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"No quería seguir vivo", Michael Phelps y sus intentos de suicidio

El atleta olímpico con más medallas en la historia habló sobre la depresión que vivía después de cada justa olímpica y su intento de suicidio

Escrito en DEPORTES el

“No quería seguir vivo”. Esa fue la sorpresiva declaración del deportista olímpico con más medallas en la historia, Michael Phelps. El nadador habló sobre la depresión que vivía después de cada justa olímpica y aseguró que intentó quitarse la vida después de los Juegos Olímpicos Londres 2012.

El nadador más galardonado estuvo presente en el encuentro anual del Kennedy Forum Chicago, donde se trata de sensibilizar los problemas en la salud mental y donde el atleta fue entrevistado por David Alexrod en CNN para hablar sobre la ansiedad, depresión y suicidio.

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Phelps contó la sensación que tuvo cuando perdió por menos de la mitad de un segundo una medalla en sus primeros Juegos Olímpicos en Sidney 2000. Esto lo llevo a darse cuenta que no quería volver a perder, por lo que se preparó con mucha exigencia para las olimpiadas de 2004. En esa cita olímpica, el nadador conquistó seis medallas de oro y dos de bronce, una por cada una de las pruebas que compitió, “Yo quería presionarme a mí mismo para ver cuál era mi máximo potencial”.

Tras esos Juegos Olímpicos, Phelps tuvo su primera depresión. El entrevistador le recordó una foto que circuló en 2008 en donde se ve al atleta fumando marihuana. Ante esto, Phelps confesó que las drogas le permitían huir de lo que estaba sintiendo, “Así que me automedicaba diariamente, como una forma de tratar de arreglarme”

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Uno de los peores momentos para el multimedallista olímpico, según confesó, fue después de los Juegos Olímpicos Londres 2012, dónde se colgó cuatro oros, dos platas y un bronce, “No quería seguir compitiendo, no quería seguir vivo”.

Su momento más bajo fue cuando sentado solo en su casa de tres a cinco días, metido en su habitación, sin comer y sin dormir, “deseando dejar de vivir”, y así se dio cuenta que necesitaba ayuda. 

Desde aquel momento, Phelps buscó ayuda y comenzó a hablar de sus sentimientos y aseguró que a partir de eso, todo fue mucha más fácil, “La gente tiene miedo de hablar y abrirse; estoy muy contento de no haberme suicidado”.

Con información de Vanity Fair 

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