El gobierno de Estados Unidos anunció que retrasará la subida de aranceles del 10 % a productos chinos que tenían que entrar en vigor el próximo 1 de septiembre, hasta el 15 de diciembre.
"Se ha determinado que los aranceles deben retrasarse hasta el 15 de diciembre para ciertos artículos", señaló la Oficina del Representante de Comercio Exterior de Estados Unidos (USTR, en sus siglas en inglés).
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Los productos de este grupo incluyen, por ejemplo, teléfonos celulares, computadoras portátiles, consolas de videojuegos, ciertos juguetes, monitores de computadora y algunos artículos de calzado y ropa.
Para algunos bienes, sin embargo, los aranceles sí entrarán en efecto a partir del primer día de septiembre, aunque el Gobierno estadounidense no dio más detalles.
La administración de Trump redujo el martes la lista de productos chinos que planea imponer nuevas tarifas a partir del 1 de septiembre, retrasando los gravámenes sobre teléfonos celulares, computadoras portátiles, juguetes y otros productos para evitar que los compradores tengan precios más altos durante el regreso a la escuela y temporadas de vacaciones.
La medida, que impulsó un nuevo arancel del 10% en algunos productos hasta el 15 de diciembre y excluyó a otros por completo, se produjo cuando el presidente Trump enfrenta una creciente presión de las empresas y los grupos de consumidores sobre el daño que dicen que es la continua guerra comercial entre Estados Unidos y China.
El martes, Donald Trump lo reconoció.
"Haremos esto para la temporada navideña", dijo a los periodistas alrededor del mediodía. "En caso de que algunas de las tarifas tengan un impacto en los clientes estadounidenses".
La USTR también informó que algunos productos se han eliminado del listado de bienes que serán sancionados con gravámenes por motivos de "salud, seguridad, seguridad nacional y otros factores", pero no especificó cuáles.
De acuerdo con la oficina comercial, en las próximas horas se publicará una lista en la que aparezcan los productos que quedarán exentos de aranceles y los que no serán castigados hasta el 15 de diciembre.
Estados Unidos advirtió el pasado 1 de agosto de la imposición de nuevos aranceles del 10 % sobre importaciones chinas valoradas en 300.000 millones de dólares a partir del 1 de septiembre, a pesar de que las negociaciones comerciales entre los dos países siguen en pie.
Algunos expertos han señalado que la decisión anunciada este martes, que fue muy bien recibida por las bolsas de Wall Street, refleja la creciente preocupación en el Ejecutivo del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre el impacto de la guerra comercial con Pekín en la economía de Estados Unidos.
El anuncio del retraso de los gravámenes llega el mismo día en el que Trump acusó a China de no haber comprado los productos agrícolas que habían pactado en sus rondas de negociaciones comerciales.
"Como de costumbre, China dijo que iban a comprar a lo grande a nuestros grandes agricultores estadounidenses. Hasta ahora no han hecho lo que dijeron. ¡Quizás esta vez sea diferente!", apuntó el mandatario en su cuenta de Twitter.
Trump, agregó el pasado viernes más incertidumbre a las negociaciones con China sobre un hipotético acuerdo comercial entre ambas potencias económicas y amagó con cancelar la ronda de conversaciones con Pekín prevista para septiembre.
En los últimos días, Trump se ha mostrado muy crítico con el gobierno chino por devaluar su moneda frente al dólar a un nivel clave no visto desde 2008.
kach