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Los deportistas que pelearon por sus derechos y quedaron en el olvido

Colin Kaepernick y Marc Bosman son dos de los deportistas que han revolucionado al deporte, sacrificando sus carreras y condenándose al olvido

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El mundo del deporte tiene ídolos que han marcado la historia con éxitos por aquí, títulos por allá, aunque no todos aquellos que han dejado huella revolucionando el deporte, son reconocidos o recordados hoy en día. En la historia existen nombres que han cambiado el mundo deportivo con un gran impacto, sacrificando sus carreras y condenados a quedar en el olvido.

En el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, recordamos a dos deportistas emblemáticos que pelearon por sus derechos, pero fueron relegados. 

La mayoría de futbolistas que hoy reclaman salarios millonarios, los que “juegan donde quieren”, desconocen que sus voluminosas sueldos provienen de un exfutbolista belga que sacrificó su carrera por los derechos de los que actualmente gozan los jugadores de futbol.

El nombre de Jean-Marc Bosman, ni si quiera es reconocido por las nuevas generaciones de futbolistas y aficionados al balompié, desconocedoras de que gracias a él, hoy en día los futbolistas son multimillonarios, pero a cambio, él quedó en la ruina.

Los millones que cada año se mueven en el mercado de fichajes de Europa desde inicios del Siglo XXI, ni si quiera han ido a parar a la persona que hace 23 años transformó el futbol y permitió el libre tránsito laboral de los futbolistas. Sus colegas se beneficiaron de su lucha que duró cinco años, él no.

Fue un 15 de diciembre de 1995, cuando Marc Bosman salió del Tribunal de Justicia de la Unión Europea con una victoria que convirtió a las principales ligas de futbol del viejo continente, en un mundo multicultural. El belga cambió las reglas del futbol y permitió la libre circulación de jugadores en la Unión Europea.

Un verdadero triunfo que benefició a todos los jugadores que finalizaban sus contratos, quienes a partir de la llamada “Ley Bosman”, no necesitaron más de la autorización de sus clubes para decidir el futuro de sus carreras y negociar jugosos acuerdos con otros equipos.

Sin embargo, el jugador que peleó por sus derechos y de los otros futbolistas, fue el menos beneficiado, esta lucha acabó con su carrera como futbolista, y estuvo muy cerca de arruinar su vida, pues tras verse en bancarrota, vivió fuertes problemas de alcoholismo.

Bosman revolucionó el futbol cuando en 1990 su contrato con el club belga RFC Lieja, finalizó. El equipo quiso renovarlo, pero como tenía problemas económicos, solo le ofrecieron un 25% de su salario.

Tras no llegar a un acuerdo, apareció e Dunquerque, equipo de la segunda división de Francia, que mostró interés en comprarlo. El Lieja aceptó, pero solo a cambio de recibir cuatro veces lo que había pagado por el futbolista.

“Era ilógico”, aseguró Bosman, y así decidió luchar por la libertad de los futbolistas al demandar al club, la federación belga y la UEFA por impedir su libre tránsito laboral como cualquier otro ciudadano de la Unión Europea. Bosman y sus abogados creyeron que el proceso sería rápido y duraría dos semanas, pero se extendió cinco años.

Sin poder jugar en Bélgica, trató de revivir su carrera como futbolista, pero su implicación en el proceso judicial fue mal vista por muchos clubes y se convirtió en un jugador poco atractivo para los dueños de los clubes.

Tras el juicio, sin dinero, fuera de actividad y sin otra alternativa, aceptó 350 mil francos suizos, en daños y prejuicios en su victoria por los tribunales.

“Todos los clubes me rechazaron, me convertí en una persona no grata. Sufrí el boicot del fútbol. Para mí fue una catástrofe, dijo Bosman para la BBC.

Tuvo problemas con el alcohol, cayó en bancarrota y estuvo en la cárcel por un episodio de violencia doméstica. Pero lo que más le dolió, fue la ingratitud del futbol.

“La mayoría de los futbolistas no saben por qué tienen tanto dinero y no han reconocido lo que hice. Hubo un muchacho que combatió contra el sistema en los tribunales durante cinco años”.

23 años después de aquel suceso histórico que revolucionó el futbol mundial, vive de la modesta compensación que recibe de FIFPro, el sindicato internacional de futbolistas (570 euros al mes).

Llegando a los tribunales como Marc Bosman, Colin Kaepernick, es el actual deportista que logró cambiar las reglas de la NFL luego de iniciar una protesta nunca antes vista contra el racismo.

Sin tratarse de un escándalo que involucre sustancias prohibidas o donde viole los estatutos de buen comportamiento de los jugadores, Kaepernick hizo algo que dos años después lo mantendría fuera de la NFL.

A inicios de la temporada regular 2016 de la NFL, sucedió algo que pocos habían visto. El mariscal de campo Colin Kaepernick, comenzó un movimiento de protesta durante el himno de Estados Unidos.

Para los estadounidenses, llenos de nacionalismo, es una gran falta de respeto no levantarse y ponerse la mano en el pecho durante su cántico nacional. Esto no le importó a Kaepernick y decidió hincarse en lugar de estar parado.

La NFL, los aficionados, los medios internacionales no podían creer lo que había hecho el mariscal de campo. Muchos lo apoyaron y otros lo consideraron un traidor a la patria, pidiendo su expulsión inmediata de la liga.

Los motivos de Colin se debieron a que en los meses de julio y agosto del 2016, se dio una ola de violencia policial, especialmente en contra de personas afroamericanas provocando muchas muertes.

“No me voy a parar con orgullo a ver una bandera de un país que reprime a las personas negras y de color. Para mí, esto es más grande que un juego y sería egoísta de mi parte ver hacía otro lado. Hay cuerpos en las calles y hay gente que se sale con la suya. Esto no es algo que dejaré ahí. No estoy buscando por aprobación de nadie. Tengo que ayudar a las personas que están siendo reprimidas. Si me quitan el futbol americano, sabré que me impuse por algo que estaba bien”.

Después de aquellas declaraciones, la NFL envió un comunicado diciendo que no obligaría a nadie a pararse en el himno. Su protesta llegó tan lejos, que la revista Time le dedicó una portada y un reportaje de Sam Gregory llamado “La peligrosa lucha”. Las consecuencias fueron tales que la MLS instauró políticas donde todos los futbolistas tenían que ponerse de pie en el himno.

No solo jugadores de la NFL se unieron a la protesta, también de otros deportes como LeBron James, Carmelo Anthony y Dwayne Wade.

A diferencia de Bosman, hizo mucho ruido en el mundo recibiendo todo tipo de críticas, positivas y malas ante su protesta. Sin embargo, después de terminar la temporada, finalizó su contrato con San Francisco, sin pensar que esa sería la última vez que vestiría los colores de la NFL.

En octubre de 2017, Kaepernick presentó una demanda ante su exliga, asegurando que no ha podido conseguir trabajo por un complot de los dueños por sus protestas durante el himno nacional.

El presidente Donald Trump fue claro, y más de una vez señaló a los dueños de los equipos que deberían despedir a los jugadores que se hincaban durante el himno.

Así, la NFL anunció en mayo de 2018 diversas medidas conforme al polémico tema de las manifestaciones por parte de los jugadores durante el himno de Estados Unidos.

La más importante es que no se aceptarían a jugadores que no se paren o hagan algún ademán ante su cántico nacional. Roger Goodell, comisionado de la NFL, tiene el poder de castigar a la franquicia que permita las manifestaciones así como al atleta que tome dicha postura con multas y castigos.

Sin embargo, desde dicha temporada, todos aquellos que no quieran presentarse ante la bandera y el himno, se les dará la opción de quedarse en los vestidores. Es decir, nada de demostraciones de protestas en televisión ni ante el público del estadio.

Kaerpernick había quedado un poco olvidado, hasta que en la semana del inicio de la temporada de la NFL en 2018, Nike presentó su nueva campaña por los 30 años de su lema “Just Do It” con la imagen de Colin Kaepernick.

Esto, regresó el debate, y cientos de aficionados quemaron artículos de la marca en contra de poner al exquarterback de San Francisco como protagonista de su campaña.

Al final, Kaepernick tenía claras las consecuencias, y aunque sigue peleando por un puesto que lo regrese a la NFL, su protesta logró el objetivo, crear un impacto e inspirar a otros jugadores de futbol americano y de otros deportes de Estados Unidos a alzar la voz contra la violencia racial, aunque eso le esté costando su carrera como deportista.

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