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Así es como Uber y otras apps saben de nosotros para cobrarnos más

La ingente información que facilitan nuestros móviles hace que las grandes tecnológicas puedan utilizar esos datos para poner un precio a cada una de nuestras cabezas

Escrito en DINERO el

Nuestro teléfono móvil se ha convertido en el mejor aliado de la compra online de servicios y productos al aportar innumerables datos, por ejemplo, la localización, si estamos quietos o en movimiento, si nos queda mucha o poca batería, si estamos solos o acompañados, y sobre qué hablamos.

El uso de algunos de estos datos y el modo en el que se obtienen están bajo la lupa por las políticas de privacidad, es por eso que hoy en día ya no nos sorprende que nuestra privacidad sea invadida.

La ingente información que facilitan nuestros móviles hace que las grandes tecnológicas puedan utilizar esos datos para poner un precio a cada una de nuestras cabezas, esto se dio a conocer luego de que varios usuarios de Twitter han despertado dudas sobre la política de tarifas de Uber al cobrar más a los usuarios que tienen poca batería.

Caso Uber

La lógica nos dice que un usuario va a aceptar el primer precio que le proponga la aplicación si le queda poca energía en el celular, pues varios usuarios con la misma cuenta, misma localización y mismo destino comprobaron que pagan más si su batería está baja.

Uber, aunque en 2016 desmintió la subida de precios en función del estado de la batería, sí reconoció que tenía "acceso a un tremenda cantidad de datos".

En este caso, Uber sabe si un usuario tiene baja batería porque la aplicación necesita usar esa información para pasar al modo ahorro de batería.

Caso Aerolíneas

En España, los políticos de las Islas Canarias acusan a las aerolíneas de usar la geolocalización para ofrecer vuelos más caros a los residentes, que cuentan con un 75% de descuento en los billetes de avión.

Las aerolíneas niegan esto, desde que un usuario denunció que Instagram nos escucha para colarnos publicidad relacionada con nuestras conversaciones, no son pocos los que cuentan alguna experiencia con los micrófonos.

Los teléfonos también tienen datos sobre nuestra salud y actividad física, así como sobre nuestra disposición a gastar.

MJP