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Aumento de informales y peores empleos: riesgos del plan de pensiones

El proyecto para reformar el sistema de pensiones puede incrementar los trabajos informales, y deja fuera el crecimiento económico de las empresas

Escrito en DINERO el

El gobierno mexicano presentó este miércoles una propuesta para reformar al Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) con la meta de aumentar en 40% el ingreso de los jubilados a través de medidas como incrementar el porcentaje de aportaciones de los patrones y reducir las semanas de cotización.

Con la medida el salario de los trabajadores no se ve afectado, el gobierno federal tampoco aumenta sus compromisos financieros y todo queda a cargo de las empresas. Sin embargo, de acuerdo con expertos consultados por La Silla Rota, aunque la medida es positiva deja fuera el problema de la informalidad en la que trabajan los mexicanos, así como el crecimiento económico de las empresas. 

“En términos generales es positivo que se busque generar un esquema que asegure un mejor retiro para los trabajadores. Es muy claro que el sistema de pensiones en México en su actual esquema no garantiza un retiro digno, porque en estricto sentido el ahorro que se genera no alcanza para mantener un nivel de vida similar”, señaló José Luis de la Cruz Gallegos, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).

El proyecto para reformar el sistema de pensiones busca incrementar la aportación total a la pensión de 6.5% a 15% sin aumentar la cuota de los trabajadores ni del gobierno. Esto ocurrirá porque la aportación patronal se eleva de 5.15% a 13.87% mientras que la del Estado (de 0.225%) y la del empleado (de 1.125%) se mantienen. 

"En un periodo de ocho años los patrones van a incrementar en 2.7 veces lo que ellos aportan para el retiro de los trabajadores, la aportación que hace el Estado mexicano en este rubro no va a cambiar", detalló el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, durante la presentación de este miércoles.

¿REALMENTE NO AFECTA AL EMPLEADO? 

Sin embargo, para José Luis de la Cruz Gallegos, el mayor desafío de la modificación a la reforma será que las empresas tengan la capacidad para poder hacer los aportes sobre todo los micronegocios y las pequeñas empresas.

“En un momento de recesión, (las pymes) tienen escaso margen financiero, ahí es donde se deberán hacer cosas adicionales para garantizar que esto sea aplicable”, señaló a La Silla Rota el también Presidente de la Comisión de Estudios Económicos de la Concamin.

Además, dijo De la Cruz, para que la reforma tenga sostenibilidad el país debe pasar a una mayor fase de crecimiento y requiere un entorno económico diferente, es decir, mientras la economía crezca poco, o como en los últimos años esté cayendo, las empresas pueden ver este cambio como un incremento en sus costos, lo cual implicaría un riesgo para los trabajadores y se podría reflejar en reducir los salarios de las nuevas plazas. 

Si la economía no crece, las empresas tendrán que buscar cómo acomodarse para cumplir con esta nueva regulación, en caso de aprobarse, que podrían llevar a reducir su planta laboral; invertir en maquinaria o equipo que hoy se ejecuta con mano de obra; que las pymes pasen a la informalidad o que disminuyan sus inversiones. 

Por ello, el experto indica que esta propuesta debería estar acompañada de un esquema de recuperación económica, ya que el 85% del crecimiento lo generan las empresas de todo tamaño, mientras que el 54.7% queda en manos de las grandes empresas. 

El Doctor José Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) coincide en que si no hay una pronta recuperación de la economía podríamos tener una reducción en la tasa de empleo, ya que se estaría estancando la contratación.

“A raíz de los actuales despidos, los trabajadores están retirando de su fondo para el retiro, lo cual diluye su fondo a futuro, por lo que, que el patrón aumente la cuota es relevante (pero) el efecto a futuro es que al aumentar la cuota se estarían reduciendo las plazas que podría tener la empresa”, mencionó a La Silla Rota.

RIESGO DE INFORMALIDAD LABORAL

Armando Leñero, presidente del Centro de Estudios para el Empleo Formal (CEEF), indicó que la nueva reforma tendría un impacto al incremento en la informalidad laboral, debido a la presión sobre los empleadores para cubrir un aumento en la aportación patronal de 5.15 a 13.87 por ciento.

A través de un comunicado, Leñero recordó que al realizarse una contratación formal, el patrón debe cubrir un porcentaje de ‘carga social’ para que los empleados tengan prestaciones como la Afore, la cual representa 35%; es decir, por cada peso que se paga al sueldo neto del trabajador, el empleador paga 35 extra. Con la reforma esa cifra se eleva a  un 44%, por el incremento de ocho puntos en la aportación por el pago de pensión.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hasta mayo de 2020, la ocupación informal ascendió a 22.6 millones, por lo que la Tasa de Informalidad Laboral se posicionó en 51.8%.

Leñero mencionó que es necesario un esquema paulatino, o generado de manera alterna con otro tipo de estímulos a la comunidad empresarial.

Dijo que si para una organización resulta insostenible pagar ese incremento en las pensiones, puede que las empresas recurran a un esquema de simulación, como pagar el salario mínimo al trabajador y dar el extra por fuera, como ya sucede en la actualidad.

“Le sale más económico (a las autoridades) una propuesta así. Pero no es la misma situación para las empresas, que en cierta medida se desmotivan porque en lugar de recibir impulso para su recuperación ven un incremento en sus pagos. La dimensión de apoyar al empleado no es una carga exclusiva de los empresarios, o no debiera serla”, añadió el presidente del CEEF.

Para De la Cruz Gallegos, con el proyecto para reformar el sistema de pensiones el gobierno está implícitamente está reconociendo que la informalidad no se va alcanzar a resolver rápidamente.

“Pareciera que se centran en la parte de economía formal, lo cual le da cierta viabilidad de aplicación inmediata en cuanto se apruebe la reforma pero evidentemente que aquí la parte negativa es que deja fuera a la mayor parte de los trabajadores que están en la informalidad”, dijo.

REDUCCIÓN A 14 AÑOS

La propuesta normativa plantea reducir el requisito de 1,250 semanas (24 años) de cotización a sólo 750 semanas (14 años) para el derecho a una pensión garantizada.

Cuando un trabajador se retira en México, sólo recibe un promedio de 30% de su sueldo, advirtió este miércoles el senador Carlos Aceves, secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), quien reconoció que la reforma se queda corta, pero es realista.

"No es lo suficiente, pero es lo que en este momento se puede hacer, porque aparte de todo tenemos además la pandemia y no es un momento muy apropiado, cuando se están haciendo tantos gastos", argumentó el legislador.

Para 2021, cuando se cumplan 24 años de las afores, sólo 24% de los trabajadores que cotizan en el esquema actual alcanzará las 1,250 semanas, de acuerdo la Comisión Nacional del Sistema de ahorro para el Retiro (Consar). Por ello, se propone reducir a 750 semanas para alcanzar la pensión mínima garantizada. 

“La estimación financiera que se haga implicaría que con ese tiempo (750 semanas) debería generar un fondo financiero suficiente para que las personas vivan bien y a mí me parece complejo que eso ocurriera. A mí me parece que en realidad estas semanas de cotización están más en función de que la economía mexicana es informal y se está buscando que con un tiempo mínimo de formalidad se tenga acceso a una cobertura también mínima pero no creo que va ser suficiente”, mencionó De la Cruz.

Actualmente, las aportaciones a las Afores en México son de las más bajas del mundo, pues la proporción del salario que se va a este fondo de ahorro es del 6.5%. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) estimó que la pensión que se obtiene es del 26% del salario; es decir, si un trabajador gana 10 mil pesos y hace las aportaciones mínimas, a sus 65 años sólo obtendrá 2 mil 600 pesos de pensión al mes.

Para De la Cruz, el beneficio para los trabajadores vendría si -aún con la nueva modificación- trabajan hasta lograr las 1,250 semanas y con la aportación nueva, se podría hablar de 6,500 o 7 mil pesos al mes, ya que cumplir con los 14 años representaría el casi mismo monto que recibe al mes un jubilado en las condiciones actuales.

En tanto, el Doctor José Ignacio Martínez Cortés señala que la reducción de semanas representa un beneficio para el trabajador, aunque para las empresas podría implicar perder mano de obra calificada e, incluso, los organismos patronales podrían pugnar por aumentar la edad de retiro. 

¿QUÉ DEBERÍA HACER UN TRABAJADOR?

De acuerdo con la iniciativa también crecería de 34% al 82% la cobertura de trabajadores con una pensión garantizada y elevaría de 56% a 97% el número de mexicanos activos con derecho a una pensión, según el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera.

El coordinador del LACEN, el Doctor José Ignacio Martínez Cortés, expone que junto a esta modificación se debe impulsar una cultura de jubilación para que el trabajador sepa cómo está su esquema de retiro y su cotización, y a medida de lo posible pueda por sí mismo aumentar de manera voluntaria su ingreso en la Afore, porque a la larga le va a beneficiar.

Aunque reconoce que la situación económica es complicada, el trabajador debería estar ahorrando entre 20 y 25% de su salario. Si gana 20,000 pesos mensuales, debería ahorrar 4,000 pesos cada mes. 

Así, si trabajara 750 semanas ahorrando 4,000 pesos aparte, cuando se jubile podría juntar unos 692,000 pesos; sin embargo, en México no existe esa cultura, por lo que si ahorra mil pesos mensuales en el mismo periodo lograría solamente 175 mil pesos al retirarse. 

Para José Luis De la Cruz, hoy encontrar un trabajo formal es muy difícil, sin embargo, debería ser prioridad para un trabajador, así como conseguir un mayor salario posible, y saber que 14 años es lo mínimo, mas no lo óptimo, que necesitaría para jubilarse. 

OSCURO PANORAMA ACTUAL

El año pasado se retiró la primera generación con las Afores, pero el trabajador no está percibiendo un ingreso real, no le alcanza. 

“Cuando el trabajador está en su plena vejez, no tiene vivienda propia, precaria salud, y se acerca a ver lo que va a recibir al mes, más el gasto corriente, no le alcanza”, lamenta el doctor Ignacio Martínez.

“Hay trabajadores que no quieren retirarse a raíz de que se reduce su ingreso cuando se jubilan”, dice.  

Esta será la primera reforma al sistema de pensiones desde 1997, cuando se crearon las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore), un sistema privado en el que trabajadores, empresarios y gobierno aportan para la jubilación.

Sin embargo, en México sólo uno de cada 4 adultos mayores recibe una jubilación contributiva, un hecho que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha vinculado con la privatización.

Estima, además, que 80,000 mexicanos alcanzarán la edad de jubilación en 2022, pero 7 de cada 10 no acumularán las 1,250 semanas de cotización necesaria.

INICIATIVA VA AL CONGRESO

Los representantes del oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena, izquierda) en el Senado, Ricardo Monreal, y en la Cámara de Diputados, Mario Delgado, coincidieron en que la reforma es el primer paso para "corregir la herencia del periodo neoliberal", por lo que la iniciativa se enviará al Congreso para someterla a votación.

También destacaron el liderazgo de Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), quien impulsó la propuesta.

El presidente Andrés Manuel López Obrador urgió al Congreso a aprobar la reforma para evitar una crisis de las finanzas.

"Si esa reforma no se corrige, al pensionarse los trabajadores recibirían menos de la mitad de su salario, esto seguiría agravando con el tiempo, nosotros no padeceríamos mucho por esa mala reforma, pero hacia adelante habría crisis", indicó.

Por su parte, Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) respaldó la propuesta y mencionó que en el mediano y largo plazo ayudará a que el dinero de las afores colaboren para financiar obras de infraestructura del gobierno federal.