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Dominan ofertas en racimo de servicios gratis en debate CDMX

También lanzaron críticas por corrupción, aliados incómodos, compra de votos, malas gestiones y hasta "exmaridos"

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Escrito en METRÓPOLI el

El segundo debate entre los candidatos a jefes de Gobierno se caracterizó por un bombardeo generalizado de ofertas de programas sociales y servicios gratuitos  a los capitalinos, en caso de ganar.

En el debate, transmitido por Canal Once del IPN, lo mismo ofrecieron pensiones para amas de casa, transporte público gratuito para estudiantes, análisis clínicos también sin costo, agua gratis, que se lanzaron acusaciones  sobre el uso de recursos de la reconstrucción para la compra de votos o el pago de un sobrecosto de 11 veces el valor de un puente. 

La candidata de "Juntos Haremos Historia", Claudia Sheinbaum, dijo que, de ganar, entregará pensiones a los adultos mayores sin demoras "como actualmente ocurre" y apoyos a madres solteras y a personas con discapacidad.

La candidata de “Por la CDMX al Frente”, Alejandra Barrales, propuso que su gobierno irá por la descentralización de los servicios educativos y la cobertura al 100 por ciento en el nivel superior, y ofreció gratuidad en el transporte público para estudiantes de preparatoria y universidad. Al hacer esta propuesta mostró una cartulina con el prototipo de la tarjeta que se entregaría, que traía en medio una fotografía de su rostro.  Además ofreció exámenes de laboratorio gratuitos para jóvenes de entre 15 y 17 años.

Mikel Arriola, del PRI ofreció 3 mil 200 pesos mensuales de pensión para amas de casa de 60 años y más. Esta es una propuesta similar a la que Barrales, quien prometió 2 mil 500 pesos a las jefas de familia. El ex titular del IMSS ofreció a los damnificados demoler de inmediato los edificios, y reconstruirlos sin costo.

También hubo ataques entre ellos, como cuando el candidato del PRI, Mikel Arriola acusó a Claudia Sheinbaum de que durante su paso por  la Secretaría de Medio Ambiente, el Puente de los Poetas, que costó 26 mil millones de pesos, tuvo un sobrecosto de 11 veces su valor real, a lo que la candidata de Juntos Haremos Historia le respondió así:

“Mikel Arriola, mientes, y no creo valga la pena detenerme”.

Otro momento destacado fue cuando Barrales le dijo a Sheinbaum que le agradecía haber limpiado de corrupción al PRD y llevarse a Morena a los corruptos, como René Bejarano, Francisco Chiguil o Carlos Imaz, al que se refirió como esposo de la exdelegada de Tlalpan.

Sheinbaum otra vez recurrió a una frase breve para contestar. Viendo a la cámara, dijo:

“Quién quiere hablar de ex maridos, la verdad”.

Más tarde, Barrales volvió a la carga y reprodujo un audio del padre de uno de los 19 menores víctimas del Colegio Rébsamen, que retaba a Sheinbaum a demostrar que como delegada de Tlalpan no tuvo responsabilidad en la tragedia, luego de que no clausuró la construcción.

Fue un momento que Arriola aprovechó y ofreció llevar a la cárcel a “la corrupta” de Sheinbaum.

La candidata de "Juntos Haremos Historia" también usó el debate para hacer una acusación. Aseguró que 3 mil millones de pesos del Fondo de la Reconstrucción están siendo usados para la compra de votos para la campaña de Barrales.

Mikel también enfocó sus baterías contra Barrales y la acusó de delincuencia electoral por repartir tarjetas para apoyar a mujeres y la perredista le recordó que el candidato a la presidencia del PRI, José Antonio Meade, también ofrece tarjetas. Arriola volvió a la carga y le recordó lo de sus departamentos en Miami y Polanco. Barrales lo retó a probar la acusación sobre tener una propiedad en Polanco y dijo que en caso de ser cierta, entonces ella renunciaba a su candidatura, pero si no era cierto, entonces que el candidato del PRI lo hiciera. Arriola dejó sin respuesta el reto.

El segundo debate se realizó en las instalaciones del Canal Once, que nuevamente prestó sus estudios para el desarrollo del ejercicio democrático. Asimismo dio alojamiento a los representantes de los medios de comunicación que acudieron a ver el intercambio de ideas, y también de descalificaciones de los aspirantes a la jefatura de gobierno.

LA SEGURIDAD

Como en el primer debate chilango, las instalaciones de Canal Once, donde se realizó el debate fueron blindadas con mil 500 policías, 83 vehículos policiacos y el sobrevuelo de un Cóndor.

La calle de Carpio por donde se entra a la televisora del Politécnico fue cerrada y cercada por policías, y en los alrededores también había apostados otros.

Pero lo más impresionante fueron los elementos de Fuerza de tarea y su equipo antiexplosivos, ubicados en una carpa frente al Canal Once. Estaban listos no solo para detectar artefactos explosivos con espejos o perros, sino para desactivarlos, ya sea manualmente por especialistas con uniformes con un peso de 30 kilogramos, o robots de aluminio de 400 kilogramos y un contenedor para hacerlos detonar sin riesgo.

Aunque la presencia de explosivos no es común denominador en México, la precaución no estaba de mas si se toma en cuenta que en promedio cada dos meses se detecta un artefacto con esas características.

Otra medida de seguridad era la revisión de cada individuo, que si salía, volvía a ser revisado.

LA PASARELA

Minutos antes de las 17:25 horas, una colaboradora de Barrales salió de la sala de prensa y se dirigió a la puerta del estacionamiento del Canal 11. Casi al mismo tiempo, equipo de Claudia Sheinbaum también fueron a la entrada. Eso fue la señal para saber que ya habían llegado las candidatas punteras.

La aspirante de la coalición “Por la CDMX al Frente” bajó de su automóvil a unos metros de la puerta y entró caminando. Los demás lo hicieron en automóvil. Barrales Magdaleno llegó con un "look" más sobrio, uno que usaba cuando fue candidata por primera vez a la Jefatura de Gobierno en 2012.  Durante el debate apareció con un saco negro para diferenciarse de las otras tres candidatas: Claudia, Mariana Boy y Lorena Osornio que iban de blanco.

A diferencia del primer debate, en esta ocasión Barrales tenía un aspecto parco al pasar por el área donde estaban los medios de comunicación. Sonreía de manera discreta y saludaba a las cámaras.

Sheinbaum pasó la puerta 10 minutos después de la candidata de la coalición “Por la CDMX al Frente”. Descendió de su Aveo gris con una sonrisa muy marcada.

La candidata de "Juntos Haremos Historia", la puntera en la encuesta de LA SILLA ROTA y CULTURA COLECTIVA, proyectaba confianza y seguridad. De inmediato al ver que las cámaras la apuntaban levantó las dos manos y con la V de la victoria se acercó al corral (así es como le dicen a las áreas destinadas para prensa en eventos públicos). Un fotógrafo le preguntó: “¿lista para el debate?”. Sheinbaum respondió con una sonrisa: “lista para ganar la elección”. 

En el anterior debate, Sheinbaum Pardo lució más seria al pasar por el stand de prensa. Ahora a un mes y 12 días de la elección se sabe que encabeza todas las encuestas. No dejaba de sonreír.

Ataviada con un traje sastre blanco y zapatillas, Lorena Osornio llegó al Canal 11 con una bolsa de mercado en mano. Tenía un letrero y decía “Salario mínimo $88.36.”. “¿Qué trae candidata?”, le preguntaron al tomarle fotografías, mientras enseñaba el contenido y señaló que era para lo único que alcanzaba con un salario mínimo: jitomates, cebollas, cilantro y huevos. Ya en el debate no mostró su bolsa.

Purificación Carpinteyro llegó como torera al Canal Once. En la pasarela obligada ante los fotógrafos, la candidata de Nueva Alianza caminó, sonrió, pero causó menos revuelo que Osornio y su bolsa del mandado. Segura de sí misma, prometió que se llevaría la tarde.  “Voy a cortar oreja y rabo”, dijo.

La única de las candidatas que no fue de blanco predominante, llevaba un conjunto gris y posó cuando se lo pidieron los fotógrafos.

“Me siento como en la alfombra roja, aunque acá no alcanzó”, mencionó, en referencia a que solo había piso de concreto.

Luego llegó Mikel Arriola, de traje, acicalado, sonriente, entusiasta, con una corbata que recordaba a los colores de la bandera confederada de Estados Unidos. No pudo evitar reconocer que este debate era una gran oportunidad para él, ya que a otra clase de debates ni Sheinbaum ni Barrales han aceptado ir.

A los pocos minutos llegó la candidata del Partido Verde Ecologista de Mexico, Mariana Boy Tamborrell, quien ofreció que su participación en el debate sería de propuestas, no de ataques y descalificaciones. Cuestionada sobre si pensaba declinar en favor de alguno de los otros rivales, su respuesta fue que “nunca”.

Boy cumplió y durante sus participaciones se dedicó a hacer propuestas, aunque sí cuestionó a Barrales porque su partido no ha impulsado el aceleramiento de los apoyos a los damnificados del terremoto del 19 de septiembre de 2017.

El último en llegar fue el candidato del Partido Humanista, Marco Rascón. Relajado, sin corbata, el ex guerrillero y creador de Superbarrio caminó, saludó y solo se turbó cuando alguien le preguntó si declinaría.

“Qué pasó?”, respondió el habitualmente bonachón candidato.

AJ