Tu pareja es encantadora, romántica, poeta y artista; y te sorprende que esté a tu lado. Estos encantadores son "pero tan... manipuladores”, dice Elvia González, quien nos advierte de estar atentas a los seductores que pueden llevarnos al vacío y la despersonalización.

¿Cómo?, te haz de preguntar, si él es tan culto, tan inteligente, tan filósofo, por esas cualidades nadie lo entiende. “Califica a tus amistades de banales, materialistas que le da una flojera horrible salir con ellos”, comenta González Del Pliego Dorantes coordinadora del Programa de Género de la Universidad Iberoamericana.

Poco a poco comienzas a leer más, a escribir como a él le gusta, a vestirte como él, pensar en función de él, vivir y acomodar tus tiempos a los suyos… “empiezas a borrar tu personalidad”, advierte Elvia.

Este gran seductor, perdón, manipulador comienza a sacar el narciso que lleva dentro, que no alcanza a ver más que a él mismo. Solo percibe su belleza, cultura, inteligencia y todo el mundo gira a su alrededor “Si no te pones las pilas, ya dejas de ser tú, dejaste a tus amistades que para él ‘eran de hueva’”.

Después te da pena contarles a tus amigos y amigas de tu relación, te comentan “qué hueva tu güey, es medio apático, y tú caes en el rollo de son tan banales que no lo entienden, no entienden a esta gran maravilla”, dice González.

Entonces, comenta la coordinadora del programa de Género de la Ibero, las mujeres empiezan a ocultar cosas, porque les da vergüenza decir que otra vez terminaron, porque después se reencontraran y regresarán. Esto se debe a los picos de apasionamiento que se vive con ellos, -traducidos al castellano, aclara Elvia, “son los círculos de violencia”.

Esto tipo de violencias son tan sutiles que no se perciben. Datos del INEGI, señalan que 66.1% de mujeres de 15 años y más han sufrido violencia emocional, 49% sexual, 41.3% física, el 34% económica 29%. Por ello se hace un llamado a visibilizar las violencias.

La violencia es difícil de identificar porque se confunde con el dar todo. “Nuestro amor lo merece todo, vivamos este momento, comienzan a recitarte poemas, dedicarte canciones, darte rosas, invitarte a cenar, decirte frases. Y ahí vas, porque está dentro del amor romántico”, cuenta la especialista.

Todo lo haces por amor, porque el amor ¿lo vale todo?

En el amor romántico te vas despersonalizando y tu autoestima se va debilitando, señala Elvia, se vive en función del otro porque el amor todo lo da, todo lo puede, todo lo soporta, tu vida estará en función de sus amigos, sus gustos, sus tiempos, lo que necesita, y con el paso del tiempo, te vas olvidando de ti, advierte la coordinadora de Género.

En el amor “no hay que soportar nada, no eres complemento de nadie, complementos son seres a medias, tú como él son seres individuales”, reitera Elvia, “las chicas llegan a decir, es que ha sufrido tanto, pero tanto… la ha pasado tan mal que realmente no sabe cómo expresarse y dar amor ¿entonces, tú eres la maestra? –cuestiona- Claro, porque tú eres amor, porque él lo necesita, y le das tooooodo, olvidándote de ti”.

¿Cómo identificar al narciso?

Elvia comenta que los narcisos, además de verse sólo a ellos mismos, no están presentes cuando los necesitas. “Cuando estás en un tipo de necesidad real, cuando necesitas que los reflectores pasen a ti y no a él, tú sigues siendo tan egoísta”, señala.

En ese momento de necesidad es cuando aparecen los amigos que abandonaste, la familia, ellos le entran al quite, cuando tú, porque eran tan banales los tiraste a la basura, relata la académica.

Los narcisos necesitan tu atención los 365 días del año, si les fallas un día, eres lo peor, advierte. “Lo que hay en el narciso es una inseguridad pavorosa, son personalidades muy frágiles, tienen una masculinidad muy débil y por ende muy dependientes”, argumenta Elvia.

Las relaciones con un narciso se convierten en co-dependientes, porque ellos lo son, necesitan devaluarte para valorarse a ellos mismos, cada vez van destruyendo tu autoestima.

¿Cómo no caer en una relación tóxica?

Lo fundamental para no caer en una relación tóxica es una autoestima sana, señala Elvia González, y no alejarte de tus redes de apoyo “porque dejas a tus amigos de toda la vida, no a la amiga de hace un minuto, sino amigas de años. Además, te alejas de tus familiares, este seductor te va a tragar como un tiburón y te va hacer pedazos”.

Para desmitificar al amor romántico, donde se cree que el amor “lo puede todo, todo lo soporta”, hay que tener una autoestima, pero sana, “porque no somos complemento de nadie, completo son seres a medias, tú eres un ser individual tanto como él”.

Cuando decides separarte, el manipulador-seductor te acusa de no valorar todo lo que tienes con él, que realmente no lo amas, “con esos créditos se cometen muchas pendejadas”, recalca Elvia.

Algo que recomienda la coordinadora del Programa de Género, aunque no es suficiente cuando ya se está inmersa en una relación tóxica es cuestionarse “¿yo haría lo mismo?, ¿yo le diría esto?, ¿yo permitiría esto?, ¿yo lo permitiría en segundo o tercer lugar?”.

Los cuestionamientos sobre estas jerarquías pasan más con mujeres que tienen hijos, “es que yo soy tu segunda prioridad”, dice González, “pues claro, los hijos son la prioridad”, señala.

Otro caso es que cuesta identificar una situación de violencia, pero la clave es identificar lo que está sintiendo tu cuerpo, “no recuerdas cómo ni qué te dijo, pero te sentiste incómoda, sentiste un dolor en la panza, o miedo, cierta angustia o ansiedad, o sientes que estás teniendo que pasar un riesgo, tienes que estar muy atenta, porque si alguien te quiere y te ama no va hacer correr riesgos”.

Aunque se habla de autonomía económica, ésta no siempre te ayudará a identificar la violencia, la clave es la autoestima sana, pero realmente sana, recomienda Elvia González.

¿Te has encontrado con un narciso seductor?

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