La esgrimista Paola Pliego anunció que dejará de competir por México para representar a otro país: Uzbekistán. Pliego adquirió la nacionalidad uzbeka, cansada del nulo apoyo del Comité Olímpico Mexicano y la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), ante las trabas que, desde su presunto dopaje, terminaron por bloquearla de la Federación Mexicana de Esgrima.
“Ante los atropellos e infamias de los que he sido víctima por las autoridades deportivas mexicanas, he decido aceptar representar otro país que generosamente me ha abierto sus puertas”, reveló Pliego.
En Acción LSR te presentamos la cronología del caso de la esgrimista mexicana Paola Pliego.
Positivo
Tan sólo tres días antes de los Juegos Olímpicos de Río 2016, a Paola Pliego le avisaron que no podría competir en esgrima de la justa deportiva porque había arrojado positivo en modafinil tras una prueba antidopaje.
“Mi consciencia está limpia. No arriesgaría mi carrera, el bienestar de los míos, y en el caso de esta sustancia, mi propia vida”, declaró la atleta entre lágrimas en una conferencia de prensa tras la noticia que impactó al deporte mexicano.
Rechazo de la Federación Mexicana de Esgrima
Tras el escándalo, la esgrimista recibió la llamada de Jorge Castro, presidente de la Federación de Esgrima, quien le anunció que no tendría más su apoyo; esa fue la última vez que habló con él.
“Me dijo ‘Paolita, te quiero decir que yo no me puedo ver como que apoye a una atleta que se dopó, entonces, hasta ahí se quedó, bye”, señaló Pliego en una entrevista para ESPN.
Señalada, Pliego fue dada de baja de inmediato de la Federación, viendo como se le iba de las manos el sueño olímpico.
Inocencia
Segura de su inocencia, se abrió la prueba B en Alemania y un mes después se confirmó que había sido un error de laboratorio de la Conade. Sin ninguna disculpa, el 3 de noviembre de 2016, fue exonerada por la Agencia Mundial Antidopaje, pero la pesadilla no terminó ahí.
Nulo apoyo
Desde hace tres años, Paola Pliego no competía por México debido a los problemas con Jorge Castro. La Federación de Esgrima le negó a Paola la inscripción al Campeonato Mundial de Esgrima en junio de 2018. También le negó la participación a los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018, pese a tener pase directo.
Falsas promesas
Todas las promesas de Carlos Padilla, titular del Comité Olímpico Mexicano, se quedaron en el aire. Así, inició el proceso legal.
“Paola creyendo en la palabra del Padilla, no se presenta a los selectivos, y cuando viene la lista final, la ponen en la lista larga, pero no la ponen en la lista final de los atletas que participarán en los Centroamericanos, entonces iniciamos un recurso de apelación”, confirmó para ESPN el abogado de la esgrimista.
Pliego tiene una demanda por daño moral contra el laboratorio de la Conade y la Federación de Esgrima.
Competir por otro país
Hasta hace unos meses, la mexicana tenía la ilusión de representar a su país en los Juegos Olímpicos Tokio 2020, pero tras ser borrada de la delegación nacional, ahora representará a Uzbekistán.
Después de una batalla legal que ha sostenido desde 2016 sin mayor éxito, la atleta anunció a través de sus redes sociales que como el deporte mexicano la “ha decepcionado y abandonado”, representará a dicho país asiático, que le abrió las puertas, y lo hará a partir del Campeonato del Mundo de Budapest.
No hay peor despedida, que la que nunca planeaste hacer, pero recuerda que para empezar una nueva etapa tienes que cerrar otra, el final es de donde empezamos. pic.twitter.com/XH8q1oBiRr— Paola Pliego (@PaolaPliego) 3 de julio de 2019
Paola Pliego exhibió al deporte mexicano
Pliego dedicó un breve mensaje para Ana Gabriela Guevara, directora general de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), de quien se dijo “decepcionada terriblemente con la falta de empatía”.
También hacia Carlos Padilla, presidente del Comité Olímpico Mexicano, quien prometió ayudarla para el proceso de los Juegos Panamericanos de Lima 2019: “Lo más valioso del ser humano es su palabra y tu palabra no vale nada. Creí en ti”.
Mientras que, para Alfredo Castillo, exdirector de la Conade: “me viste llorar y sufrir por algo injusto. Sabías que era inocente y no hiciste nada”.
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