La Junta de Gobierno del Banco de México decidió incrementar en 75 puntos base el objetivo. para la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 8.50%, con efectos a partir del 12 de agosto de 2022.
Banxico explicó que, la actividad económica mundial se debilitó durante el segundo trimestre e indicadores oportunos sugieren que esto continuaría en el tercer trimestre. La inflación global siguió aumentando, alcanzando nuevamente en algunos casos su mayor nivel en décadas, en un entorno donde persisten desbalances entre la demanda y la oferta en diversos mercados y precios aún elevados de alimentos y energéticos.
¿Cómo te afecta?
1. Es más caro pedir dinero prestado
La banca comercial te va a cobrar un mayor interés por prestarte dinero.
Incluso si no pides directamente un préstamo, pero utilizas la tarjeta de crédito, esta funciona con una tasa variable.
Si no la pagas a tiempo, "el castigo" llegará a través del cobro de intereses mucho más altos.
2. Favorece el ahorro
De la misma manera en que el aumento de las tasas desincentiva el consumo, favorece el ahorro.
Ahorrar se vuelve más atractivo porque aumenta la rentabilidad, es decir, es más rentable tener el dinero en el banco.
3. Puede afectar al crecimiento económico
La ola global de subida de tipos de interés "genera un efecto de moderación para el crecimiento económico. El aumento de las tasas afecta la capacidad de inversión de las empresas y la demanda por créditos de consumo en un contexto bastante complicado a nivel global.
Panorama difícil
Las condiciones financieras se mantuvieron apretadas y el dólar continuó fortaleciéndose, dijo Banxico. En su decisión más reciente, la Reserva Federal de Estados Unidos aumentó el rango objetivo para la tasa de fondos federales en 75 puntos base por segunda vez consecutiva y anticipó futuros incrementos. La creación de empleos en ese país se aceleró a inicios del tercer trimestre y, si bien la última cifra de inflación en dicha economía mostró una moderación, aún se mantiene elevada.
A su vez, un amplio número de otros bancos centrales continuaron incrementando sus tasas de referencia, algunos en mayor magnitud a lo previsto. Entre los riesgos globales destacan los asociados a la pandemia, la prolongación de las presiones inflacionarias, el agravamiento de las tensiones geopolíticas y mayores ajustes a las condiciones económicas, monetarias y financieras.
Las presiones inflacionarias acumuladas derivadas de la pandemia y del conflicto bélico continúan afectando a las inflaciones general y subyacente, que en julio registraron tasas anuales de 8.15% y 7.65% respectivamente, manteniéndose en niveles no observados en dos décadas. Las expectativas correspondientes para 2022 volvieron a incrementarse, al tiempo que las de 2023 y de mediano plazo
aumentaron en menor medida. Las de largo plazo para la inflación general se mantuvieron estables, aunque en niveles superiores a la meta, mientras que las de la subyacente tuvieron un incremento en el margen.
Ante presiones inflacionarias mayores a las anticipadas, los pronósticos para la inflación general y la subyacente se revisaron al alza hasta el tercer trimestre de 2023, aunque se sigue previendo que la convergencia a la meta de 3% se alcance en el primer trimestre de 2024 (ver cuadro).
Estas previsiones están sujetas a riesgos:
Al alza:
i) persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados
ii) presiones inflacionarias externas derivadas de la pandemia; iii) que continúen las presiones en los
precios agropecuarios y energéticos por el conflicto geopolítico; iv) depreciación cambiaria; y v)
Presiones de costos.
A la baja:
i) una desaceleración de la actividad económica mundial mayor a la
anticipada
ii) una disminución en la intensidad del conflicto bélico
iii) un mejor funcionamiento de las
cadenas de suministro
iv) un efecto mayor al esperado de la brecha negativa del producto
v) un efecto mayor al esperado del Paquete Contra la Inflación y la Carestía. El balance de riesgos respecto a la
trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico continúa con un considerable sesgo
al alza.
Riesgos
De acuerdo con Gabriela Siller, el balance de riesgos para el crecimiento sigue sesgado a la baja y para la inflación sigue sesgado al alza.
Los riesgos al alza para la inflación siguen siendo los mismos que en el anuncio anterior:
i) persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados
ii) presiones inflacionarias externas derivadas de la pandemia
iii) que continúen las presiones en los precios agropecuarios y energéticos por el conflicto geopolítico
iv) depreciación cambiaria
v) presiones de costos
Pero, aclaró la economista, los riesgos a la baja para la inflación cambiaron, antes eran solo 4 factores, ahora se agrega el de desaceleración económica mundial y se pone en primer lugar:
i) una desaceleración de la actividad económica mundial mayor a la anticipada
ii) una disminución en la intensidad del conflicto bélico
iii) un mejor funcionamiento de las cadenas de suministro
iv) un efecto mayor al esperado de la brecha negativa del producto
v) un efecto mayor al esperado del Paquete Contra la Inflación y la Carestía.