Este martes España y Rusia empataron en un partido frenético que resultó una fiesta de goles, al culminar con pizarra de 3-3 sobre terreno ruso en el estadio Krestovski de San Petersburgo, que albergó el partido amisto entre ambos equipos que ya cuentan con el boleto al Mundial.
En dos ocasiones España se adelantó en el marcador, por medio de Jordi Alba y Sergio Ramos de penalti. Sin embargo, Rusia recortó distancias por medio de Smolov y Miranchuk devolvió más tarde la igualada para el conjunto local.
Minutos después el árbitro del encuentro, el italiano Gianlucca Rocchi, señaló el punto de penalti en favor de España y Sergio Ramos se encargó nuevamente de transformar el lanzamiento en gol que dio nueva ventaja a los españoles.
Rusia no dejó de empujar y aprovechándose del cierto desconcierto que generaron los múltiples cambios realizados por Lopetegui y Smolov, con un zapatazo desde fuera de la frontal del área, estableció el 3-3 definitivo.
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Ambos conjuntos utilizaron a un amplio número de sus elementos para poder así aprovechar el ensayo en brindarle fogueo a la mayor parte de ellos.
Para España la prueba fue de mucho correr en un partido de ida y vuelta, de no contar con el balón en su poder y por ello de no poder armar ataques realmente peligrosos para el marco ruso. En general un partido de muchos goles pero de poco futbol entre ambos equipos.
jla