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El día que Babe Ruth dio su último batazo en México

Hoy se cumplen 124 años del nacimiento de Babe Ruth, así fue el último de sus batazos en su carrera profesional en México

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Fue el 30 de mayo de 1946, cuando el Parque Delta fue el escenario de la real despedida del béisbol de Babe Ruth. Más de 18 mil personas lo vieron irse del béisbol muy a su estilo, con un enorme batazo más allá de las bardas del rightfield.

El público mexicano hizo una gran entrada de boletos agotados, al que fuera el máximo jonronero en la historia de Las Grandes Ligas. Sin embargo, ese no fue uno de los 714 jonrones de su record, por dos motivos: No fue en Grandes Ligas y no ocurrió en un juego formal, sino como espectáculo, una exhibición de lo que quedaba del poder del Bambino.

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De acuerdo a Huffpost, Jorge Pasquel, el encargado de traer a Ruth, estaba en lo mejor de su empeño por poner a jugar a México al nivel de las Grandes Ligas. Pasquel buscaba las mejores formas de promover el béisbol, por eso se le ocurrió trae a George Herman (Babe) Ruth, quien se había retirado 11 años antes, a comienzos de la temporada de 1935.

Cuando Ruth llegó a tierra mexicana, tenía 51 años y aparentemente gozaba de buena salud. No presentaba ningún síntoma del cáncer en la garganta que acabó con su vida 27 meses más tarde, el 15 de agosto de 1948.

Pasquel le pidió que diera una exhibición de bateo en el Delta antes de comenzar la serie entre Azules del Veracruz y Diablos Rojos del México. Ruth aceptó y pensó que todavía podría poner un batazo del otro lado si le pasaban la pelota. En un principio se quejó de que las bardas estaban muy lejanas, pero luego le explicaron que por la altitud de la ciudad de México, la pelota caminaba bastante.

Ese día Babe Ruth salió al terreno de juego y el público lo recibió con una de las grandes ovaciones que nunca se habían visto en la historia del Parque Delta. Ruth y Pasquel se pasearon por el diamante de un lado a otro de las tribunas principales.

El problema fue cuando Pasquel le pidió al pitcher cubano Ramón Bragaña, entonces de los Azules del Veracruz, que le lanzara como en una práctica de bateo. Pero el cubano, al querer lucirse frente al viejo Ruth, comenzó a tirarle rectas a su mayor velocidad, a las cuales no podía conectar el hombre, quien no bateaba nada hacía más de una década.

Pasquel, muy enojado, quitó a Bragaña y mandó a lanzar al mexicano Alberto Romo, con instrucciones muy precisas de lo que debía hacer.


Entonces sí, el viejo Ruth se vio muy feliz, al igual que los más de 18 mil espectadores, quienes estaban delirantes, gritaban y aplaudían al ver salir la pelota, gracias a su batazo tan enorme, que pasó a más de tres metros de altura sobre las bardas de la derecha.

Además, esa misma tarde, Pasquel dio por terminado el contrato con Ramón Bragaña, y lo mandó de regreso a La Habana. Adolorido y sin trabajo.

dmv