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VIDEO: El día que casi le aplican un KO a JC Chávez cuando tenía 21 años

La mandíbula de Julio César Chávez fue puesta a prueba en 1983 por Adrián Arreola, cuando Julio apenas tenía 21 años de edad

Escrito en DEPORTES el

Una de las cosas que caracterizaron a Julio César Chávez estando en la cima del boxeo mundial fue el tener una mandíbula resistente como pocas. 

Mandíbula que fue puesta a prueba en 1983 por Adrián Arreola, cuando Julio apenas tenía 21 años de edad.

¿QUÉ PASÓ?

En ese 1983, Chávez era una joven súper pluma que buscaba ascender en el escalafón boxístico, por lo que quería un triunfo importante para meterse a las clasificaciones y aspirar a una oportunidad de pelear por el campeonato mundial

Para su segunda pelea en el Olympic AuditoriumJulio César Chávez enfrentó el 1 de septiembre de 1983 al que hasta ese momento era el rival más importante de su carrera, Adrián Arreola.

Tras unos primeros instantes de estudio, fue Julio César quien conectó el primer golpe certero. Fue una derecha al rostro de su rival, quien retrocedió a las cuerdas. Julio fue a buscarlo y lanzó poderosos impactos a las zonas blandas y al rostro, pero sin el éxito esperado.

El susto para Julio llegó en el segundo asalto, el mejor de la pelea. Chávez sería sacudido como pocas veces se le había visto, y pasarían otra década para volverlo a ver sacudido.

Luego de dos intentos de conectar el gancho al hígado, ese golpe que con el paso del tiempo perfeccionó el legendario mexicano, Julio lo intentó una vez más. Pero Arreola lo estaba cazando, y le recetó un gancho de izquierda a la mandíbula de Chávez.

Julio se paralizó un instante, con las piernas endurecidas. Adriano se dio cuenta y se lanzó en busca del nocaut, mientras Chávez movía la cintura intentando quitarse golpes. Pero una nueva izquierda larga volvió a sacudir la cabeza de Julio, quien se tambaleó en retirada, hasta lograr reponerse, y devolver el ataque.

Por eso, Chávez tuvo que ser más agresivo y lo demostró instantes después con variedad de golpes que hicieron retroceder a Adriano. Entre ellos, varios uppers y particularmente dos derechas al rostro de Arreola, quien tuvo que amarrarse para evitar más castigo.

En el tercer episodio, Chávez volvió a sufrir impactos al rostro, pero ni se inmutó. El mexicano siguió castigando arriba y abajo al estadounidense, principalmente con uppers y en busca de conectar el gancho al hígado.

Al inicio del cuarto giro, Arreola quería estar fuera del alcance de Chávez, quien lo llevó contra las cuerdas y con derechas e izquierdas, uppers y ganchos, hizo daño.

Tras un amarre, Julio se mostró e incluso lanzó un golpe cuando el réferi los separaba, por lo cual le llamaron la atención.

El pleito siguió en la corta distancia, ninguno dejaba de soltar golpes, pero Chávez sacaba la mejor parte con su repertorio. En los segundos finales Arreola respondió y volvió a conectar a la mandíbula del sinaloense, quien se mantuvo de pie.

Con movimientos de cintura, Julio César Chávez se quitó varios golpes en una pelea que ofreció buenos momentos, sobre todo cuando peleaban en la corta distancia. Y es que, los intercambios eran prácticamente sin descanso, pelea que siguió así hasta el final de los 10 episodios y con el triunfo por puntos para el mexicano.

¿MANDÍBULA DE ACERO? 

Pero, era tal la calidad de la mandíbula de Julio y el aguante que tenía que pasaron casi 14 años desde su debut para que alguien pudiera mandarlo a la lona. Arreola lo hizo tambalear en 1983 y fue Frankie Randall quien hizo lo inimaginable más de 10 años después.

El 29 de enero de 1994 en Las Vegas, en el undécimo round, Chávez visitó la lona por primera vez en toda su carrera, luego de un violento recto de derecha de Randall directamente a la mandíbula de Chávez.

Minutos después se consumó la primera derrota en la historia de Chávez, por decisión dividida, ahí se terminó una racha de 90 peleas sin conocer la derrota, pelea que también quedará marcada como la primera vez que la quijada del mexicano no aguantó y que tuvo que levantarse de la lona.