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“Comandante Viento”, de policía a cabecilla del Cártel del Golfo

La lista de crímenes que se le imputa es larga: contra la salud, delincuencia organizada, homicidio, secuestro, extorsión, robo de hidrocarburo y de ganado

Escrito en NACIÓN el

Víctor Manuel Pérez Rico, alias “Comandante Viento” o “Pantera 16”, es la más reciente baja del Cártel del Golfo.

Esto luego que se anunciara su detención por elementos de la Policía Federal en León, Guanajuato.

Antes de formar parte del Cártel del Golfo, Pérez Rico era miembro de la Policía Municipal de Reynosa, en Tamaulipas.

Ahí, en 2007, fue parte del Grupo de Reacción Inmediata, sin embargo, no duró mucho en la institución policíaca, ya que desertó para ingresar a las filas del crimen organizado.

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El “Comandante Viento” ingresó al Cártel del Golfo donde se convirtió en el lugarteniente de Mario Ramírez Treviño, alías “Mario Pelón” o “X-20”, quien en ese entonces era uno de los líderes del Cártel del Golfo.

Sin embargo, Ramírez Treviño fue detenido en agosto del 2013 en Reynosa, Tamaulipas.

Así, Pérez Rico se convirtió en jefe regional de los municipios tamaulipecos de Aldama, Soto la Marina, Abasolo y Jiménez.

Entre los crímenes que se le imputan al “Comandante Viento” está los tres secuestros y desaparición de Roberto Quiroga Flores Valdez.

Roberto era chef de un restaurante en Reynosa cuando fue secuestrado en dos ocasiones en 2013 y una más en 2014 por miembros del Cártel del Golfo en presunta asociación de una expareja de la víctima.

Las dos primeras ocasiones luego de pagar el rescate soltaron a Roberto, pero tras el tercer secuestro ya no supieron más de él.

Además de secuestro, al “Comandante Viento” se le acusa por delitos contra la salud, delincuencia organizada, homicidio, extorsión, hasta robo de hidrocarburo y de ganado.

Autoridades federales y locales señalan a Pérez Rico como uno de los principales responsables de la violencia en Tamaulipas, misma que ha dejado más de mil 600 asesinatos en el último año y medio.

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Por ello, en junio pasado el Gobierno de Tamaulipas informó una serie de recompensas por los principales líderes criminales de la entidad.

Entre ellos aparecía el “Comandante Viento”, por quien ofrecían 2 millones de pesos por su captura.

A su vez, el Gobierno Federal y la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Tamaulipas implementaron a principios de año el operativo “Escudo Titán”, con el cual pusieron el ojo en los responsables de la violencia en la entidad que provocó incluso el cierre de empresas como Lala.

Por ello, Víctor Manuel Pérez Rico decidió moverse de Tamaulipas para estar fuera del radar de las autoridades escondiéndose así primero en Jalisco y luego en Guanajuato.

Sin embargo, el operativo se amplió más allá de los límites de Tamaulipas, alcanzando al “Comandante Viento” en tierras guanajuatenses.

Desde ahí, Víctor Manuel Pérez Rico siguió dirigiendo sus operaciones criminales, hasta que elementos de la Policía Federal lo ubicaron y detuvieron sin realizar ni un solo disparo.

El Cártel del Golfo es una de las ocho organizaciones del crimen organizado trasnacionales que identifica la Administración para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).

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Si bien es un cártel longevo, ha perdido fuerza en los últimos años debido a que ha experimentado una rápida rotación de su liderazgo ocasionada por la caída de los mismos.

Incluso dos de los tres máximos líderes del Cártel del Golfo identificados por la DEA han sido neutralizados.     

Juan Manuel Loza Salinas, “El Comandante Toro”, fue abatido en abril del año pasado, mientras que José Antonio Romo López, “Don Chucho” o “La Hamburguesa”, fue detenido en mayo del año pasado.

Incluso José Alfredo Cárdenas Martínez, alias "El Contador", único líder máximo del Cártel del Golfo en operaciones fue detenido en febrero de este año, pero liberado a los pocos días debido a fallas en el debido proceso y a contradicciones en la versión de su captura por parte de la Procuraduría General de la República (PGR) y la Secretaría de Marina (Semar).

Tanto la DEA como la PGR colocan a Tamaulipas como el bastión principal del Cártel del Golfo, desde ahí trafica principalmente marihuana y cocaína, incursionando ligeramente en la heroína y metanfetamina.  

Su droga llega a Estados Unidos a través de la región fronteriza entre el Rio Grande Valley y South Padre Island, en Texas.

Los centros de distribución del Cártel del Golfo se encuentran Houston, Detroit y Atlanta.

Además de Tamaulipas, la PGR ubica al Cártel del Golfo en Quintana Roo. Además se detecta siete células criminales bajo su mando, cinco en tierras tamaulipecas y dos más en las quintanarroenses.

En Tamaulipas: Los Metros, en Reynosa; Rojos, en Matamoros; Grupo Dragones en Tampico; y Los Fresitas, así como los Ciclones, sin detallar en que parte de la entidad.

Las otras dos células delictivas están ubicadas en Quintana Roo: Los Pelones y los Talibanes.