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La inflación por los cielos, ¿cómo la has sentido en tu despensa?

La inflación en marzo fue del 17.5% y, de acuerdo con el IMCO, de 20 productos seleccionados, al menos 17 de estos subieron de precio

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En marzo la inflación general anual se ubicó en 7.45%, su nivel más alto en 21 años; el transporte aéreo, la gasolina, el gas LP y alimentos como el aguacate y el huevo fueron los productos que más subieron de precio, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Sin embargo, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) seleccionó 20 productos alimenticios que las familias mexicanas consumen y creó un índice para darle seguimiento puntual a sus precios y lo que encontró fue que la inflación en la despensa en marzo de 2022 fue de 17.5 por ciento.

Valeria Moy, directora general del IMCO, destacó: "La inflación está en los niveles más altos desde hace 21 años. Con la lectura más reciente, la de la primera quincena de abril, se llegó a 7.72% en su comparación anual. Esa es la inflación general, pero el incremento en los alimentos ha sido considerablemente superior".

Dio como referencia, que el precio de las frutas y verduras ha subido 17.26% en un año, los pecuarios (carne de cerdo, de res, de pollo, leche, huevo) han aumentado 13.68%, los alimentos procesados, más de 10%. Sí, comer es cada día más caro.

"Más de dos años después del inicio de la pandemia, México y el mundo siguen padeciendo sus consecuencias económicas", dijo.

Acciones a seguir

De acuerdo con la economista, el Banco de México tendrá que echar mano, como lo ha estado haciendo, de la tasa de interés para poder mantener las expectativas de inflación ancladas y de esa forma cumplir con su mandato legal. En este sentido, un banco central profesional y autónomo es clave en un momento como éste.

Del lado de la oferta, dijo, las acciones para “controlar” la inflación son las que tendrían que existir siempre: mayor competencia real, combatiendo monopolios y concentración de poder de mercado; libre comercio con pocas cuotas y restricciones; mayores facilidades a la inversión para estar continuamente incrementando la oferta; menos burocracia y trámites asociados a la innovación y al emprendedurismo y desde luego, un estado de derecho funcional que impida la extorsión continua a las empresas de todos tamaños. La existencia de esas condiciones no “controla” la inflación pero ayuda a que los precios para los consumidores sean lo más bajo posible sin distorsionar los mercados, pero ninguna de ellas se da en el corto plazo. Suena más sencillo de lo que es, pero es en realidad el único camino.

¿Control de precios?

Valeria Moy advirtió: "La inflación no se controla por decreto. Los controles de precios no suelen funcionar. Distorsionan la conducta de los participantes y llevan a escasez, mercados negros y corrupción".

Por el contrario, "la inflación se puede convertir en una pesadilla. Parte del secreto de que eso no ocurra es que la población no dé por descontado que el alza de precios llegó para quedarse. En otras palabras, hay que cuidar el ambiente económico para que el nerviosismo no se apodere de todos".

















cj