Main logo

Desempleo y precariedad laboral siguen altos: Observatorio de Trabajo Digno

El reporte del Observatorio de Trabajo Digno indica que actualmente hay 2.6 millones desempleados más que antes del inicio de la pandemia

Escrito en DINERO el

El mundo del trabajo muestra claroscuros: Por un lado, una recuperación económica y del empleo aún lenta e inercial, con desempleo que todavía afecta a 10 millones de personas, 2.6 millones más que al inicio de 2020; con pérdida de trabajos mejor pagados, 1 millón 960 mil menos respecto al inicio de la pandemia y aún 32 millones de personas trabajando sin ingreso suficiente para superar el umbral de pobreza, con una situación un poco más grave para mujeres y para jóvenes, reveló el Observatorio de Trabajo Digno.

Por otra parte, dice el informe de Trabajo Digno que, se empieza a mostrar una incipiente mejoría de algunas condiciones de trabajo para alrededor de 500 mil trabajadores, respecto a la afiliación a la seguridad social, a la contratación estable y a prestaciones. Esta cantidad podría subir aún más en los próximos meses, pues estos cambios menores, pero ya significativos, podrían ser apenas los primeros impactos positivos de la reciente reforma que prohibió la subcontratación abusiva (outsourcing), lo cual muestra la importancia y el impacto positivo de aplicar la ley y garantizar derechos laborales como base de un nuevo modelo económico incluyente y equitativo.

Los indicadores del Observatorio de Trabajo Digno confirman la importancia de avanzar aún más y más rápido en reordenar el sistema laboral y económico para colocar los derechos laborales y la recuperación gradual del salario en el centro del impulso a la recuperación económica, especialmente acelerando la aplicación de la reforma laboral y con un nuevo incremento sustantivo para la recuperación del salario mínimo.

Los datos del reporte del Observatorio de Trabajo Digno también confirman la necesidad urgente de equilibrar los factores de la producción para que México pueda crecer de manera sostenida impulsado por el potencial del mercado interno fortalecido por la mejora salarial de las mayorías, de tal manera que el crecimiento no solo dependa de las exportaciones. Un nuevo equilibrio que pueda armonizar la competitividad y el incremento de la productividad con la mejora de las remuneraciones, de las condiciones del trabajo y sobre todo en el respeto a derechos laborales garantizados en la ley.

Las incipientes mejoras en los indicadores de contratación estable, derecho de negociación colectiva (afiliación sindical) y acceso a prestaciones que muestran los datos laborales más recientes deben ser el inicio del cambio, hasta que sean la norma práctica vigente generalizada y se elimine no solo la subcontratación abusiva (outsourcing), sino todos los modelos de negocios basados en violaciones al derecho laboral.

Además, los indicadores muestran también la importancia de debatir y acordar una ruta para una reforma de gran calado para eliminar los incentivos a la informalidad y así superar la exclusión de millones de personas de los beneficios de la seguridad social: acceso a servicios de salud; estancias infantiles; pensiones por incapacidad, maternidad y edad avanzada; ahorro para el retiro y fondo para vivienda. En pocas palabras, se reafirma la necesidad de transitar de un modelo de seguridad social condicionado y excluyente a un sistema universal de salud y protección social, como derecho de todas las personas y ya no más vinculado como prestación laboral.

En lo más urgente, el Observatorio de Trabajo Digno, muestra la importancia de avanzar en la recuperación gradual del salario mínimo, para alcanzar un monto suficiente para quien trabaja y una persona, con una cantidad suficiente al menos para cubrir dos canastas básicas en 2024, esto es dentro de 3 años. Para lo cual, el incremento del salario mínimo para 2022 a ser aprobado por Conasami en las próximas semanas, requiere cumplir al menos dos criterios: usar como porcentaje de referencia el incremento del costo de la canasta básica (y no solo el índice general de precios al consumidor), y añadir al menos 25 pesos como monto de recuperación (MIR), aplicable únicamente al salario mínimo.

CLAROSCUROS

1. La recuperación económica es lenta e inercial, aún mantiene a 10.3 millones de personas desempleadas. El desempleo afecta principalmente a mujeres y jóvenes.

2. La lenta recuperación económica aumentó también la subocupación, 7.3 millones de personas trabajan “a medias” y por tanto ganan menos que antes.

3. La recuperación económica lenta e inercial también aumenta la desigualdad pues hay 2 millones de personas menos con remuneración suficiente y 32.1 millones de personas trabajan sin ingreso suficiente para superar la pobreza.

4. La “informalidad” excluye a 33.7 millones de personas de los beneficios de la seguridad social: servicios de salud, estancias infantiles, pensiones por incapacidad, maternidad, edad avanzada, fondo de ahorro para el retiro, fondo de vivienda. Pero hay una leve mejora respecto al inicio de la pandemia.

5. También hay leves mejoras en condiciones laborales de personas con trabajo asalariado, con reducción pequeñas en trabajos sin prestaciones (-3%), sin contratación estable (-3%) y sin afiliación sindical (-4%).

6. Se confirma la urgencia de la agenda de trabajo digno y de las propuestas para avanzar en un modelo laboral y económico que tenga el salario suficiente y los derechos laborales en el centro, como motor del crecimiento y la competitividad económica.

MJP