Alicia Trejo tiene 51 años y busca a su hijo Francisco Albavera Trejo desde 2012. El último rastro de su paradero es el Metro de la Ciudad de México. El día que desapareció entró por la estación Pantitlán y desde entonces nadie lo ha vuelto a ver.
Voces de madres de desaparecidos este 10 de mayo
Francisco estudiaba el séptimo semestre de Ingeniería en Informática en el Instituto Politécnico Nacional (IPN). Como todos los días, su madre lo dejaba a una cuadra del Metro Pantitlán. La mañana del 26 de marzo de 2012, al cerrar la puerta del auto y caminar hacia la banqueta, fue la última vez que lo vio. A la escuela nunca llegó.
Por medio de la investigación se tuvo acceso a las cámaras del Metro, donde se ve que entra, va a la taquilla, pasa por los torniquetes, se dirige al andén, pero no se aprecia en qué tren se sube. Tampoco se pudo revelar si salió, o por dónde. “Fue como si se lo hubiera tragado la tierra, en este caso el Metro”.
El único indicio o pista que la familia ha podido recabar es que la misma tarde de la desaparición, a un amigo de Francisco le llegó un mensaje de texto a su celular que decía: “tenemos a tu amigo Paquito guardadito”, y que iban a llamarle más tarde para que “empezaran a cooperar”.
Después de eso nunca hubo una llamada ni ningún mensaje. Desde entonces no sé dónde está mi hijo. No supimos a dónde se fue o si lo secuestraron”, lamenta su mamá.
La señora Alicia fue a la Fiscalía Antisecuestros a interponer la denuncia. En el proceso, la persona que la atendió le dijo que hiciera un examen de conciencia para revisar si había hecho algo que enojara a su hijo, y por eso se fue de la casa.
Afirma que de las autoridades no ha recibido gran apoyo; sólo al inicio de su viacrucis colaboraron con la investigación. Ahora parece que está encarpetado el caso, en el olvido.
Hasta el día de hoy algo que pude corroborar es que ellos (las autoridades) me dijeron ‘señora si usted cree que aquí es como la televisión, que vamos a salir corriendo a buscar a su hijo, está muy equivocada’. Es algo que me queda bien claro, al día de hoy sé que no buscan a Paco, no lo hacen”.
Alicia no ha parado de buscarlo. Ha ido a hospitales, oficinas de CAPEA, a la Procuraduría General de Justicia capitalina, incluso a la morgue. Ahora pertenece a colectivos de madres y familiares de desaparecidos que ayudan a otras mujeres.
Mi mayor esperanza es encontrarlo con vida, pero ante tanta inseguridad de este país y ante la indiferencia de las autoridades, lo que quiero es encontrarlo como esté”.
Alicia, al igual que cientos de mamás que buscan a sus hijos desaparecidos en el país, acudió a la VII Marcha Nacional por la Dignidad que se realizó en la Ciudad de México, con motivo del Día de las Madres este 10 de mayo. La manifestación partió del Monumento a la Madre y llegó al Ángel de la Independencia.
“Siento que a Karla se la llevaron a la Fuerza”
Benita Ortega Vicente también es una madre que busca a su hija, Karla Emilia Pérez Ortega. Ella desapareció el 24 de septiembre de 2015 en Ciudad Altamirano, Guerrero. Fue con tres amigos a un cantabar; ya nunca regresó.
Desde que acudió a denunciar la desaparición de su hija ha encontrado desdén por parte de las autoridades.
Yo puse la denuncia. Somos del estado de Guerrero, pero desgraciadamente no hay gobierno, no hay apoyo de nada. El licenciado que llevó el caso cuando no supimos de Karla hizo caso omiso, incluso hasta perdió la fotografía que le entregué para que la mandara a los hospitales y Semefos. El proceso lo han alargado mucho y sólo me traen a pura vuelta”.
La señora Benita relata que los amigos que se fueron con Karla sí aparecieron. Eran un hombre y dos mujeres. Sin embargo, el MP nunca los mandó llamar a declarar. Ella los veía cómo se paseaban por la colonia y cuando se acercaba para cuestionarlos se iban, o le respondían con evasivas.
Benita seguía presionando a la Policía Ministerial hasta que un día dejó de ver a las personas que acompañaron a su hija al cantabar. Se fueron y no ha sabido nada de ellos. Incluso borraron sus cuentas de redes sociales.
La madre de Karla siente que a su hija se la llevaron a la fuerza y la tienen retenida contra su voluntad. No sabe dónde. Han preguntado y buscado en bares, antros, mercados. Nada.
Hubo una persona que la primera y única vez que la vi me dijo que fuera a Zirándaro (en Guerrero), y me advirtió que si denunciaba nos iban a matar a las dos. Fuimos y pues no estaba ahí. Seguimos en la lucha”.
“No han investigado la desaparición de mi hijo”
Mónica Orozco Enríquez es mamá de Benjamín Ulises Medina Orozco, quien está desaparecido desde el 27 de julio 2013. La última vez que lo vio fue cuando acudió con sus primos a una fiesta de música electrónica a Pachuca, Hidalgo. La familia vive en el Estado de México.
Benjamín tenía 19 años de edad cuando su familia le perdió el rastro. Trabajaba como soldador en una constructora. Unos primos los invitaron al evento. Se fueron seis y regresaron cinco. Ellos dijeron que lo perdieron de vista a las 4:00 horas y pensaron que se había regresado, o se había ido a seguir la fiesta a otro lado.
Ocho meses después de que interpuso la denuncia por desaparición se enteró que por un error administrativo no estaban buscando a su hijo.
Fue mucho tiempo que se perdió. Tiempo importante donde se pudo haber hecho una indagatoria para saber qué le pasó a mi hijo”.
Después de un año salió un video en YouTube, donde se observa que a Benjamín lo están golpeando los guardias de seguridad del evento. Sin embargo, a pesar de la evidencia no hay investigación. “No han hecho nada”.
jamp