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Crimen de odio en Veracruz: 17 asesinatos a integrantes LGBT en 2018

Este 8 de agosto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidió al gobierno de Veracruz poner fin a los crímenes de odio en la entidad

Escrito en ESTADOS el

Alaska Contreras -ex reina de belleza gay 2018- fue estrangulada con un alambre de púas, en Martínez de la Torre. A Brisa, un taxista en Tuxpan la asesinó a balazos tras resistirse a una agresión sexual. Jocelyn fue degollada en la habitación de un motel, en Álamo. Y Elián Alexis, de 17 años, murió cuando sus agresores se cansaron de golpearlo, en Orizaba.

Esos casos se registraron en Veracruz y equivalen al 25 por ciento de crímenes de odio cometidos en 2018. Activistas de la comunidad LGBTTI, calificaron como histórico un posicionamiento del Alto Comisionado de la ONU sobre este problema, que dejó en ocho meses 17 víctimas: nueve mujeres transgénero y ocho hombres gais.

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Este ocho de agosto, la oficina del alto comisionado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Derechos Humanos, a través de su representante en México, Jan Jarab, pidió al gobierno de Veracruz “poner fin a los crímenes de odio” en la entidad.

Señaló que “El Estado tiene la responsabilidad de adoptar medidas para prevenir los asesinatos motivados por el odio, las agresiones violentas y la tortura, y de investigar estos delitos rápida y diligentemente, con el fin de llevar a los responsables ante la justicia”.

Jazz Bustamante Hernández, integrante de la Coalición Mexicana LGBTTI, opinó que la postura del Alto Comisionado es necesaria, debido a que el gobierno estatal, a través de sus instituciones, ha sido omiso en la agenda de la diversidad sexual. “El alto Comisionado hace un llamado enérgico de que nos están matando y no está sucediendo nada”, consignó. 

LA SILLA Rota presenta un recuento de los crímenes más recientes documentados en medios de comunicación, dos de ellos, a los que el Alto Comisionado de la ONU hizo alusión para exigir al gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares que ninguno quede en la impunidad.

El 25 de julio de 2018, en el municipio de Martínez de la Torre, el cuerpo de Alaska Contreras Ponce fue encontrado sobre la vía pública, en la calle Benito Juárez. El cuerpo de quien fuera la ganadora del certamen Nuestra Belleza Gay 2018, presentaba huellas de tortura, estaba semidesnudo y tenía un alambre de púas enredado en el cuello.

Alaska tenía apenas 25 años de edad y sus familiares y amigos que la despidieron en el panteón de ese municipio la describieron como una mujer alegre, simpática y popular en ese lugar, donde se desempeñaba como estilista.

Un día antes, el 24 de julio, en Orizaba, pobladores encontraron en el campo de la Escuela Secundaria y de Bachilleres Orizaba (ESBO) el cadáver de Elián Alexis, un estudiante gay de 17 años de edad, que fue molido a golpes por sus agresores. De acuerdo con los padres de la víctima, él cumplía algunos días desaparecido.

El 29 de mayo de 2018, en Alvarado, Rodolfo Prieto murió tras ser atacado con un picahielo que le perforó la garganta. El cuerpo de la víctima, también presentaba rasgos de tortura y fue encontrado vida en el interior del negocio de sus padres “Doña Tere”, donde el joven ayudaba a sus padres en el negocio de raspados y aguas frescas.

El 22 de abril de 2018, en Tuxpan, un taxista asesinó a una mujer transgénero de nombre Brisa, de 25 años de edad. De acuerdo con notas periodísticas, ella se resistió a una agresión sexual por parte del ruletero, quien le disparó en repetidas ocasiones. El hermano de Brisa habría intentado defenderla, pero también fue agredido. El crimen se cometió en la comunidad Higueral, al norte de la entidad.

El 05 de abril de 2018, en Álamo Temapache, Jocelyn, una joven transgénero, fue degollada en el interior del motel Los Azahares, también en el norte de Veracruz. Según informes de medios locales, la mujer habría entrado acompañada de un taxista. Personal de ese motel, se percató al término del turno de la habitación que la víctima presentaba heridas punzocortantes y que su rostro había sido cubierto con una almohada.

A estos crímenes se suma el asesinato de dos mujeres lesbianas en Coatzacoalcos, al sur de la entidad, registrado el 16 de marzo de 2018. Se trata de Lidia Ascencio Ramos y María de la Cruz Vázquez Dorantes quienes fueron asesinadas a balazos en el interior del bar “reina”.

Las dos mujeres –originarias de la comunidad de Villa Allende- consumían en el bar donde personas armadas las atacaron con arma de fuego. Los responsables, a su vez, colgaron mantas alusivas a la violencia.

 “Autoridades no investigan crímenes y replican discursos de rechazo”

Sobre los casos ya mencionados, la activista Jazz Bustamante explicó que los familiares de las víctimas se enfrentan al desinterés de instituciones locales, que a su vez se niegan a investigar causales por crímenes de odio.

“Antes los fiscales ponían de excusa que no estaban tipificados los crímenes de odio, pero la sociedad civil organizada logramos una iniciativa de ley para que se incluyera una causal de agravante del artículo 144 constitucional. Sin embargo, aún con las modificaciones a la ley las autoridades se muestran desinteresados o faltos de conocimiento, agregó.

“Prácticamente ningún fiscal en el estado aplica el protocolo de atención a víctimas LGBTTI, cuando tiene un año que lo lanzó la Procuraduría General de la República (PGR). El discurso que manejan estos funcionarios y de otras instituciones es una réplica de lo que se ve en la sociedad, donde gente celebra que maten a integrantes de nuestra comunidad”, lamentó. 

Cabe mencionar que el Alto Comisionado de la ONU hizo un llamado a las autoridades estatales para tomar todas las medidas necesarias para contrarrestar las actitudes homofóbicas y transfóbicas y promuevan el respeto hacia la población LGBTI.

“Observamos con preocupación el incremento de discursos y acciones que constituyen una amenaza a los derechos de la población LGBTI. Los contextos en los que estas narrativas toman fuerza permiten la existencia de crímenes de odio como los que se han materializado en el estado de Veracruz,” se lee en el comunicado.

“Hay ocasiones en que los Fiscales dicen que cómo van a investigar un feminicidio si jurídicamente la víctima, por ejemplo, se llama “Roberto”, que a la vez se asume como Rubí. El colectivo social, está normalizando la violencia hacia el sector poblacional de la comunidad de la diversidad sexual y lamentablemente las autoridades lo replican”, concluyó la activista.

mvf