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Agresivo inicio de EU en negociaciones de TLCAN

Los representantes de México, Estados Unidos y Canadá intercambiaron saludos y presentaron sus posturas ante del Tratado de Libre Comercio

Escrito en DINERO el

Hoy inició en Washington la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América (TLCAN), en la que los representantes comerciales de Canadá, Estados Unidos y México dieron el banderazo de salida.

La canciller canadiense Chrystia Freeland, el representante comercial de la Casa Blanca, Robert Lighthizer, e Ildefonso Guajardo, el secretario de Economía, ofrecen un mensaje tripartita antes de retirarse a los encuentros privados para modernizar el acuerdo comercial.

Estados Unidos inició la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte con asegurando que "el pacto ha fallado a muchos estadounidenses" y, al mismo tiempo, afirma que no es suficiente con que sea "retocado".

"El TLCAN ha fallado a muchos estadounidenses y necesita importantes mejorías", indicó Robert Lighthizer, representante de Comercio Exterior del Gobierno del presidente Donald Trump en su declaración oficial al comienzo de la primera ronda de conversaciones.

"No podemos ignorar los enormes déficit comerciales, los empleos manufactureros perdidos, los negocios que han cerrado o se han trasladado por los incentivos del actual acuerdo", dijo Lighthizer.

El déficit comercial, especialmente con México, ha sido uno de los ejes de las críticas del presidente Trump a un acuerdo que ha descrito como un "desastre".

Si bien Estados Unidos reconoció que los tres países asumen que el acuerdo, en vigor desde 1994, debe ser "modernizado y actualizado", Lighthizer rápidamente añadió que no vale con que sea "retocado".

En contraste, las palabras de Guajardo, por parte de México, y Freeland, representando a Canadá, mantuvieron un tono más diplomático, y evitaron la confrontación en el inicio de lo que se presumen serán unas espinosas conversaciones.

"Estamos deseando renovar nuestra alianza norteamericana. Vamos a mirar hacia el futuro y no al pasado", dijo Guajardo en su intervención.

No obstante, el secretario mexicano dejó claro que para que "sea exitoso", el nuevo TLCAN "tiene que funcionar para todas las partes involucradas, de otro modo no es un acuerdo".

En la misma línea, se expresó la ministra canadiense al afirmar que su país "no ve los déficit o superávit como una medida fundamental" para ver si una relación comercial funciona.

"No concebimos el comercio como un juego de suma cero", agregó Freeland, que vio en las conversaciones una oportunidad para hacer el pacto "más progresista" con la incorporación de protecciones laborales y medioambientales.

Para los expertos, el sorprendente contraste entre las declaraciones iniciales no augura un futuro prometedor.

"Si estas visiones descarnadamente opuestas persisten, creo que estamos marcando el terreno para un proceso largo y extenso que inevitablemente chocará con un muro en las elecciones presidenciales de México de julio de 2018 y las de medio mandato en Estados Unidos.", explicó a Efe Monica de Bolle, investigadora del centro de estudios Peterson Institute for International Economics (PIIE).

Tras las declaraciones oficiales, son los jefes negociadores quienes se sentarán en las mesas técnicas a partir de esta mañana.

Por México, será Kenneth Smith, encargado de comercio de la embajada mexicana en Washington y que ya participó en la negociación del acuerdo inicial; por Estados Unidos, John Melle, actual asistente de Comercio Exterior para el Hemisferio Occidental; y Steve Verheul por Canadá, quien ya estuvo al frente del reciente pacto del país con la Unión Europea (UE).

Sobre la insistencia estadounidense con el déficit, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de México, Juan Pablo Castañón, apuntó que "responde a las diferencias de las economías: si elevamos las cadenas de valor, disminuirá el déficit", por lo que instó "a mejorar las condiciones de inversión en los tres países".

Igualmente, fue prudente a la hora de valorar el calendario de negociación, que los tres países ya han señalado que busca lograr un acuerdo para comienzos de 2018.

"La primera ronda nos dirá los obstáculos, el ritmo nos lo marcarán las propias negociaciones", concluyó Castañón en declaraciones a un grupo de periodistas.

Estos primeros encuentros durarán hasta este domingo, y al término se anunciarán las fechas para la segunda tanda que tendrá lugar en México.

"Las empresas no son un socio más"

Una protesta sindical reclamó en Chicago el fin del "desastre" que, según afirmaron, ha significado el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica para los tres países firmantes.

Los manifestantes dijeron que lo que se necesita es un tratado justo, no un tratado libre, y apuntaron que las únicas beneficiadas por el actual tratado son las corporaciones, no Estados Unidos, Canadá y México.

"Fin al TLCAN” gritaban los manifestantes en el paseo del río Chicago, al otro lado de la Torre Trump de la ciudad.

El líder sindical, Scott Houldieson, opinó que este acuerdo comercial ha sido "un desastre para el medioambiente, para los trabajadores y solo se han beneficiado las corporaciones".

Según dijo, solo en Estados Unidos se han perdido cerca de un millón de empleos a causa del tratado.

"Un millón de empleos se han ido a otras partes del mundo donde los trabajos son hechos por trabajadores de bajos salarios y también en donde el medioambiente está siendo destrozado", recalcó.

Manuel Revueltas, otro participante en la protesta, dijo que en México los trabajadores no pueden subsistir con salarios de siete a doce dólares al día como los que paga Driscoll''s, una compañía estadounidense en Baja California.

Ahí los trabajadores, mayormente indígenas de Oaxaca y otros estados, están luchando por mejores condiciones de pago y otros beneficios, aseveró.

"El Tratado de Libre Comercio es una política comercial fallida" dijo Revueltas, quien llamó a no consumir productos del campo vendidos por esta compañía hasta que lleguen a un acuerdo con sus trabajadores mexicanos.

El tratado creó una categoría para las corporaciones como si estas fueran países, señalaron los manifestantes.

"Cualquier tratado debería promover el bienestar de los que trabajan y no de las corporaciones," dijo a Efe la manifestante Anne Scheetz, quien es parte de la organización Médicos en favor de un Programa de Salud Nacional (PNHP).

Con información de EFE