En la estrategia para combatir el huachicol, la Fuerza Aérea Mexicana utiliza dos aviones que graban con visión nocturna distintos ductos de Pemex desde una altura que va de los 7 mil a los 6 mil pies de altura.
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Dos de estas aeronaves, matrículas 5211 y 5212, adquiridas en 2014 por 8 millones de dólares cada una, fueron integradas al escuadrón del Sistema Integral de Vigilancia Aérea.
Una de ellas un avión Beechcraft 350ER King Air (B300), que el pasado 17 de enero detecto a un grupo de huachicoleros desde más de 16 mil pies de altura en Cuautepec, Hidalgo.
Dicha vigilancia permitió un operativo terrestre y con ello se evitó que los huachicoleros afectaron el ducto.
Para la operación antihuachicol, los militares también hacen uso de aviones no tripulados y de un centro de control aéreo mediante el avión EMB-145, que opera a 40 mil pies de altura.
Aunque éstos están artillados, la misión consiste sólo en vigilar para después avisar a elementos en tierra.
Con información de Reforma
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