“Mexico, goalkeeper, goalkeeper, Jorge Campos”, así describían en 2001 los amigos de Corea del Sur su admiración por la Selección Mexicana, mencionando a su portero, previo a su partido en la Segunda Ronda del Mundial del 2002, en la que nos ganaron 2 a 1.
La inmigración coreana a México se remonta a 1905, en el Puerto de Salina Cruz, Oaxaca, cuando fueron traídos para trabajar en las haciendas henequeneras de Yucatán; se estima que eran aproximadamente 1,033.
Según datos estadísticos, más de 8 mil coreanos habitaban en la Ciudad de México en 2001.
México jamás olvidará que los rescatistas de Corea del Sur llegaron a México cuando más se les necesitaba: en el edificio de Álvaro Obregón, donde más personas murieron por el sismo de septiembre pasado. Incluso los rescatistas coreanos fueron despedidos del país al ritmo de Cielito lindo en agradecimiento.
El alfabeto coreano o hangul es el alfabeto nativo coreano .Cada bloque silábico hangul consiste en alguno de los 24 fonemas: 14 consonantes y 10 vocales. Históricamente, tenía 3 consonantes y una vocal más. Ello les permite tener una facilidad excepcional para aprender el idioma español.
Seguramente no lo sabías, pero los surcoreanos son los que más licor consumen en el planeta. Su bebida nacional es el soju, la cual está hecha a base de arroz y tiene entre 15º y 20º de alcohol.
El kimchi es una preparación fermentada de origen coreano confeccionada a base de diferentes vegetales sazonados con diferentes especias y cuya receta más extendida utiliza como ingrediente básico la col china, también existen otras recetas en las que se utilizan ingrediente como rábanos o pepinos, entre otros vegetales, que son acompañados comúnmente de pimiento o ají rojo molido, ajos, cebollas u otras combinaciones de acuerdo a diferentes zonas geográficas, pero presente en el día a día de los coreanos, tanto del norte, como los del sur.
El kimchi es uno de los alimentos más consumidos en Corea, éste viene acompañado de una larga tradición. Corea consume una gran cantidad de alimentos de origen vegetal y su cultivo debería ser continuado a lo largo del año, aunque las bajas temperaturas de los meses de invierno no lo permiten. Este hecho es básicamente el principal motivo por el cual los coreanos comienzan a preparar estas verduras fermentadas antes de que comience el tiempo frío, una costumbre típica es recolectar de sus campos y familias enteras se reúnen para la elaboración de sus alimentos fermentados. Unas familias ayudan a otras, ya que las cantidades que elaboran son enormes. Una vez terminada su preparación, colocan las diferentes clases de kimchi en tinajas de cerámica capaces de soportar los cambios de temperatura.
Tras la crisis asiática a finales de 1997, la mayor parte de la población de Corea del Sur mantuvo la calma. Se recuperaron en pocos años tras la disolución de los conglomerados que eran capaces de construir y vender desde un barco hasta un chip (from a ship to a chip). Empresas inmensas comercializando autos, teléfonos, elevadores, hornos de microondas, computadoras, todo lo imaginable con tecnología nacional.
Hay dos cosas que también unen a Corea del Sur y México, el Taekwondo y el K-Pop.
En gran medida, la exportación del Taekwondo se debió a la inevitable migración e incesante búsqueda del pueblo coreano por un mejor porvenir. Fue así que el 1968, el TKD llegó a México de la mano del profesor Dai Won Moon.
“Tenía una escuela en Estados Unidos, pero vine a México por invitación del doctor Manuel Mondragón para dar un curso especial de taekwondo, arte marcial de Corea, durante 10 días a alumnos suyos de Karate-Do. Terminando ese curso el doctor me invitó para quedarme en México”, cuentó el maestro de 75 años a fines del 2000.
En cuanto al K-Pop, es música popular de Oriente que revela un estilo de vida enmarcado por colores brillantes y letras positivas: una fusión de electrónica, hip hop, jazz y reggae, entre otros géneros, ha empezado a conquistar el mundo. En América Latina, México es el segundo país con más fanáticos de K-pop (el primero es Chile) y ha recibido a bandas como Super Junior, Red Velvet y EXO.
Pero el esfuerzo reciente de la Selección de Corea del Sur para derrotar a Alemania y ayudar a que México pasara a octavos de final en Rusia 2018 merece un kam sa hae yo (gracias en coreano).
Taekwondo, K-Pop y futbol; kam sa hae yo Corea
La relación de mexicanos y coreanos es histórica, se ha
visto reflejada en múltiples ocasiones
“Mexico, goalkeeper, goalkeeper, Jorge Campos”, así
describían en 2001 los amigos de Corea del Sur su admiración por la Selección
Mexicana previo a su partido en la Segunda Ronda del Mundial del 2002, en la
que nos ganaron 2 a 1.
La inmigración coreana a México se remonta a 1905, en el
Puerto de Salina Cruz, Oaxaca, cuando fueron traídos para trabajar en las
haciendas henequeneras de Yucatán; se estima que eran aproximadamente 1,033.
Según datos estadísticos, más de 8 mil coreanos habitaban en
la Ciudad de México en 2001.
México jamás olvidará que los rescatistas de Corea del Sur
llegaron a México cuando más se les necesitaba: en el edificio de Álvaro
Obregón, donde más personas murieron por el sismo de septiembre pasado. Incluso
los rescatistas coreanos fueron despedidos del país al ritmo de Cielito lindo
en agradecimiento.
El alfabeto coreano o hangul es el alfabeto nativo coreano .Cada
bloque silábico hangul consiste en alguno de los 24 fonemas: 14 consonantes y
10 vocales. Históricamente, tenía 3 consonantes y una vocal más. Ello les
permite tener una facilidad excepcional para aprender el idioma español.
Seguramente no lo sabías, pero los surcoreanos son los que más
licor consumen en el planeta. Su bebida nacional es el soju, la cual está hecha
a base de arroz y tiene entre 15º y 20º de alcohol.
El kimchi es una preparación fermentada de origen coreano
confeccionada a base de diferentes vegetales sazonados con diferentes especias
y cuya receta más extendida utiliza como ingrediente básico la col china,
también existen otras recetas en las que se utilizan ingrediente como rábanos o
pepinos, entre otros vegetales, que son acompañados comúnmente de pimiento o
ají rojo molido, ajos, cebollas u otras combinaciones de acuerdo a diferentes
zonas geográficas, pero presente en el día a día de los coreanos, tanto del
norte, como los del sur.
El kimchi es uno de los alimentos más consumidos en Corea,
éste viene acompañado de una larga tradición. Corea consume una gran cantidad
de alimentos de origen vegetal y su cultivo debería ser continuado a lo largo
del año, aunque las bajas temperaturas de los meses de invierno no lo permiten.
Este hecho es básicamente el principal motivo por el cual los coreanos
comienzan a preparar estas verduras fermentadas antes de que comience el tiempo
frío, una costumbre típica es recolectar de sus campos y familias enteras se
reúnen para la elaboración de sus alimentos fermentados. Unas familias ayudan a
otras, ya que las cantidades que elaboran son enormes. Una vez terminada su
preparación, colocan las diferentes clases de kimchi en tinajas de cerámica
capaces de soportar los cambios de temperatura.
Tras la crisis asiática a finales de 1997, la mayor parte de
la población de Corea del Sur mantuvo la calma. Se recuperaron en pocos años
tras la disolución de los conglomerados que eran capaces de construir y vender
desde un barco hasta un chip (from a ship to a chip). Empresas inmensas comercializando
autos, teléfonos, elevadores, hornos de microondas, computadoras, todo lo
imaginable con tecnología nacional.
Hay dos cosas que también unen a Corea del Sur y México, el
Taekwondo y el K-Pop.
En gran medida, la exportación del Taekwondo se debió a la
inevitable migración e incesante búsqueda del pueblo coreano por un mejor
porvenir. Fue así que el 1968, el TKD llegó a México de la mano del profesor
Dai Won Moon.
“Tenía una escuela en Estados Unidos, pero vine a México por
invitación del doctor Manuel Mondragón para dar un curso especial de taekwondo,
arte marcial de Corea, durante 10 días a alumnos suyos de Karate-Do. Terminando
ese curso el doctor me invitó para quedarme en México”, cuentó el maestro de 75
años a fines del 2000.
En cuanto al K-Pop, es música popular de Oriente que revela
un estilo de vida enmarcado por colores brillantes y letras positivas: una
fusión de electrónica, hip hop, jazz y reggae, entre otros géneros, ha empezado
a conquistar el mundo. En América Latina, México es el segundo país con más
fanáticos de K-pop (el primero es Chile) y ha recibido a bandas como Super
Junior, Red Velvet y EXO.
Pero el esfuerzo reciente de la Selección de Corea del Sur
para derrotar a Alemania y ayudar a que México pasara a octavos de final en
Rusia 2018 merece un kam sa hae yo (gracias en coreano).
