Al principio de la cuarentena se hicieron virales las imágenes de largas filas en tiendas y supermercados donde la gente llevaba varios paquetes de papel higiénico. Pues parece que las compras de dicho producto continúan, y ante la alta demanda en Estados Unidos han recurrido a comprar papel higiénico de México.
Para mantener los estantes abastecidos, los minoristas y las principales cadenas de todo el país vecino, incluidas CVS, Piggly Wiggly, Safeway, 7-Eleven y otras, están comprando marcas internacionales de papel higiénico, principalmente de México.
En las últimas semanas, la cadena de farmacias CVS de Nueva York ha estado vendiendo tres marcas mexicanas: Regio, Elite y Daisy Soft. Mientras que en Wisconsin lucían en los estantes Pétalo de México y un supermercado Safeway en Fremont, California, tenía esas mismas marcas, además de Vogue, con olor a manzanilla.
Las tiendas dijeron que necesitaban ser creativas durante la pandemia y comenzaron a trabajar con nuevos proveedores para que los compradores obtengan lo que necesiten.
Según los expertos en cadena de suministro consultados por ABC News esperan que los rollos mexicanos y extranjeros estén en los estantes de las tiendas solo temporalmente, hasta que los fabricantes estadounidenses alcancen la demanda.
NO SÓLO ES PAPEL
Los estadounidenses usan mucho más papel higiénico que otros países, según Patrick Penfield, profesor de cadena de suministro en la Escuela de Administración Whitman de la Universidad de Syracuse, razón por la cual México puede manejar el envío de más rollos a Estados Unidos.
Las tiendas han hecho esto con otros productos durante la pandemia, dijo, ya que han traído desinfectante de manos hecho en México a los Estados Unidos cuando había escasez.
Los estadounidenses, por supuesto, compran productos que se fabrican en todo el mundo, pero la mayor parte del papel higiénico que usan se fabrica en Estados Unidos porque papel higiénico es económico y ocupa mucho espacio en camiones y barcos, por lo que no vale la pena el costo de importar de otros países.
Eso ha dejado el pasillo del papel higiénico con las mismas marcas conocidas, lo que hace que algunos compradores lo miren dos veces cuando ven cosas desconocidas.
En un supermercado de Hannaford en Londonderry, Vermont, en lugar de Charmin y Cottonelle, estaban Vogue y Delsey de México. Junto a ellos había rollos de Cashmere de Canadá y King Blue de Trinidad y Tobago.
“Realmente me llamó la atención”, dijo a ABC News Oliver Olsen, quien trabaja en la industria del software y es un exrepresentante estatal. "No conocía ninguno de estos".
Ericka Dodge, portavoz de Hannaford, una cadena propiedad del operador de supermercados Ahold Delhaize, dijo que trabajó con nuevos proveedores para que el papel higiénico estuviera disponible más rápido.
Algunos fabricantes de EU también dejaron de fabricar las muchas variedades de papel higiénico que suelen fabricar, como hojas más fuertes o con infusión de aloe, para poder concentrarse en lo básico y llevarlo a las tiendas más rápido.
Pero Dodge dijo que esas variedades están comenzando a regresar a los estantes de los minoristas.
Penfield, profesor de la Universidad de Syracuse, prevé que los fabricantes estadounidenses tendrán dificultades para satisfacer la demanda durante los próximos tres a cinco meses debido a que la gente está más en casa que en el trabajo o la escuela.
Las ventas de papel higiénico han aumentado un 22% en lo que va de año, según la firma de investigación Nielsen.
En tanto, las empresas que fabrican el papel higiénico mexicano se sorprendieron de que sus rollos fueran vistos al norte de la frontera.
“Es inesperado que se encuentre en cualquier minorista de Estados Unidos”, dijo Amy Bellcourt, portavoz de Essity, una empresa suiza de tisú que fabrica Regio en México.
Pétalo, Vogue y Delsey son fabricados en México por Kimberly-Clark, la misma empresa que fabrica Cottonelle y Scott. Pero Kimberly-Clark dijo que no tenía ningún papel en la importación de sus marcas mexicanas a EU.
Vender marcas de papel higiénico desconocidas en una pandemia no es difícil, incluso las versiones que no son tan esponjosas.
"Los consumidores estadounidenses, en tiempos de abundancia, son muy exigentes", dijo Erika Marsillac, profesora asociada de gestión de la cadena de suministro en la Universidad Old Dominion en Norfolk, Virginia.
"Si los estantes se están agotando o están vacíos, tomará todo lo que pueda".