Luego del colapso en Artz Pedregal vecinos y activistas han manifestado su preocupación sobre un edificio que se construye a 600 metros de esta plaza, en una zona protegida.
El inmueble que se construye dentro de la Presa Anzaldo, está ubicado en un suelo que ha sido decretado como Área de Valor Ambiental (AVA); es por eso que también la Secretaría de Protección Civil y la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) han pedido que se detengan las construcciones, sin obtener resultados.
Pedimos al Instituto para la Seguridad de las Construcciones un dictamen que plantea que es una zona de riesgo, no tiene uso de suelo, no tiene manifestación de construcción, autorizaciones de impacto ambiental, absolutamente nada", dijo Miguel Ángel Cancino, procurador ambiental, al ser entrevistado por Reforma.
Dichas quejas han sido interpuestas ante el Invea, la Delegación Álvaro Obregón, la Secretaría de Medio Ambiete (Sedema) y la Procuraduría General de Justicia.
En mesas de análisis realizadas tras el colapso en Artz, el procurador, según dijo, planteó este caso a José Ramón Amieva, el jefe de gobierno, para que pronto intervenga.
Es un tema donde está por delante la seguridad de las personas, independientemente de la parte ilegal, que sí es", señaló.
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Desde el año 2009, se inició la construcción de la Presa, la misma que forma parte del proyecto de rescate del Río Magdalena, que inició en 2011 y sigue inconcluso.
En el mismo año, se desbordaron estos cuerpos de agua, los que se llevaron consigo una decena de autos nuevos. En el año 2011, vecinos padecieron graves inundaciones en Periférico Sur y viviendas aledañas.
De acuerdo al oficio DEIA-ME-0139/2015 emitido por la Sedema, dicho edificio invade el 54% del AVA, donde no se permite el uso de suelo de vivienda, industria y comercio, de ahí que se haya negado la autorización de impacto ambiental.
Luego de los sismos de septiembre pasado, opositores a esta construcción demandaron que se clausurara la construcción hasta la Asamblea Legislativa y las autoridades habían determinado la suspensión de la obra.
No obstante, la constructora argumentó que podría haber riesgos luego del temblor, por lo que se cedió el acceso a trabajadores para realizar labores de reforzamiento- Sin embargo, vecinos dijeron que aprovecharon para avanzar en la edificación.
Paula Arizpe, integrante del Patronato Pedregal, recriminó que esta edificación siga en pie cuando existe un riesgo latente al invadir parte del cauce del río Magdalena, que ha alterado su dinámica por las obras.
Una parte es suelo reblandecido y otra es tierra volcánica, pero adentro de la tierra nadie sabe qué es qué", dijo.
cmo