A los 19 años, Alejandro Pacheco perdió la vista de forma permanente debido a las drogas y el alcoholismo en el que vivía. Cuatro años después de quedar invidente, encontró en el deporte un camino para salir adelante y en donde se convirtió en uno de los referentes del deporte paralímpico mexicano.
Pacheco fue golpeador por ‘vagoneros’ de la estación Nezahualcóyotl de la Línea B del Metro de la Ciudad de México, lugar en donde canta para sostenerse y ayudar a su familia, ya que en 2017 le retiraron el apoyo que recibía por parte de CONADE y la Federación Mexicana de Ciegos y Débiles Visuales.
Golpean en el metro a atleta ciego que canta para costear entrenamientos
Vivo en el Estado de México, entreno en la capital y vivo de esto, cantando en el metro. Con esto saco mi deporte, mis tenis, lo que necesito. A parte, con los premios”, señaló en una entrevista con ESPN.
Su primer contacto con el deporte adaptado fue cuando llegó a la Escuela Nacional para Ciegos, y a los 23 años conoció lo que era una pista y el atletismo. Su acercamiento y momento cumbre en el deporte, se dio en junio de 2014, cuando ganó el Campeonato Nacional de Atletismo y Débiles Visuales.
Dicha hazaña le valió su viaje Sao Paulo, donde representó a México en el Grand Prix Lotería Caixa de Atletismo para Ciegos. Pacheco Castillo consiguió dos preseas en el certamen: oro en los 800 metros y bronce en los mil 500.
En septiembre de 2017, le retiraron la ayuda económica, le dijeron que por bajo rendimiento, aunque venía de correr el maratón de la Ciudad de México, en dónde quedó tercer lugar el pasado 27 de agosto (en la categoría de ciegos y débiles visuales).
Pacheco trabaja en el Sistema de Transporte Colectivo de dos a tres horas, lapso en el que logra recaudar unos 300 pesos, que le sirven para alimentación y transporte.
El atleta invidente, quien impuso la cuarta mejor marca a escala mundial en los mil 500 metros planos, lleva aproximadamente cuatro años corriendo y en ese tiempo ha participado en varias competencias de índole internacional.
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Los operativos realizados dentro de las instalaciones contra vagoneros y limosneros complica un poco el que pueda sacar dinero, sin embargo, la semana pasada fueron los mismos vagoneros los que le impidieron seguir realizando su labor, argumentando que se fuera porque esa era su zona, por lo que fue golpeado sin recibir apoyo de las autoridades.
Ante la falta de apoyo, Pacheco seguirá realizando lo único que le deja dinero para costear sus entrenamientos y apoyo a su familia, y tras su agresión solo pidió que se revisaran las cámaras de seguridad para dar con los agresores.
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