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El duro camino de Simone Biles antes de despedirse de Tokio con medalla de bronce

Incrédula, agradecida y sonriente finalizó su participación en estos ciclo olímpico que fue desde abuso hasta una crisis de ansiedad

Escrito en DEPORTES el

Los obstáculos, sacrificios y situaciones adversas son factores constantes en la carrera deportiva de los atletas, sin embargo una historia que capturó los reflectores en Tokio 2020 fue la de Simone Biles, quien sobresalió en Río 2016 por su talento y forma de pedirle al mundo respeto para su carrera como la mayor gimnasta de los últimos cinco años. 

"No soy la próxima Usain Bolt o la próxima Michael Phelps, soy la próxima Simone Biles", respondió en 2016 a un reportero que intentaba resaltar su actuación sobresaliente en esa justa olímpica que la llevó a convertirse en la gimnasta más premiada del mundo. 

(Fotografía: Olympics)

Entonces ganó cuatro medallas de oro en las pruebas de suelo y salto así como en el "All Around" individual y por equipos; tras finalizar ahí también sumó 10 medallas más en el ciclo olímpico rumbo a Tokio 2020.

Pero antes de que esto sucediera la gimnasta vivió una infancia difícil tras ser adoptada por su abuelo Ronald y su esposa Nellie, quienes se hicieron cargo de ella y de su hermana Adria porque la corte de Estados Unidos le retiró la custodia a su madre debido a problemas de drogadicción; en ese momento también se enfrentó a la separación de sus otros dos hermanos Ron y Adam, quienes se fueron con la hermana de su abuelo Ronald. 

La estrella estadounidense llegó a preguntarse cómo habría sido su vida si su madre no se hubiera convertido en drogadicta, "A veces me pregunto si mi madre biológica se arrepiente", confesó. 

Un segundo momento durante su adolescencia también marcó su camino rumbo a Tokio 2020 tras confesarse sobreviviente de abuso sexual por el ahora preso exmédico del equipo estadounidense, Larry Nassar, quien contó justificaba darle "tratamiento especial" cuando en realidad se trataba de abuso sexual. 

"Me rompe el corazón pensar que mientras trabajo hacia mi sueño de competir en Tokio 2020 tendré que regresar continuamente al mismo centro de entrenamiento donde abusaron de mí", contó luego de que las historias de sus compañeras Gabby Douglas, McKayla Maroney y Aly Raisman lo denunciaran. 

Finalmente el hombre fue condenado a 60 años de prisión por tener imágenes de pornografía infantil en su ordenador.

Para llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 la atleta tuvo que preparase por casi toda su vida. Su sueño comenzó a los seis años luego de una visita escolar a un centro de gimnasia que la motivó a iniciar su entrenamiento apoyada por Aimee Borman, su actual coach. 

"Un día decidió que sería una gran gimnasta y desde entonces lo ha hecho todo para lograrlo", dijo en entrevista para Time. Eso implicó que en 2012 decidiera estudiar desde casa para dedicar de 20 a 32 horas de entrenamiento a la semana. 

Para Tokio 2020 señaló que se sentía físicamente lista porque se había preparado toda su vida pero de alguna forma su mente no conectaba con su cuerpo y no podía seguir compitiendo. 

"Estaba bien y luego sucedió esto, y es algo que estaba fuera de mi control", declaró. 

Jueces, compañeras, atletas y público esperaban mucho de ella estas olimpiadas y cargando con toda esa presión en sus hombros decidió abandonar la final en equipo para no perjudicar los resultados. Al principio se especuló que tenía una lesión en el pie pero después dijo que tenía que ver con una cuestión de salud mental y que no saldría a complacer al resto pues experimentó una crisis de pánico que la hacía querer vomitar tan sólo de ver al resto dar piruetas en el aire.

Se retiró de todas sus siguientes participaciones individuales pues ya era finalista y se esperaba que se despidiera de Tokio sin poder subir al podio, sin embargo en la final de salto de viga apareció para competir y colgarse las medalla de bronce.

"No esperaba ganar una medalla, sólo estaba compitiendo en esto por mí", aclaró Biles después de reaparecer triunfante.

Previo a ganar el tercer lugar tuvo contención por parte del doctor de la Federación Internacional de Gimnasia que antes de cada prueba para la que había clasificado le hacía una serie de preguntas para determinar si podría competir y en cada una fue negativo hasta salto de viga; a la par recibió atención psicológica con la especialista del Comité Olímpico de Estados Unidos, quien le ayudó a aceptar el hecho de que no se mostraría en las pruebas finales.

Fotografía: Instagram @Simone Biles

"Que me hayan dado el visto bueno para competir en viga de equilibrio, lo que pensé que no iba a suceder, estar aquí en unos Juegos Olímpicos significó todo para mí", confesó.

Biles se despidió de Tokio con una sonrisa y agradeció a su equipo que la apoyó en todo momento.

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