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Cómo la CIA fortaleció al Cártel de Guadalajara y financió a la contra nicaragüense

Durante la segunda mitad del siglo pasado, en Estados Unidos sólo había una cosa peor que ser narcotraficante: comunista

Escrito en NACIÓN el

La muerte del agente encubierto de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, a manos del Cártel de Guadalajara, marcó un antes y un después en el narcotráfico.

No sólo porque envió un mensaje a los capos de la droga sobre las consecuencias de asesinar a un uniformado estadunidense, ya que los involucrados fueron arrestados entre ellos los máximos líderes, sino que abrió una cloaca al interior del gobierno estadunidense. Una disputa entre la DEA y la CIA.

Durante la segunda mitad del siglo pasado, en Estados Unidos sólo había una cosa peor que ser narcotraficante: comunista.

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Por ello, el gobierno norteamericano gastó millones de pesos, a través de la CIA, para evitar que esta ideología avanzara por América Latina, tras la consolidación de la Revolución Cubana. Uno de los principales objetivos era el gobierno Sandinista de Nicaragua.

El alto gasto de los Estados Unidos para combatir al gobierno Sandinista provocó que el Congreso norteamericano, en 1982, aprobara una enmienda constitucional para que la CIA dejara de invertir recursos para apoyar el derrocamiento del Gobierno de Nicaragua.

La CIA no se quedó con las manos cruzadas y realizó alianzas oscuras para poder seguir apoyando la lucha contra el comunismo.

Sin embargo, seis años después de la enmienda del Capitolio y a dos del asesinato de Camarena, estalló el escándalo Irán-Contra, donde el gobierno del entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, aceptó que vendió armas a Irán cuando se encontraba en guerra con Irak y las ganancias financiaban a los contras nicaragüenses, guerrilleros encargados de derrocar al gobierno Sandinista.  

Ronald Reagan

Pero ¿qué tiene que ver todo esto con los narcos mexicanos?

La CIA utilizó a los capos de la droga y a funcionarios de altos rangos, para combatir la “amenaza latente” del comunismo en América Latina.

Al destape del escándalo Irán-Contra también mostró que agentes de la CIA se coludieron con narcotraficantes para financiar a la contra nicaragüense.

Los principales cárteles eran el de Guadalajara y el de Medellín, este último de Pablo Escobar.   

 Pablo Escobar

En Estados Unidos se crearon tres comisiones: La comisión Tower, la comisión Walsh y la comisión Kerry para investigar el caso.

Los informes de estas comisiones arrojaron que aviones con supuesta ayuda humanitaria para Nicaragua, despegados en Estados Unidos, regresaban repletos de droga.

El informe de la comisión Kerry detalla que los narcotraficantes otorgaban dinero, armas, aviones y demás “ayuda” a la contra nicaragüense a cambio de que los capos pudieran enviar su droga a los Estados Unidos.

A la par surgía en la DEA la llamada Operación Leyenda, con el objetivo de aclarar el asesinato de Camarena.

Enrique Camarena

En la búsqueda aparece el nombre del considerado primer periodista asesinado por la narcopolítica mexicana: Manuel Buendía.

El informe de la DEA menciona que Buendía investigaba el vínculo con narcotraficantes del entonces secretario de Gobernación de Miguel de la Madrid, Manuel Bartlett Díaz; del director del programa antidroga de ahora extinta Policía Judicial Federal, Miguel Aldana; y al también director Federal de Seguridad, Manuel Ibarra Herrera.

Manuel Buendía

Tanto Buendía como Camarena sabían algo que no debían de saber y por lo cual habrían sido asesinados: la contra nicaragüense estaban siendo entrenados, por orden de la CIA, en ranchos de Rafael Caro Quintero, uno de los líderes del Cártel de Guadalajara.

Los informes fueron reforzados años después cuando Phil Jordan, exdirector del Centro de Inteligencia de El Paso y jefe de la DEA; Héctor Berrelles, exagente de la DEA; y Tosh Plumlee, expiloto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), revelaron a Proceso que Camarena fue asesinado por un agente de la CIA.

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La razón del asesinato habría sido que el integrante de la DEA descubrió que su gobierno colaboraba con el narco mexicano en su negocio ilícito de tráfico de drogas y que usaba el dinero de las ganancias para financiar a los contras durante la Revolución Sandinista.

Asimismo, las tres fuentes apuntan al personaje cubano Félix "El Gato" Ismael Rodríguez como el verdadero asesino del ex agente de la agencia antidrogas.

"Fui yo quien dirigió la investigación de la muerte de Camarena [...] Durante esta investigación descubrimos que algunos efectivos de una agencia de inteligencia de Estados Unidos, infiltrados en la DFS (la entonces mexicana Dirección Federal de Seguridad), participaron también en el secuestro de Camarena”, señala Berrellez.

Tras la muerte de Camarena, comenzó una cacería contra los miembros del Cártel de Guadalajara. Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Jefe de Jefes”; Ernesto Fonseca, “Don Neto” y Rafael Caro Quintero, los principales líderes de la organización, fueron detenidos.

Su muerte ocasionó la división del Cártel de Guadalajara en otras organizaciones que posteriormente serían: El Cártel de Juárez, el Cártel de Sinaloa y el Cartel de Tijuana.

El gobierno estadunidense combatió de forma contundente al comunismo en Latinoamérica a costa de la salud pública de sus ciudadanos que actualmente siguen pagando.   

Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Jefe de Jefes”

Ernesto Fonseca y Rafael Caro Quintero

rgg