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Covid-19 vs elecciones 2020

Tras la suspensión de las elecciones en Hidalgo, ¿qué pasará si el 5 septiembre aún no se han electo a los nuevos ayuntamientos? | José Antonio Camacho

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Escrito en HIDALGO el

La semana pasada el Consejo General del Instituto Nacional Electoral a través de una sesión histórica, en su forma de sesionar (virtual) y sobre todo porque determinó suspender o posponer diferentes etapas del proceso electoral en Coahuila e Hidalgo ante la pandemia de covid-19. Esta determinación se encuentra plenamente justificada ante la contingencia ocasionada por la crisis de salud que se está viviendo en el país.

La resolución del INE, en el caso de las elecciones de Hidalgo, obliga a que los registros, campañas y las elecciones se pospongan hasta nuevo aviso (pues no se puntualizó una fecha precisa).

La incertidumbre en la fecha de realización de la Jornada Electoral para Ayuntamientos en Hidalgo, ha provocado que se planteen diverso escenarios y se especule sobre el futuro político del Estado y es que, sin dudarlo, la elección de las autoridades municipales son las más competidas y las que más calientan los ánimos políticos, pero esto no es raro que ya se haya soltado la rumorología en torno a este tema.

Tal vez, una de las inquietudes que más aquejan a la población de los diversos municipios, es sobre ¿qué pasará si llega el 5 de septiembre del 2020 y aún no se han electo a los nuevos ayuntamientos?, ¿es posible que los actuales gobiernos prolonguen su mandato?, ¿los suplentes asumen el cargo en lugar de los propietarios que actualmente están en funciones?, entre otras más.

¿QUÉ DICE LA LEY?

La respuesta está prevista en la Ley Orgánica Municipal del Estado de Hidalgo, en donde se establece un procedimiento bastante simple (en la letra) para dar solución a este tipo de casos.

El primer paso es la declaratoria de parte del Congreso local por la que se determina la “desaparición del ayuntamiento” tomando como base el artículo 33, fracción I, y en seguida el mismo Poder Legislativo Local, procederá en términos del artículo 34 a nombrar, de entre los vecinos del municipio, un “Consejo Municipal” para que gobierne mientras se elige al ayuntamiento y toma posesión del cargo.

Este Consejo Municipal se integrará por 1 persona en la Presidencia, 1 más como vocal ejecutivo o dos vocales para el caso de los municipios con más de 100 mil habitantes, y cinco vocales que fungirán como regidores, estos siempre serán el mismo número sin importar la población municipal.

Como es posible apreciarse, el proceso que la ley establece es bastante sencillo, y no será la primera vez que se implemente en Hidalgo, pues en el proceso electoral del 2016, al municipio de Omitlán le fueron anuladas las elecciones y se tuvieron que convocar a extraordinarias, lo que, en consecuencia, derivó en la designación de un Consejo Municipal.

Lo extraordinario de la situación actual y que la diferencia de las anteriores estriba, en que esta vez, no se trata de elecciones extraordinarias, sino que son las ordinarias las que posiblemente no puedan celebrarse a tiempo. Entonces lo complejo de tal proceso para la designación de los Consejos Municipales empieza a vislumbrarse, ya que no sería solo uno, dos o cinco municipios, en donde se tendría que hacerse la integración de los citados consejos, sino en la totalidad de los 84 municipios.

INTEGRACIÓN DE CONSEJOS MUNICIPALES

Si bien la Ley Orgánica Municipal dice que los Consejos Municipales serán integrados por personas vecinas del municipio, sin embargo, hay que considerar que no existen bases o reglamentos específicos que sirvan de apoyo para atender este tipo de incidencias, como la que estamos viviendo.

Así, creo que es válido pensar en cuáles serán las bases o procedimientos que el Congreso utilizará para la designación de las personas que integrarán los Consejos Municipales, pero aún más, cómo elegirá a estas personas, bajo qué parámetros, aspectos personales, profesionales, político o hasta morales considerará; hará una convocatoria, invitación pública o solo será a ciertas personas afines a la ideología política, a simpatías personales, o bien será que se repartirán los diferentes espacios entre los partidos políticos.

De ser el último de los casos, recordemos que, en Hidalgo, existen siete partidos políticos con registro nacional (PAN, PRI, PRD, PT, VERDE, MC, MORENA) y 4 más con registro local (MÁS POR HIDALGO, PODEMOS, PANAL HGO, Y PES HGO.), tan solo son 7 espacios en el Consejo Municipal (en 79 municipios, descontando a Tulancingo, Tula, Pachuca, Mineral de la Reforma y Huejutla que superan los 100 mil habitantes y en consecuencia se integran con 8 personas), por lo que, con una simple operación aritmética queda más que claro, que no es posible repartir espacios a cada fuerza política, lo que podría llevar a suponer que serán los partidos políticos representados en el Congreso local los que podrían negociar y repartirse entre ellos los lugares disponibles en cada municipio.

Solo habrá que esperar que, de presentarse, la integración de los Consejos Municipales no se vuelva un conflicto mayor e insuperable, que la misma contingencia que se está viviendo o que las elecciones a celebrarse, pues basta recordar que este Consejo gobernará al tiempo que se celebran las etapas del proceso electoral, entre ellas la campaña electoral, y que los diversos grupos y fuerzas políticas querrán obtener la mayor de las ventajas y no estarán muy conformes de ver que uno de sus contrincantes cuenta con las simpatías o afinidad de personas que gobiernan interinamente el municipio y administran los recursos públicos, con el riesgo que esto puede significar, aun hipotéticamente.

ACTUACIÓN DEL CONGRESO

El Congreso local debe actuar con responsabilidad y si de verdad existe la posibilidad aun remota de llegar al escenario planteado en estos párrafos, privilegiar el interés de la población de cada municipio sobre el interés político debe prevalecer, y no tomar a la ligera este proceso de designación.

Basta recordar que esta legislatura en particular ha tenido algunos inconvenientes cuando de tomar decisiones colegiadas se ha tratado, polarizando más y conciliando poco (aborto, presidencia del Congreso, reforma electoral, consulta indígena).

En conclusión, ante la posibilidad de no celebrarse las elecciones a tiempo, existe un procedimiento sencillo en la ley para dar una solución, solo esperar que los actores políticos no lo compliquen en la realidad.