El próximo año el mundo se paralizará con el Mundial Qatar 2022, justa que marcará la última vez que competirán 32 selecciones, que se celebrará en diciembre y que ha recibido duras críticas por pisotear los derechos humanos.
Abuso y explotación son lo que sufrieron miles de migrantes que construyeron los modernos estadios en Qatar, procedentes de Bangladesh, India, Nepal.
Los migrantes no pueden salir de Qatar, no pueden elegir otro trabajo y a veces deben esperar meses para cobrar sus salarios. Estos trabajadores, además, tienen terribles condiciones de vida, hombres durmiendo en literas en habitaciones para ocho o más personas, falta de higiene.
El salario también resulta ser una total mentira. Algunos trabajadores han hablado de las falsas promesas que recibieron sobre su sueldo. De acuerdo a Amnistía Internacional, un hombre recibiría 300 dólares al mes, pero resultó ser solo 190 una vez que comenzó a trabajar en Qatar, y al quejarse, solo recibió amenazas sobre cancelar su visa y ser regresado a Bangladesh.
Qatar 2022 promete ser uno de los mundiales más ambiciosos, y también, el que menos ha respetado los derechos humanos. Cada uno de los lujosos estadios se construyó con ayuda de un ejército de trabajadores llegados del extranjero, y se ha mantenido todo intacto pese a las diferentes denuncias sobre los atroces maltratos y abusos a migrantes.
De acuerdo a un reporte del diario The Guardian en febrero de 2021, desde que Qatar ganó la candidatura en 2010 para organizar el Mundial 2022, más de 6 mil 500 trabajadores migrantes han muerto en el país.
La mayoría, realizaban labores peligrosas y mal pagadas, además de en condiciones extremas por el calor.
Ante esto, los organizadores solo han comentado que únicamente se han producido tres muertes relacionadas con el trabajo en los estadios y 35 muertes no relaciones con el trabajo.
El escándalo del lado oscuro de Qatar 2022 ha llevado, incluso, a jugadores a alzar la voz. En marzo 2021, el noruego Erling Haaland, apareció en el terreno de juego con una camiseta con el lema “Derechos humanos, dentro y fuera del campo”, mientras calentaba antes de un partido de clasificación para la Copa del Mundial Qatar entre Noruego y Turquía.
(dmv)