Main logo

De defraudado por inmobiliaria a candidato independiente por Miguel Hidalgo

Esta víctima de otro “cártel inmobiliario” quiere ser alcalde sin partido en la CDMX

Por
Escrito en METRÓPOLI el

Harto del caos que ha provocado un “cártel inmobiliario” en la delegación Miguel Hidalgo, y después de participar en varias luchas ciudadanas, Gustavo García Arias decidió en agosto de 2017 buscar la candidatura independiente a la alcaldía. Lo acompañan 10 vecinos que constituyen su fórmula para concejales.

El ''''cártel'''' inmobiliario de CDMX; sus operadores en el gobierno de Mancera

Lograron las firmas de apoyo y, el domingo pasado, el Instituto Electoral de la Ciudad de México entregó a Gustavo y su equipo el registro de las candidaturas a la alcaldía y concejalías. Será el único “sin partido” de esta demarcación que participará en la contienda. La campaña arranca el 29 de abril.

En 2011, Gustavo García adquirió un crédito hipotecario y junto con un “préstamo” que le hizo su padre, compró un departamento de casi 3 millones de pesos en la calle Presa Falcón, colonia Irrigación, una zona para él “mal llamada” por especuladores inmobiliarios el “Nuevo Polanco”, en la delegación Miguel Hidalgo.

Su papá le hizo énfasis en revisar bien el contrato, en leer las letras chiquitas varias veces. Lo hizo, pero hasta ese momento no encontró nada raro.

Un año después su padre falleció. Gustavo, de 41 años de edad, ya había adquirido el departamento en preventa. Se decidió por esta opción porque la constructora española grupo LAR le aseguró que el edificio donde estaría su hogar formaría parte de un proyecto del arquitecto Legorreta, de 50 mil metros cuadrados denominado el Plan Maestro para Polárea.

El proyecto consistía en cinco torres, de las cuales sólo se construyeron dos. El 57 por ciento era de área común. Les prometieron que habría parques y plazas semiprivadas. La publicidad que repartían señalaba que eran departamentos con acabados de lujo y que formaban parte del Plan Maestro de Legorreta.

Comenzaron a construir una torre que no tenía nada qué ver con lo que me habían prometido. Acudí a la constructora y me dijeron que estuviera tranquilo porque todo el proyecto se iba a cumplir. Escrituré y fui de los primeros habitantes”, indica en entrevista con La Silla Rota.

A finales de 2013, la constructora entregó el departamento a Gustavo y desde que lo recibió se percató que tenía fallas. Conoció a otros propietarios en el mismo condominio y coincidieron que había irregularidades, mala calidad en los materiales y promesas incumplidas.

Ya en ese entonces se inundaba el sótano y hubo un desplome del elevador, donde iba adentro una niña. No pasó a mayores, sólo el susto.

COMPRARON UN ENGAÑO

Pasaron los meses y el arquitecto Legorreta falleció. Entonces, el complejo fue vendido a grupo Carso y el proyecto que la constructora prometió para vender los departamentos no se concretó.

Comenzaron a construir una torre que no tenía nada qué ver con lo que me habían prometido. Acudí a la constructora y me dijeron que estuviera tranquilo porque todo el proyecto se iba a cumplir. Escrituré y fui de los primeros habitantes”, indica en entrevista con La Silla Rota.

Investigó y encontró que las escrituras del predio donde está el edificio no contaban con el uso de ocupación, un trámite que debe de realizar la delegación para dar el visto bueno. Ahí comenzó su activismo. A partir de ese momento tuvo reuniones con autoridades de Miguel Hidalgo.

En el proceso de la investigación se topó con trabas en los gobiernos, central y delegacional. “Se echaban la bolita para no dar a conocer los proyectos”. No les dieron documentos de la obra.

Después de muchas inconformidades se creó un comité y una asamblea de vecinos. Se enteraron de varias “mañas” de la inmobiliaria.

Hubo decenas de agravios y decidimos, ante la insolencia de la constructora, desatención y que reconocieron que el predio ya lo habían vendido a grupo Carso, interponer una demanda de acción colectiva, la cual sigue en curso”.

En la actualidad, el Plan Maestro de Legorreta no se ha llevado a cabo y la torre donde Gustavo vive quedó como una isla porque el predio donde llevarían a cabo las demás fases está vacío, y se vendió. “No van a hacer el proyecto, nunca nos informaron por escrito ni hicieron las reparaciones que se debían”.

LA LUCHA VECINAL

Gustavo cuenta que se sintió engañado y defraudado porque adquirió una ilusión que quedó en maquetas y fotografías. De eso nada fue real. Con el tiempo se involucró con otros vecinos de la delegación por casos similares.

En estos años de activismo, Gustavo ha aprendido que aparentemente hay un cúmulo de lagunas en la ley que parecen casualidades, pero que han estado insertadas en la normatividad con el fin de evadir las irregularidades inmobiliarias. Ese es un modus operadi que se repite en toda la ciudad.

Después de mucho tiempo me he dado cuenta que hasta donde hemos investigado, potencialmente hay cientos de casos en la Miguel Hidalgo donde escrituraron sin el uso de ocupación, y están igual que nosotros”.

Relata que al ver todas esas inconsistencias, engaños del gobierno y empresas se involucró de lleno en la lucha vecinal.

Todo esto quizá fue parte del sentimiento que me produjo la muerte de mi padre y del compromiso que establecí con él de que me daba el dinero con la condición de que cuidaría mi patrimonio. Sentí que lo defraudé, porque tengo el sabor de que fui engañado. Así me metí primero, y luego me enteré de muchas cosas y generé comunidad”.

Así fue como Gustavo, abogado de profesión, comenzó a contactar a otros vecinos y se integró al Comité Vecinal de la colonia Irrigación. Inició una pelea en contra este “cártel inmobiliario” en la delegación Miguel Hidalgo.

Ha participado en luchas ciudadanas como la que impidió la Rueda de la Fortuna en el Bosque de Chapultepec, y es de los opositores de la Línea 7 del Metrobús, que corre por Paseo de la Reforma.

Gustavo, al igual que su equipo y sus candidatos a concejales, está consciente que la contienda por la alcaldía de Miguel Hidalgo será complicada, mas no imposible.

Ha establecido varios escenarios donde podría ganar, ya que las campañas de los principales candidatos: Víctor Hugo Romo de “Juntos Haremos Historia” y Margarita Martínez Fisher de “Por la CDMX al Frente”, las define como pésimas.

También le apuesta tanto a las redes sociales como a las redes vecinales que ha tejido, así como al hartazgo de los vecinos hacia los “malos gobiernos” que ha tenido la delegación Miguel Hidalgo.

Para Gustavo, el hecho de aparecer en la boleta es un triunfo, ya que el objetivo de esta candidatura es “visibilizar las luchas sociales que hemos emprendido todo el colectivo y posicionar la agenda ciudadana en Miguel Hidalgo y en la ciudad”.

jamp