Main logo

Esquiador gay romperá barreras en Olímpicos de Invierno

Gus Kenworthy será el primer competidor abiertamente homosexual que compite dentro de la justa invernal

Escrito en DEPORTES el

El mes de febrero marcará el inicio de los Juegos Olímpicos de Invierno Pyeongchang 2018, en Corea del Sur, donde el esquiador norteamericano Gus Kenworthy escribirá una de las primeras memorables historias al participar tras haber reconocido abiertamente ser gay, con lo que espera ser ejemplo para la sociedad.

Con solo 26 años de edad, el deportista nacido en el Reino Unido de madre inglesa y padre norteamericano logró generar titulares al ‘salir del clóset’ y convertirse, tal vez sin quererlo, en un referente para millones de atletas que todavía luchan contra la discriminación y que por ello han optado por ocultar sus preferencias sexuales.

Kenworthy creció en Telluride, Colorado, localidad considerada como una ciudad reconocida como una de las cunas del esquí deportivo. Su inclinación siempre fue hacia las competencias de salto y su vida deportiva la inició a temprana edad al ser ésta la forma en la cual podía ocultar sus preferencias sexuales.

Me exigía más que cualquier otro para compensar por esto que yo sentía estaba mal conmigo”, señaló el atleta en una entrevista concedida a la cadena ESPN en 2015, año en el que dio a conocer de forma abierta sus preferencias sexuales.

El hecho de que el mundo del freestyle sea considerado exclusivo para “machos” no ayudó a mejorar su situación. Sus compañeros alardeaban sus conquistas femeninas y solían utilizar términos como “marica” y “gay” como algo peyorativo. “Cuando se utiliza ese tipo de lenguaje, lo único que genera es que te metas todavía más dentro del clóset”.

Adiós a las sombras

En octubre de 2015, Kenworthy tomó la determinación de romper los tabúes y poner fin a sus fantasmas, al declarar en la entrevista con ESPN lo relacionado a sus preferencias y sentimientos. Y lo hizo, de acuerdo con sus propias declaraciones, para poder hacerlo en sus propios términos y “ayudar a niños que se encontraban en una situación similar a la suya”.

El deportista olímpico que se colgó una medalla de plata en los JJOO de Invierno de Sochi (Rusia) en 2014 ganó notoriedad antes de hacer su declaración pública al rescatar a una familia de perros callejeros mientras se encontraba en suelo soviético. El esquiador luchó por traer a Estados Unidos a una perra y a sus cuatro cachorros, algo que consiguió tras quedarse un mes adicional en Sochi para procesar los papeles necesarios.



En pareja desde 2016 con el actor Matthew Wilkas, el deportista ha contado su historia de vida en distintas oportunidades alrededor de todo el mundo, a la espera de inspirar a otros a seguir su camino. A diferencia de muchos de sus colegas que prefieren mantenerse alejados del revolucionado mundo de la política, el esquiador ha hecho pública su postura con respecto a distintas medidas anti-LGBT como la que buscó prohibir a las personas transgénero de las Fuerzas Armadas.

Los miembros del equipo olímpico norteamericano suelen ser invitados a visitar la Casa Blanca una vez terminada la contienda deportiva, pero Kenworthy aseguró que no tiene intenciones de conocer al actual presidente en curso. “No quiero fingir un apoyo que no existe”, dijo el deportista sobre la administración Donald Trump.



Independientemente de su rol como embajador de la comunidad LGBT, el atleta profesional es uno de los favoritos a conseguir una medalla en Corea del Sur, dentro de una disciplina que suele favorecer a los deportistas norteamericanos.

No creo que hubiese podido salir del clóset hace 30 años y ser a la vez exitoso dentro de mi deporte”, dijo Kenworthy a la revista TIME. “Mi historia es indicadora de un cambio”.



jla