La Liga de Balompié Mexicana sigue desmoronándose, hoy solo quedan siete equipos de 18 que iniciaron hace unos meses. Aunque se hablaba de veto, algunos jugadores decidieron regresar a la Federación Mexicana de Futbol para jugar en la Liga MX y en la Liga de Expansión.
La LBM incluso se vio obligada a pasar directamente a finales, organizando una liguilla sin jugar segunda vuelta como estaba planeado. La liga estuvo llena de problemas financieros que llevaron a 10 equipos a desaparecer, y 13 jugadores de la LBM han vuelto a las diferentes divisiones de la Liga MX.
A pesar de que hablaban de un posible “veto” a quienes desafiaran a la Federación Mexicana de Futbol y firmaran con cuadros de la LBM, jugadores lograron acomodarse.
La Liga de Expansión fue la que más jugadores acogió de la Liga de Balompié Mexicano con once; un jugador fue a la Segunda División y uno más lo hizo para la Liga MX.
La llegada a Tigres del portero Juan Pablo Chávez sorprendió, el arquero estuvo en los Industriales de Naucalpan y ahora podría ir hasta el Mundial de Clubes con el cuadro regio.
Jorge “Chatón” Enríquez llegó como “bomba” a la Liga de Expansión a los Venados de Mérida, pero Dorados de Sinaloa y Coyotes de Tlaxcala fueron los que más futbolistas de la LBM rescataron.
Adolfo Domínguez pasó de Chapulineros de Oaxaca a Dorados; Adrián Marín y Jesús Vázquez hicieron lo propio con los sinaloenses, aunque estos llegaron de Los Cabos FC, mientras que Hiram Muñoz llegó de Lobos Zacatepec.
Los coyotes de Tlaxcala sumaron otras tres altas provenientes de la Liga de Balompié, Diego Castellanos de Industriales de Naucalpan; Carlos Castro del Tiburón y Miguel Velázquez del Atlético Jalisco.
Diego Jiménez llegó al Atlético Morelia del Atlético Veracruz; Leones Negros recibió a Miguel Guzmán de los Halcones de Jalisco y Rodolfo Salinas volvió a Correcaminos tras su paso por Los Cabos FC.
En Segunda División César Ibáñez firmó con el Irapuato tras la desaparición de Atlético Jalisco.
(dmv)