Un seguro de vida es una protección para la familia y otras personas que dependen de los ingresos de la persona que lo contrata. Al tener este seguro, cuando la persona fallece se hacen pagos a quién se haya designado como beneficiario en la póliza.
De esta forma, se puede tener un respaldo económico asegurado en caso de un imprevisto como este. Al contar con un seguro de vida, las personas que dependen de esos ingresos pueden tener estabilidad y la capacidad económica para cubrir sus necesidades.
Los seguros también pueden ofrecer apoyo económico en caso de accidente, enfermedad o alguna situación que te imposibilite para realizar tus actividades cotidianas.
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Este seguro lo puede contratar las persona de 18 a 65 años, pero hay algunas situaciones en las cuáles no se hace válido. Estas son algunas:
-Suicidio
Si la muerte del asegurado fue causada por él mismo. Aunque esto depende de la póliza, ya que hay aseguradoras que sí lo cubren si fue después de 1 año de haber contratado el seguro o después de una cantidad de tiempo específica.
-Actos imprudentes
Esto puede ser por el consumo de estupefacientes o bebidas alcohólicas. También por actos de imprudencia, negligencia o actos delictivos.
-Accidentes de tráfico
En algunos casos estos accidentes o dependiendo de la razón por la que fueron causados, no son cubiertos por los seguros. Por ejemplo si estaba manejando bajo sustancias como drogas o alcohol, o si el accidente fue producido por el mismo para causar su muerte.
-Muerte por beneficiario
No se hace válido si el beneficiario fue quien provocó la muerte de manera voluntaria.
-Accidentes aéreos
Esto aplica cuando se viaja en un medio no autorizado para el transporte público de viajeros o en descensos en paracaídas, parapente u otros.
Aún así, muchos seguros los puedes ampliar o contratar algunos que cubra específicamente con condiciones que requieras.