Los malos resultados del West Ham en la presente temporada y que los tiene rozando la zona de descenso, se vio reflejada en la afición, que mostró su frustración en el partido contra el Burnley ingresando al campo e intentando acceder al palco de los dueños, lo que provocó que hasta el equipo visitante metiera a niños a su banca para resguardarlos.
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Cuando el Burnley anotó el 2-0 en el estadio Olímpico de Londres, los fans locales invadieron el terreno de juego, para reclamar a los jugadores, el partido fue detenido unos minutos, aunque se acabó desarrollando con normalidad.
El momento con más tensión se vivió tras el tercer gol, pues un seguidor de los Hammers quitó el banderín del tiro de esquina para ponerlo en el centro de la cancha, mientras que en las gradas los aficionados intentaron llegar a los palcos de los propietarios del club, David Sullivan y David Gold, quienes tuvieron que ser escoltados para abandonar el estadio cinco minutos antes de que finalizara el partido.
Un aficionado del West Ham toma el banderín de córner y lo planta en el centro del campo. Esto es surrealista. pic.twitter.com/EAmxtQtob0
— Luis Fando (@LuisFando) 10 de marzo de 2018
Hinchas del West Ham entraron al campo de juego para agredir a sus jugadores pic.twitter.com/s9e3O5RBFT— FutbolData ? (@data_futbol) 10 de marzo de 2018
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El ambiente hostil hizo que familias salieran del inmueble antes del silbatazo final, incluso los jugadores que se encontraban en el banquillo de suplentes del Burnley cedieron su lugar a niños para resguardarlos.
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