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Devaluación convulsiona a Argentina tras terremoto electoral

El valor del dólar se incrementó en dos días casi 25% para ubicarse hasta en 61 pesos a la venta

Escrito en DINERO el

BUENOS AIRES. Los mercados de Argentina siguieron este martes convulsionados en una jornada en el que el dólar volvió a trepar y la bolsa subió ligeramente ante la mirada incrédula de los habitantes tras la derrota del presidente Mauricio Macri, quien acusa a su rival Alberto Fernández de incentivar la desconfianza de los inversionistas.

El valor de la divisa estadounidense, que este lunes se había incrementado un 19%, profundizo su escalada, con un avance del 5.45%.

En el estatal Banco Nación el precio del dólar cerró a 58 pesos para la venta al público, aunque en bancos privadas y casas de cambio llego a venderse a 61 pesos por unidad.

Por segunda jornada consecutiva, y en un intento por frenar la disparada del dólar, el Banco Central argentino subió la tasa de interés de referencia, que superó el 74%, e intervino nuevamente en la plaza cambiaria vendiendo dólares.

Mejores noticias vinieron desde la Bolsa de Buenos Aires, donde el índice S&P Merval, que este lunes sufrió una estrepitosa caída del 37.93%, recortó este martes algo de ese derrumbe, con un avance del 10.22 % que los analistas atribuyeron a un "rebote técnico".

La hecatombe financiera hace prever que, tal como ocurrió el año pasado con varios episodios de sobresaltos cambiarios, la fuerte subida del dólar se traslade rápidamente a los precios de bienes de consumo masivo y golpee a la actividad económica en general, en recesión desde abril de 2018.

Mauricio Macri, que obtuvo 32% de los votos en las primarias del domingo y tiene complicado el panorama para las presidenciales de octubre, ha prometido tomar medidas económicas orientadas a la clase media, pero en lo que se refiere a la reacción de los mercados ha optado por señalar a la oposición como responsable.

A su juicio, la opción que representa el peronista Alberto Fernández, que obtuvo 47% de los votos y con un fuerte predicamento en la campaña en contra de la especulación financiera, representa un kirchnerismo, en el poder entre 2003 y 2015, que no genera confianza en los mercados.

En el centro de Buenos Aires, varias calles son conocidas por aglutinar casas de cambio que habitualmente operan con turistas, aunque desde ayer han visto crecer su actividad, entre gente que entra temerosa a comprar o vender dólares y otros que se acercan a seguir los valores que indican los tablones, los grandes protagonistas de la actualidad nacional.

INCERTIDUMBRE CIUDADANA

La economía del país austral, habituada a la incertidumbre y a los vaivenes, tiene su reflejo en sus ciudadanos, que estos días, mientras siguen con recelo los últimos datos del estatal Banco Nación, se cuestionan qué hacer con sus ahorros: mantenerlos en la inestable moneda local o buscar otra divisa más fuerte.

Gabriel Kramarz, uno de los muchos argentinos que clava sus ojos en los tablones de cambio, asegura entre risas que no tiene ahorros y que de tenerlos esperaría a que se estabilicen los precios para convertirlos a dólares.

"Compraré (dólares) pero no con estos precios, esperaré si baja algo y compraré más barato", afirmó a Efe.

A pesar de haber vivido durante más de medio siglo en su Argentina natal todavía se sorprende de una economía única por su volatilidad.

"Una cosa que era inesperada, tanta volatilidad de cambio y que bajen tanto las acciones de las empresas argentinas... No sé cómo seguirá esto. (...) Pensé que iba a subir el dólar pero no tanto, el cambio político va a ser importante", añadió, para luego vaticinar que para el 27 de octubre, día de la primera vuelta de las elecciones presidenciales el dólar estará a unos "65 o 70" pesos por unidad.

Si bien la mayoría duda entre pesos y dólares algunos ciudadanos, más creativos o tradicionales, apuestan por otras vías.

"Hay que esperar que aclare un poquito y seguir ahorrando en ladrillos como me enseñó mi padre, inmigrante, cuando vino a Argentina", señaló a Efe Abel Matuisi, quien afirma que el año que viene un dólar podrá cambiarse por "100 pesos".

La mayoría de los ciudadanos, aunque se encuentran asustados, optan por el optimismo, sabedores de que el país ya salió de muchas crisis económicas en su historia.

"Esperemos que se estabilice y no se desmadre la situación", valoró Bernardo Maresca.

Que Argentina es inestable es algo latente para todos los que se encuentran dentro de sus fronteras, sin importar que lleven toda una vida en el país o apenas unos años, como es el caso de Juan Pablo Padilla, quien llegó hace 8 años procedente de Colombia.

"Tiene que bajar (el precio del dólar) antes de las elecciones, yo lo que voy a hacer es aguantar con lo que tengo y antes de las elecciones volver a comprar y esperar a que sea lo que Dios quiera en las elecciones, es una ruleta", aseveró.

Juan Pablo sale de una de las casas de cambio acompañado de su madre, Rudesiela Mocaliano, quien está unos días de visita el país, preocupada por la situación de su hijo, y está viviendo la otra cara de la situación: la devaluación del peso es un atractivo para los turistas.

El trabajo es una de las recetas más recurrentes para la situación de crisis. "Yo soy un obrero como cualquier otro, y hay que poner el hombro como cualquier día para ganar el peso y está jodido para nosotros", dice Ramón Alfredo Ayala con unas palabras que resumen a la perfección el sentimiento de un país al que la sobra experiencia en sobrevivir a las inclemencias de los mercados internacionales.