La crisis del coronavirus ha provocado que la tecnología, la digitalización y la inteligencia artificial tomen un papel cada vez mayor en el consumo de la cosmética para incrementar las ventas y evitar el contacto entre consumidores.
Después de la pandemia de la covid-19, las firmas de belleza se preparan para combatir las pérdidas causadas por el confinamiento enfrentando retos de mercadotecnia y de puntos de venta.
Las tiendas físicas han abierto sus puertas en varios países; sin embargo, no basta con cumplir todas las medidas de seguridad demandadas y por ello la tecnología se ha convertido en el mejor aliado para aumentar sus ventas.
Probar barras de labios sobre el dorso de la mano, realizar demostraciones de maquillaje sin esterilizar brochas o descubrir la pigmentación de un maquillaje con la yema de los dedos son algunos de los gestos que difícilmente se mantendrán en el universo de la cosmética tras la covid-19.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Hace ya varios meses que la industria de la belleza indaga en la Inteligencia Artificial para que las clientas puedan ver cómo les quedan los productos sin necesidad de probarlos y no solo en las tiendas físicas, también en las online.
Firmas como L''Oreal han mencionado a medios europeos que en la nueva cosmética privilegiarán los servicios más personalizados, utilizando tanto tecnología de inteligencia artificial como la que permite acercar a los expertos al consumidor en el mundo virtual.
Las firmas cosméticas incrementarán acciones como ofrecer probadores de maquillaje virtual, chats en vivo, clases en línea, además de los servicios de "click & collect", es decir, compras desde casa y recoges tu producto en una tienda o en un punto centralizado, para así eliminar stands de pruebas de maquillaje.
Por ejemplo, L’Oréal cuenta con probadores virtuales de maquillaje llamados "Modiface", un programa que ofrece probar los nuevos productos sin necesidad de tocar el rostro.
A través de códigos QR en iPads, que se desinfectarán delante de la clienta, o, si el consumidor prefiere, en su propio dispositivo, se podrá probar un producto y ver el resultado, además de recibir una propuesta de productos personalizada, vía correo electrónico.
En estas últimas semanas, L’Oréal ha desarrollado nuevas clases maestras virtuales que han despertado un gran interés en el consumidor y que se mantendrán en el futuro en el punto de venta.
En Estados Unidos, la firma Benefit Cosmetics lanzó una aplicación con la que el usuario puede probar qué forma y tono de ceja se adapta mejor a su rostro. Una vez escogido, la clienta puede acudir a los espacios de Benefit en las tiendas de Sephora para llevar esa imagen virtual a la realidad.
Por su parte, de acuerdo con Vogue, la tecnología YouCam de MAC afirma que puede "crear simulaciones fotorrealistas que pueden probarse en cualquier tono de piel y adaptarse a diferentes texturas, mates, brillos, brillos y más de 200 tonos de labios o colores de ojos.
BELLEZA SALUDABLE
No sólo la forma de adquirir productos cambiarán por la pandemia del covid-19, sino también los gustos y necesidades de los consumidores. Firmas internacionales de cosméticos han externado que aumentará el consumo por productos de cuidado y limpieza de la piel que por maquillaje como labiales, que por el uso de cubrebocas no serán tan necesarios.
Marcas como Roche-Posay están promoviendo sus propias herramientas de mapeo facial, diseñadas para proporcionar lecturas precisas de cuidado de la piel y recomendaciones de productos, lo cual representa un cambio más amplio de un enfoque reactivo a uno proactivo para el cuidado personal, donde la tecnología puede ayudarnos a construir una relación más estrecha con nosotros mismos.