Main logo

Crisis económica obliga a cambiar hábitos de consumo

Los hábitos de compra están cambiando en función de la pérdida del salario real

Escrito en DINERO el

En el contexto económico en el que vivimos, el consumo es uno de los indicadores más preocupantes y el que más expectativa genera en el inicio de un nuevo ciclo. La canasta que mide Nielsen registró en el tercer trimestre del año una caída del 13.4% vs igual período del año anterior, mientras el consumidor sigue desarrollado nuevos hábitos de compra que lo ponen en un modo “low cost”, evidenciado en el desarrollo de marcas B y marcas propias de los supermercados, la búsqueda permanente de ofertas, el aumento de la frecuencia de visita a tiendas y nuevas alternativas al momento de elegir dónde comprar.

En otras palabras, el consumo y los hábitos de compra están cambiando en función de la pérdida del salario real. Estamos frente a un consumidor que, según una encuesta realizada en octubre por Ipsos Argentina, en 43% de los casos afirma que no llega a fin de mes. Pero este consumidor no tiene un único comportamiento de adaptación al contexto; según el análisis de Kantar división Worldpanel, frente al creciente incremento de precios de las categorías más básicas la reacción oscila entre:

Reducir compras: en tamaño / cantidad comprada, y estirando la frecuencia de reposición,

Abandonar categorías: obligados por la necesidad, dejan de consumir determinados productos,

Re-priorizar: redefiniendo todo el presupuesto del hogar, que suele enfocarse en lo indispensable y sin espacio para los pequeños espacios de gratificación.

Estas dos últimas actitudes también tienen su impacto en los canales: según el relevamiento de Nielsen, el mayor retroceso del consumo se da en Perfumerías (-17.9% vs 2018).

Otra mirada sobre el mismo fenómeno aporta Ipsos en su reporte “Economías en crisis”, identificando tres perfiles de consumidores:

El “ofertero”, que realiza una compra estratégica y planificada persiguiendo descuentos y oportunidades en las grandes cadenas de supermercados e hipermercados. En función de la oferta puede cambiar a mayoristas y suele realizar compras colectivas con más familias. Buscan entre las ofertas sus marcas de referencia y las compra solamente cuando son una verdadera oportunidad. Dentro de sus estrategias también se encuentra el stockeo de productos aprovechando los “2x1”, “3x2” o “el segundo al 50%”.

En contraste, los cortoplacistas piensan solamente en el día a día y compran en canales cercanos (autoservicios, almacenes de barrio). Prefieren la compra de pequeñas cantidades y evitan las grandes cadenas para no “tentarse”. Son muy desconfiados de las ofertas y quiebran la relación con su marca cuando está en oferta, por desconfianza: creen que si está en oferta es porque los días anteriores remarcó sus precios.

Por último, los adaptadores son los que se adaptan a cualquier circunstancia, modificando incluso el producto a consumir. Por ejemplo, si no encuentran arroz económico y consiguen fideos baratos, comen fideos. Además, ellos prefieren la elaboración propia para achicar costos. Otra característica de este perfil es que estiran los consumos y los reutilizan para sacar la mayor utilidad de ellos.

Con información de ambito.com

(José Guaderrama)