"Le pagué a un contador para que viera mis impuestos y no los pagó", es una de las respuestas más frecuentes que los contribuyentes utilizan cuando la autoridad fiscal les preguntan ante un omiso o alguna infracción en la declaración, de acuerdo con Saúl Torres, contador en el Estado de México.
Por otro lado, dice: "Si no sabes si tu contador está llevando tus facturas y declaraciones al día", recomendó comenzar una labor de fiscalización de los servicios; es decir, que estés pendiente de pedirle a tu contador que te entregue comprobantes de su trabajo.
"El problema es que muchos contribuyentes prefieren dejar el tema de los impuestos completamente en manos de su contador; sin embargo, eso puede hacerlo vulnerable a posibles fraudes", reconoció.
Aunque tu contador sea de toda la confianza, Saúl recomendó hacer el esfuerzo de entender por lo menos cuáles son tus obligaciones fiscales según tus actividades y monitorear si él está cumpliendo con ellas, por ejemplo, la de presentar todas las declaraciones mensuales.
“Es importante que las personas se responsabilicen y se informen sobre este tema porque, para el SAT, la obligación de pagar impuestos es del contribuyente, no de su contador”, de acuerdo con Losimpuestos.com.mx, la división especializada en temas fiscales de FinancialRed México.
Tu contador
Hay una persona que sabe todo sobre ti: nombre, dirección, cuánto dinero ganas, en qué inviertes, cómo gastas y probablemente hasta cuánto tienes en tus cuentas bancarias. Esa persona es tu contador.
Es por ello que los especialistas identifican algunas claves para que, el contribuyente pueda evitarse un buen susto en el futuro. Un fraude.
Y es que, cumplir con tus obligaciones fiscales no sólo es un asunto de pagar impuestos, es también un tema de seguridad que como contribuyente debes asumir, de acuerdo con el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Entonces, no es malo acudir a un contador, lo malo es no tomar las medidas de vigilancia adecuadas.
Lo que debes tomar en cuenta
1. Busca un contador de confiaza
Si no conoces a ningún contador de toda tu confianza o eres primerizo en el cumplimiento de obligaciones fiscales, puedes acercarse a los colegios de contadores públicos de los estados que estén afiliados al Instituto Mexicano de Contadores Públicos
2. Firma un contrato y pide identificación
Firma un contrato de prestación de servicios con el contador en el que quede claro qué documentos le entregarás, cuánto y cómo le vas a pagar. El contrato puede tener una vigencia definida y a su vencimiento puedes decidir si quieres renovarlo o no. Esto sirve porque a veces las personas entregan todo al contador y en caso de controversia éste puede desconocer el servicio
Además pide una copia de su cédula profesional y copia de su identificación oficial
3. Guarda bien el acuse de recibo
Una vez que se presenta la declaración anual o las declaraciones parciales, el SAT entrega un certificado de recepción o acuse de recibo, documento que el contribuyente debe tener en su poder para asegurarse de que el contador realizó el trámite. Este acuse contiene el número de operación, la fecha de presentación y sello digital.
4..No entregues tu FIEL ni CIEC
Es común que los contribuyentes le entreguen su Firma Electrónica Avanzada (Fiel) o Clave de Identificación Electrónica Confidencial (CIEC) a su contador para que realice trámites a su nombre. Sin embargo, esto conlleva un alto riesgo, Entregar la Fiel o CIEC es tanto como firmar un papel en blanco al contador
Lo que el contribuyente puede hacer es que cuando un trámite requiera la Fiel o la CIEC, se reúna con el contador y sea el contribuyente el que ingrese sus claves secretas.
Así la persona recibe asesoría y no entrega ninguna clave.
5. Vigila tu historial por internet
Todos tenemos un portal personal en el SAT al que podemos acceder con nuestro RFC y claves secretas. Si por alguna razón no tenemos el acuse de recibo de las declaraciones, nos metemos al SAT y ahí podemos ver la información de nuestras obligaciones y pagos
6. Guarda tus facturas
Si entregas tus facturas al contador, es necesario que se las pida de regreso y las conserves cuando menos por cinco años. Ése es el periodo en que la autoridad todavía tiene facultades para revisión
7. Lee los correos que te envía el SAT
Si recibes correspondencia del SAT, léala antes de entregarla al contador.
cj