país.

Según Gurría, lo bueno es que el sistema electoral es muy confiable y así lo presume en el mundo cada que puede.

Y con respecto a la situación económica en México, dijo que “es manejable y sólida” aunque destacó que nunca diría que es cómoda.

“Nunca hay que sentirse cómodo, siempre hay que estar preocupados y perder un poco de sueño y así estar vigilante y anticipar en lugar de reaccionar”. Para finalizar su intervención no quiso de dejar de mencionar (eso sí, al final) que para que México sea un país más dinámico y más igualitario debe mejorar la institucionalidad, el funcionamiento del Estado de derecho, e impulsar las agendas anticorrupción y seguridad.