El juicio en contra de exaltos ejecutivos de France Telecom, una de las empresas más grandes de Europa, por el suicidio de 35 trabajadores, acabó este jueves y el veredicto se dará a conocer en diciembre.
La empresa y siete de sus exaltos ejecutivos están acusados por haber infligido o haber sido cómplices de “acoso laboral” a 39 empleados entre 2007 y 2011 y los sindicatos hablan de un número mayor de trabajadores afectados, con al menos 35 suicidios registrados.
El caso de France Telecom, que en 2013 cambió su nombre a Orange, ha traspasado fronteras y es visto por muchos como uno de los ejemplos más claros del daño que un ambiente laboral tóxico puede hacer en la vida del personal.
Por lo que Orange se enfrenta actualmente a una multa de 75,000 euros; tres exdirectivos podrían ser condenados a un año de cárcel y a una multa de 15,000 euros; y otros cuatro a ocho meses de prisión y sanciones de 10,000 euros, según la agencia de noticias AFP.
Ante las acusaciones que los llevaron a juicio, los acusados han reconocido que la reestructuración que pusieron en marcha fue dura para el personal, pero en todo momento negaron que esta involucrara acoso laboral, sin embargo, esta historia que representaba la reestructuración de una una antigua empresa estatal, terminó siendo una fuente de estrés, depresión y muertes, según los sindicatos, víctimas y familiares.
Es la primera vez que una firma que forma parte de las 40 empresas de mayor valor en la Bolsa de París es juzgada por acoso laboral.
MJP