Lograr una medalla internacional no es sencillo y más si al competir por ella el apoyo es limitado. Sin embargo las selecciones nacionales femeniles de hockey sobre hielo Sub18 y de futbol americano lograron imponerse a las adversidades para alcanzar el podio mundial.
En febrero de 2017 un grupo de jóvenes atletas viajó a Islandia, con sus propios medios y apoyadas, casi en su totalidad, solo por el empeño y recursos de sus familias. Su intención era buscar una medalla dentro del Campeonato Mundial Femenil Sub18 de Hockey sobre Hielo.
Era la primera participación mexicana dentro de un certamen mundial a dicho nivel, el equipo azteca sumaba tan solo cinco años de haberse formado e inició la competencia colocada en el sitio 32 del ranking mundial.
Los problemas para lograr la participación mexicana fueron muchos, la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), dirigida por Alfredo Castillo, se negó a cubrir en su totalidad los gastos del equipo, su apoyo fue realmente mínimo.
A pesar de esto el conjunto mexicano logró hacer historia al obtener la medalla de oro en el torneo y con ello avanzar a una división de mayor competencia.
Luego de ligar cuatro triunfos consecutivos, México se coronó dentro del Mundial División II Grupo B, celebrado en Akureyri, Islandia, del 27 de febrero al 5 de marzo.
En el partido debut del conjunto azteca se logró el triunfo ante España, por 3-1; luego el conjunto local fue la víctima, al derrotarlas con pizarra de 4-2; Nueva Zelanda fue un rival más complicado y a pesar de ello se logró la victoria con cerrado marcador de 1-0. Una goleada de 6-0 frente a Rumania firmó y decretó la obtención del metal dorado.
El equipo mexicano cerró su participación mundialista con una derrota de 6-5 ante Turquía, pero la historia de triunfo ya estaba escrita. Así retornaron a México como monarcas mundiales.
Luego de esto el equipo tricolor ha sido integrado a la División II Grupo A, donde compite ante Holanda, Corea del Sur y Gran Bretaña.
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Debut mundialista con medalla de bronce
Era junio de 2017 y la primera ocasión que un equipo mexicano participaba dentro de un Campeonato Mundial Femenil de Futbol Americano IFAF.
Y para no variar, como ha sido durante el presente sexenio, el apoyo gubernamental para la representación nacional tardó en llegar, a tal grado que la participación azteca estuvo en riesgo y el equipo debió suspender algunos entrenamientos para organizar y poner en marcha una campaña recaudadora de fondos que circuló en los medios de comunicación mucho más que el resultado final del propio torneo.
La incertidumbre ante una posible cancelación de participación se terminó tan solo a dos días de la fecha marcada para iniciar el viaje. Y el debut se dio el 24 de junio ante la primera potencia mundial, Estados Unidos, equipo de gran tamaño que terminó por alabar y reconocer el esfuerzo y nivel mostrado por el conjunto mexicano.
En toda su historia mundialista el menor marcador que había logrado la escuadra de las ‘barras y las estrellas’ había superado los 60 puntos, sin embargo a las mexicanas solo pudo marcarles 29 unidades, lo que otorgó a México el respeto de todos los equipos participantes en el torneo.
En su segunda presentación el equipo tricolor logró su primer triunfo mundialista, al vencer 31-10 a la también debutante Australia.
El certamen se desarrolló en Langley, Canadá, y con el resultado de su tercer juego el equipo mexicano ingresó a la historia al doblegar a 19-8 a la Gran Bretaña y con ello se adjudicó la medalla de bronce.
Estos son dos casos de equipos femeniles que han logrado superar la barrera de los pronósticos en contra y las adversidades, para al final ingresar a la historia como firmes ejemplos de tenacidad, capacidad de lucha y vehemencia por la gloria.
jla