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"De vender 100 comidas diarias pasé a vender 20. El coronavirus fregó todo"

La autorización del gobierno de la CDMX para que las oficinas reabran con un aforo máximo del 20%, reactivará 200,000 empleos pero también los informales

Escrito en DINERO el

Antes de la pandemia vendía un promedio de 100 comidas completas para llevar. Llegó el coronavirus “y fregó todo”.

Jorge vendía comida para llevar a los oficinistas de la calle Dakota en la ciudad de México. En punto de las 13 horas llegaba con su camioneta, pagaba “su derecho de piso con la gente de la delegación” y en 20 minutos tenía armada la cajuela de la camioneta con todo listo para la venta.

A 45 pesos la charola con todo y vaso de agua. Nos iba bien, a pesar que en la zona éramos como 4 0 5 personas los que nos instalábamos, recuerda. “Gracias a Dios el sol salía para todos”, pero “desde hace un año las cosas cambiaron para mal. Intenté regresar hace cuatro meses y lo único que vendí fueron 20 comidas. No había ni gente y la poca que por ahí estaba pues tiene recelo y no come en la calle”.

“Te imaginas 20 comidas, bajamos el precio y ni así. No sacamos ni el gasto”, comenta.

Después de un año de pandemia de la covid-19, desde este lunes 26 de abril las oficinas corporativas privadas en la Ciudad de México recibieron a parte de su personal. El gobierno capitalino permitió que hasta 20% de las trabajadoras y de los trabajadores regresen a laborar de manera presencial. 

La autorización del gobierno de la Ciudad de México para que las oficinas reabran con un aforo máximo del 20%, reactivará 200,000 empleos que dependen de restaurantes, comercios y hoteles, de acuerdo con la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios.

Pero también reactivará a las personas que trabajan en la informalidad como Jorge, de quien dependen económicamente su mamá y uno de sus hermanos, los mismos que trabajan con él en la venta de comida y que vieron afectados sus ingresos durante más de un año.

Con la nueva normalidad y las indicaciones más recientes por parte de las autoridades capitalinas, Jorge, junto con sus dos empleados, su mamá y hermano, esperan regresar “en estos días a ver cómo andan las cosas. Todo cambió”.

Él cuenta que en los casi 5 años que vendió comida cerca del World Trade Center “nunca tuvimos un permiso o algo en regla, siempre nos arreglamos y dimos un moche a la gente de la delegación. Ahora ni siquiera sabemos cómo estará la jugada, pero estamos listos para regresar”.

“La venta de comida ha sido nuestro sustento por muchos años. La pandemia nos obligó a parar, pero empezamos a vender comida en la casa, con conocidos y pegando volantes, pero confiamos en que poco a poco volvamos a colocarnos y retomar las ventas”.

Las actividades en las oficinas contemplan el uso permanente de cubrebocas, filtros sanitarios y mantener la separación de personas en espacios distintos, así como implementar divisiones físicas como mamparas.

La autorización del gobierno para que las oficinas reabran reactivará 200,000 empleos que dependen de restaurantes, comercios y hoteles. Pero también los empleos informales la gente que vendía comidas a fuera de las oficinas.

LES LLUEVE SOBRE MOJADO

De acuerdo con el estudio “La Crisis del COVID-19 y la economía informal”, realizado por la organización Mujeres en Empleo Informal: Globalizando y Organizando, los trabajadores no asalariados han sido los más afectados pues el 64% de ellos se quedó sin empleo en abril de 2020 y a un año de distancia esta tendencia no se ha logrado revertir del todo.

Otro de los hallazgos fue que el 91% de las personas trabajadoras en el empleo informal de los diferentes grupos ocupacionales vieron reducidos sus ingresos; en la Ciudad de México, por ejemplo, los ingresos de los comerciantes en tianguis pasaron de un promedio diario de 906 pesos en febrero de 2020, antes de la pandemia, a 349 pesos durante abril de 2020 y cuando la emergencia estaba en su punto más alto.