Hace cinco años un aficionado portugués interesado en descubrir todos los secretos del futbol, comenzó a hackear las redes legales y financieras que hacen posibles las operaciones de la industria millonaria del deporte más famoso del mundo.
Durante años, Rui Pinto de 31 años, sustrajo documentos internos y convenios secretos que revelaban practicas cuestionables y delictivas de los equipos, jugadores y abogados. Bajo el seudónimo de John, Pinto dio a conocer información confidencial entre lo que se encontraban contratos de jugadores, documentos internos de las finanzas de los equipos y correos electrónicos confidenciales.
Toda esta información la publicó de manera anónima en una plataforma que fue bautizada como Football Leaks. Aunque las revelaciones fueron ilegales, dieron pie a la imputación penal de varios jugadores famosos en casos fiscales e incluso ayudaron a que funcionarios en Estados Unidos reabrieran una investigación por agresión sexual que involucraba a Cristiano Ronaldo.
Los afectados entre equipos, agentes e investigadores amenazaron con arrestarlo.
Sin embargo, entre los datos obtenidos por Pinto, se ocultaba un secreto mayor. De acuerdo al New York Times, antes de ser detenido, Rui Pinto se ocultó y se reunió en 2018 con su abogado francés, William Bourdon para comentarle que creía que había obtenido información sobre cómo Isabel dos Santos, la mujer más rica de África e hija del expresidente de Angola, había hecho su fortuna de 2000 millones de dólares.
Los secretos revelados provocaron que Dos Santos fuera investigada. La mujer más rica de África es acusada de saquear la petrolera estatal de Angola y otras instituciones con el propósito de financiar un creciente imperio empresarial que incluía inversiones en la exportación de diamantes del empobrecido país, así como la empresa dominante de telefonía celular, dos bancos y la mayor cementera.
Dos Santos podría enfrentar cargos de malversación en Angola. Algunos de sus activos ya se encuentran congelados y su banco ha comenzado a investigar transferencias por un valor de decenas de millones de dólares.
Lo revelado por Pinto fue conocido como “Luanda Leaks”. El hacker no solo sembró el pánico en las figuras de poder del futbol, también a despachos de abogados y otros servicios profesionales que hacían posibles sus actividades.
La conexión entre las filtraciones sobre futbol y las acusaciones a Dos Santos, es que ambas incluyeron la divulgación de documentos confidenciales del poderoso despacho de abogados PLMJ, con oficinas en Lisboa, Portugal. Por tal motivo, Pinto enfrenta varios cargos en su país por el acceso ilegal que tuvo al servidor de PLMJ.
Cuando Rui Pinto buscaba los secretos del futbol, se topó con la información que revelaba las empresas en las que Dos Santos y su esposo tenían participación mayoritaria. Pese a que Pinto no estaba seguro del tipo de información que había descubierto, decidió pedirle ayuda a su abogado.
En entrevista William Bourdon, el abogado, dijo que llegaron a la conclusión de la complejidad de la información, por lo que decidieron compartirla con el Consorcio Internacional de Periodistas Investigativos.
Aunque Isabel dos Santos intentó negarlo afirmando que era “un ataque político muy concentrado, orquestado y bien coordinado, con miras a las elecciones del próximo año en Angola”, su argumento no tuvo credibilidad al tratarse de una revelación hecha por Pinta, un ciudadano portugués sin ningún vínculo con Angola.
La investigación en Angola está centrada en el tiempo en que Isabel dos Santos dirigió Sonangol, el monopolio petrolero estatal.
Los documentos filtrados detallan la forma en que Dos Santos explotyó los recursos de su país y adquirió participaciones en industrias angoleñas vitales como telecomunicaciones, diamantes y construcción, en muchos casos a través de órdenes autorizadas por su padre. La empresaria ha negado la conducta ilícita señalando que su fortuna fue hecha por sus propios esfuerzos.
Con información de New York Times
(Daniela Muñoz)