Main logo

Crecen 211% tomas clandestinas en Hidalgo

De enero a abril, Pemex detectó mil 885 perforaciones a sus ductos en la entidad; en todo 2018 fueron 2 mil 121 tomas ilegales

Escrito en ESTADOS el

Ni el asesinato de presuntos líderes de grupos dedicados al huachicol –todos, presumen las autoridades, por bandas antagónicas– ni las estrategias de seguridad de los gobiernos estatal y federal, que incluye el aumento de miembros del Ejército, disminuyó el robo de hidrocarburo en Hidalgo durante el cuatrimestre enero-abril, cuando Petróleos Mexicanos (Pemex) detectó mil 885 perforaciones a sus ductos por las que se extrajo diésel, crudo, gas y petroquímicos.

Esto representa un incremento de 211 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior, y 15 ductos drenados por día, de acuerdo con un informe de la empresa petrolero que La Silla Rota obtuvo de un requerimiento de acceso a la información.

La ordeña en el estado, 51.67 por ciento de ella, se concentra seis municipios: Tula de Allende –sede de la refinería Miguel Hidalgo, que procesa 215 mil barriles diarios –, Cuautepec de Hinojosa, Atotonilco de Tula, Tetepango, Ajacuba y Tlahuelilpan, donde un ducto explotó el 18 de enero y dejó 137 muertos y 194 menores en orfandad.  En estos, Pemex cuantificó 974 tomas clandestinas en el cuatrimestre. Esto significó que una de cada dos perforaciones para hurtar combustóleo que ocurrieron en la entidad se registraron en estas demarcaciones.

Estos territorios, además, son donde tienen control las organizaciones criminales de las que sus supuestos jefes han sido abatidos, según informes del Ejército.

El 19 de enero, un día después de la toma clandestina que explotó en la localidad de San Primitivo, Tlahuelilpan, fue ultimado en Mixquiahuala Julio César Z.C., La Parka, a quien la corporación de seguridad identificaba como líder huachicolero en la región de Tezontepec–. Antes murieron Flavio N., El Vikingo, y Uriel R.V., El Tornillo.  

Ellos, no obstante, no son los únicos presuntos jefes criminales asesinados: el 18 de mayo, en Santa Ana Ahuehuepan, Tula, fue ultimado un hombre de 55 años identificado como El Tlalachas, líder de una banda dedicada al tráfico de combustible. 

Tula es el municipio con más tomas clandestinas, no sólo de Hidalgo, sino del país, con 298, seguido de Cuautepec con 288, y Otumba, Estado de México, con 179.  

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ubica siete bandas dedicadas a este delito y 45 poblaciones hidalguenses involucradas en él.

La Gloria, El Senado, San Sebastián Tebochtitlán, Las Fracciones, San Lorenzo, El Fresno y El Tepeyac son algunas de estas localidades detectadas, con base en el mapeo militar, en municipios como Tula, Cuautepec, Atitalaquia y Tlaxcoapan. 

El informe lo presentó el 8 de mayo en Zapotlán, Hidalgo, durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador que se llevó a cabo en el Centro de Control, Comando, Comunicaciones, Computo y Coordinación (C5).

Ese día, aunque reconoció que estaba muy arraigado, y que había localidades que protegían a quienes practicaban este ilícito, el mandatario afirmó que el huachicoleo había disminuido en la entidad; sin embargo, los datos de Petróleos Mexicanos refieren un incremento.

En los 12 meses de 2018, por ejemplo, cuando fue el epicentro de este crimen en el país, Seguridad Física de Pemex documentó 2 mil 121 tomas en Hidalgo; en el primer cuatrimestre del año, con las mil 885 detectadas, alcanza 88.8 por ciento de aquel récord histórico. En estos cuatro meses, además, también superan las localizadas en 17 años, de 2000 –cuando Pemex comenzó a cuantificar las picaduras a ductos–, a 2017.