Quizá te parezca muy engorroso presentar tu declaración anual ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Sin embargo, si no lo haces puedes afrontar grandes consecuencias, no sólo por las multas que pueda cobrarte la autoridad, sino en otros rubros como su historial crediticio.
#ComunicadoSAT Más de un millón 890 mil contribuyentes han presentado su Declaración Anual, lo que representa un cumplimiento 10% mayor respecto al año anterior.
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La declaración anual es obligatoria para las personas físicas que hayan obtenido ingresos por prestar servicios profesionales, rentar bienes inmuebles y realizar actividades empresariales, así como por la enajenación y adquisición de bienes y percibir salarios e intereses, entre otros.
De acuerdo con el SAT, quedan exentos de esta obligación quienes reciben ingresos únicamente por salarios o salarios más intereses bancarios nominales hasta por 20,000 pesos.
Están libres de este deber aquellas personas que hayan trabajado un año de calendario con un solo patrón y hayan ganado menos de 400,000 pesos. Si reciben más, están obligados a presentar su declaración anual, si no, la obligación cae en el patrón
SANCIONES
Las sanciones por cada obligación no declarada van de 1,400 a 17,370 pesos, mientras que cada obligación presentada fuera del plazo señalado puede representar una multa entre 1,400 y 34,730 pesos, montos oficiales.
Cuando un contribuyente no presenta las declaraciones por Internet y está obligado a ello o si las presenta fuera del plazo o éstas no cumplen con los requerimientos de la autoridad, puede derivar en una multa que va de 14,230 a 28,490 pesos.
HISTORIAL CREDITICIO, OTRA AFECTACIÓN
Desde el 2008, el SAT comparte la información sobre adeudos fiscales con las sociedades de información crediticia (SIC) del país, es decir, con las empresas Buró de Crédito y Círculo de Crédito.
Las SIC son las empresas encargadas de recopilar y administrar la información relativa al historial crediticio de las personas.
Tener un mal historial crediticio es sinónimo de haber fallado en el pago de préstamos y, por ello, se nos puede dificultar acceder a créditos importantes para la construcción de un patrimonio, como los hipotecarios, o se nos pueden otorgar con condiciones distintas, como tasas de interés más altas.
AJ