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Escuela de Madrazo pervive en el Maratón de la CDMX

Aún presentes pero en menor número, los "tramposos" del Maratón de la Ciudad de México se hicieron presentes en el estreno de la etiqueta de oro de la IAAF

Escrito en DEPORTES el

A diferencia de años pasados, el Maratón de la CDMX 2019 tuvo menos quejas por los famosos corredores tramposos, pero el tema es aún de escándalo. La edición XXXVII que se corrió este domingo estrenó la etiqueta de Oro de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés), sin embargo, no desaparecieron los que cortaron camino y recogieron la medalla de finalistas.

Aunque los “corredores de chocolate” no fueron esta vez la legión que años pasados le construyó mala fala al Maratón CDMX, algunos fueron evidenciados en redes sociales, como el caso denunciado en la cuenta @yasecansaron, que expuso a un corredor que salió a las 7:05 horas de Ciudad Universitaria y descansaba en el Monumento a la Revolución a las 9:02 y sus registros parciales indicaban que sólo corrió 2 kilómetros.  

Un texto de la revista británica The Economist asegura que el año pasado, 5 mil de los 28 mil participantes que incluso terminaron la carrera fueron descalificados por tomar atajos en las calles de la capital mexicana, o incluso por tomar el Metro de la CDMX para reducir tiempo y alcanzar mejores marcas.

De acuerdo al texto publicado, además de los descalificados, cientos más fueron separados a mitad de la competencia. “Ninguna otra carrera despoja a tantos corredores de sus lugares”, destaca la revista.

Etiqueta de Oro

El Maratón de la Ciudad de México estrenó su etiqueta de oro, que lo hace el único maratón de Latinoamérica en presumirla. Además de otorgar premios económicos que incluyen 550 mil pesos al primer lugar, 245 mil pesos al segundo y 180 mil pesos al tercero, y así hasta el décimo sitio, en la categoría elite, la competencia entrega puntos para correr en las justas deportivas más importantes del mundo.

¿Por qué atrae tantos tramposos?

En los últimos seis años, las medallas han sido estampadas con la leyenda “México”, lo que ha motivado a algunas personas a engañar, le dijo a The Economist, Javier Carvallo, jefe de la Maratón de la CDMX. Pero este año hay una nueva estrategia con una serie de seis, que juntas formarán un mapa de la ciudad.

“Muchos mexicanos piensan que pagar la tarifa de entrada de 650 pesos les da el derecho a correr la carrera como quieran”, dice Carvallo.

Las redes sociales también fomentan a los tramposos, quienes se desesperan por publicar una selfie en la meta de la carrera.

“Pero las presunciones en Facebook e Instagram son arriesgadas. Presumir una medalla sin una gota de sudor puede conducir a la descalificación. Corredores serios y celosos o amigos entusiastas llevan a los sospechosos a organizadores”, asegura Carvallo.

The Economist explica que la mayoría de los corredores falsos son fáciles de localizar, pues cada uno lleva un chip que se detetcta a través de los puntos de control electrónicos ubicados a lo largo de los 42 kilómetros de la justa, así que nadie se escapa del análisis de los jueces y las asociaciones internacionales.

El ejemplo de Roberto Madrazo

Roberto Madrazo, excandidato presidencial por el PRI, hizo lo que ahora el Maratón de la CDMX trata de erradicar desesperadamente. “El hombre más rápido de México”, fue descalificado en 2007 del Maratón de Berlín, donde hizo trampa para terminar en primer lugar.

El exgobernador de Tabasco llegó a la meta sonriente, sin sudor y con un aspecto físico muy saludable. Madrazo había competido en la categoría de varones de 55 a 59 años y realizó el recorrido de 42.195 kilómetros en dos horas, 41 minutos y 12 segundos.

La trampa de Madrazo se descubrió porque en los registros de los chips que portaba cada participante, no se encontró la información de Roberto Madrazo correspondiente al trayecto entre los kilómetros 20 y 35.

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