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"Récenle a este niño y les ayudará": la tumba más famosa de Hermosillo

La tumba de Carlitos es la más famosa y antigua de los panteones de Hermosillo y hasta la fecha aún le dejan ofrendas

Escrito en ESTADOS el

Sonora (La Silla Rota).- La historia de la tumba del niño "Carlitos", ubicada en el panteón Yañez al norte de Hermosillo, Sonora, es una de las más conocidas por sus habitantes.

Desde hace casi 80 años, a esa tumba la gente lleva juguetes para el menor, pues la creencia dice que concede milagros y da solución a sus peticiones.

Carlos Angulo nació alrededor del año de 1928. Cuando tenía once años, la Navidad de 1939 le amanecieron unos patines.

Al día siguiente decidieron él y sus papás visitar el mercado municipal que se encuentra en el centro de la ciudad para "estrenar" el regalo que había recibido.

Después de pasear por un rato, el menor se cayó y se golpeó en la cabeza, lo que le causó un trauma craneoencefálico.

Después de estar por días delicado, el 30 de diciembre del mismo año, falleció.

Su mamá conmovida ni siquiera quiso ver el féretro y tampoco acudió a su sepelio, por lo que tiempo después, el papá de "Carlitos" fabricó un féretro idéntico al que habían enterrado con los restos del niño, para que su mamá supiera como era.

Colocó arriba de la tumba el ataúd junto a un letrero que decía "Récenle a este niño y les ayudará".

Fue a partir de ahí, cuando las personas que visitaban el panteón, le hacían peticiones y al ser concedidas, le ofrecían regalos para agradecerle.

Es por eso que el lugar donde "Carlitos" descansa, se encuentra con decenas de juguetes. Entre ellos pelotas, carritos, dulces, galletas, monitos y hasta piñatas.

Además le han colgado una radiografía con la leyenda: "Eres más grande que el doctor".

El cronista de la ciudad, Ignacio Lagarda Lagarda, quien recordó la historia, señaló que no se ha llevado un conteo de los regalos que el menor ha recibido a lo largo de los años pero dijo, no dejará de recibirlos pues es "el niño milagroso".

Cada año, sobretodo en la celebración del día de muertos, los niños acompañados de sus padres visitan el lugar para admirar su tumba y aprovechar para realizar algunas peticiones.