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El abogado conservador vs. el heredero de la izquierda

Tras las polarizadas votaciones presidenciales en Colombia el pasado 27 de mayo, Iván Duque y el exguerrillero Gustavo Petro se disputarán la segunda vuelta

Escrito en MUNDO el

Cristian Blancas

Tras las polarizadas votaciones en los comicios presidenciales en Colombia el pasado 27 de mayo, Iván Duque y el exguerrillero Gustavo Petro se disputarán la silla presidencial en la segunda vuelta que se llevará a cabo este domingo.

Hasta el momento, parece inminente la derrota de Petro del pódium, pues las últimas encuestas estiman un posible triunfo de Duque con una ventaja sobre su oponente de 13 puntos porcentuales, según muestra la encuesta Guaramuro publicada por el diario El Tiempo

Los sondeos registran que Duque tiene un 52 por ciento en intención de voto, mientras que Petro tiene 36 por ciento.

De ser así, la fuerza de izquierda colombiana quedará truncada una vez más para dar continuidad a una larga tradición que ha impedido que llegue al poder.

Duque, el conservador

Iván Duque, abogado de 42 años, es miembro del partido de derecha Centro Democrático y es el favorito del expresidente Álvaro Uribe.

Este candidato representa a la derecha y ha logrado sumar el apoyo de los obreros de los sectores azucarero y agroindustrial.

Además, también se unió a su campaña David Barguil, senador electo y expresidente del Partido Conservador que apoyaba al candidato Germán Vargas Lleras, quien quedó en la primera vuelta.

De igual manera, los conservadores cedieron su programa de gobierno al considerar que las propuestas de Petro “pueden llevar a la destrucción de Colombia”.

Por su parte, el partido Cambio Radical puso a disposición de Iván Duque su programa de gobierno para que este los integre en su agenda.

Duque mantiene un discurso basado en la recuperación económica, hace énfasis en el apoyo a la empresa privada, sin embargo, para la mayoría de los colombianos representa al conservadurismo y un rechazo al proceso de negociación con la antigua guerrilla.

Fue consejero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Washington y uno de sus fuertes es la economía.

Duque tendría posibilidad de hacer maniobras en el Congreso debido a que es segura mayoría de derecha.

Petro, la izquierda

En el otro extremo se encuentra Gustavo Petro, de Colombia Humana, quien fue miembro de la organización guerrillera insurgente de centro izquierda M-19 y se desempeñó como alcalde de Bogotá de 2013 a 2015.

Petro, quien representa a la fuerza de izquierda, es quien la tiene más difícil, no solo por sus ideas antisistema, sino porque los sondeos lo colocan por debajo de su contrincante.

Aunque Petro tiene una gran capacidad de convocatoria en las plazas públicas, para muchos de los votantes representa la idea de que Colombia se convierta en una Venezuela, tal como lo advierte la propaganda en su contra. Que refiere a la idea de seguir el camino "castrochavista" venezolano.

Petro, de 48 años, polariza y tiene un alto nivel de percepción negativa por el sector conservador.

En el Senado destapó el caso nombrado “parapolítica”, que señalaba los vínculos entre los ejércitos paramilitares y varios funcionarios públicos.

A su campaña se han sumado Claudia López, excompañera de fórmula de Sergio Fajardo, quien se quedó en la primera vuelta. También ha logrado el respaldo de asociaciones de víctimas del conflicto armado.

Voto en blanco

Al margen de la tensión electoral se posiciona cada vez más en la idea del voto en blanco en la mente de los votantes, que han decidido no ir por ninguno de los dos.

Los candidatos que se quedaron en el camino Humberto de la Calle y Sergio Fajardo anunciaron su decisión de no acompañar ni a Duque, ni a Petro en la segunda vuelta y votar en blanco.

En tanto, el Consejo Nacional Electoral ha pedido que esta opción sea retirada de la boleta electoral de la segunda vuelta.

Y es que el voto en blanco tiene efectos en una primera vuelta electoral, es decir las elecciones tendrían que repetirse con nuevos candidatos. Sin embargo, en la segunda vuelta esta posibilidad queda invalidada al no estipularse en la Constitución ni en la Corte Constitucional.

La izquierda en Colombia siempre ha terminado estrellada por parte de las fuerzas de derechistas que han dominado y mantenido el poder. Esta vez parece que no será la excepción.

 Tal parece que obstaculizar el avance de la izquierda es una tradición de la política colombiana, lo que se puede ver desde la campaña que usa a su vecino Venezuela y al presidente Maduro para aterrorizar a los votantes.

A esto se suma que la sociedad colombiana mantiene fuertes raíces conservadoras que impiden la apertura de a las ideas liberales y una política de castas en donde las familias del poder han sabido pactar entre ellos para perdurar.

La sombra de la guerrilla

La guerrilla, que comenzó el siglo pasado, aún afecta en la dinámica política de Colombia, sobre todo sobre todo en el caso de Petro.

La seguridad, la violencia y los muertos han sido el discurso político más usado. Por un lado, Duque promete modificar el acuerdo para que los exjefes rebeldes acusados de delitos graves sean sancionados con una pena de prisión y sean inhabilitados para cargos en el congreso.

Hasta ahora, el consenso permite que al ahora partido FARC tenga una mínima representación con diez escaños por dos periodos de cuatro años.

Petro quiere mantener la palabra y profundizar la paz con una serie de reformas en temas de educación, salud y justicia entre otras. La alianza entre las guerrillas y el narcotráfico han sido tema de debate político.

Las elecciones presidenciales son las primeras en donde las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no participen como guerrilla sino como partido político, bajo el nombre de Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.

El Ejército de Liberación Nacional (ELN) es la única guerrilla que actualmente está activa tras el acuerdo de paz alcanzado entre el Gobierno y las FARC en 2016.

Desde 2017, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos ha sostenido diálogos de negociación con el ELN.

Este lunes, el ELN anunció un cese de operaciones militares a fin de facilitar la participación ciudadana en los comicios de segunda vuelta.

JGM

Katia TF

jue., 14 jun. 15:07 (hace 2 días)
para yoSandraArturo
 
 
 
 
 
 

El abogado conservador vs. el heredero de la izquierda perseguida

Cristian Blancas

Tras las polarizadas votaciones en los comicios presidenciales en Colombia el pasado 27 de mayo, Iván Duque y el exguerrillero Gustavo Petro se disputarán la silla presidencial en la segunda vuelta que se llevará a cabo este domingo.

Hasta el momento, parece inminente la derrota de Petro del pódium, pues las últimas encuestas estiman un posible triunfo de Duque con una ventaja sobre su oponente de 13 puntos porcentuales, según muestra la encuesta Guaramuro publicada por el diario El Tiempo

Los sondeos registran que Duque tiene un 52 por ciento en intención de voto, mientras que Petro tiene 36 por ciento.

De ser así, la fuerza de izquierda colombiana quedará truncada una vez más para dar continuidad a una larga tradición que ha impedido que llegue al poder.

Duque, el conservador

Iván Duque, abogado de 42 años, es miembro del partido de derecha Centro Democrático y es el favorito del expresidente Álvaro Uribe.

Este candidato representa a la derecha y ha logrado sumar el apoyo de los obreros de los sectores azucarero y agroindustrial.

Además, también se unió a su campaña David Barguil, senador electo y expresidente del Partido Conservador que apoyaba al candidato Germán Vargas Lleras, quien quedó en la primera vuelta.

De igual manera, los conservadores cedieron su programa de gobierno al considerar que las propuestas de Petro “pueden llevar a la destrucción de Colombia”.

Por su parte, el partido Cambio Radical puso a disposición de Iván Duque su programa de gobierno para que este los integre en su agenda.

Duque mantiene un discurso basado en la recuperación económica, hace énfasis en el apoyo a la empresa privada, sin embargo, para la mayoría de los colombianos representa al conservadurismo y un rechazo al proceso de negociación con la antigua guerrilla.

Fue consejero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Washington y uno de sus fuertes es la economía.

Duque tendría posibilidad de hacer maniobras en el Congreso debido a que es segura mayoría de derecha.

Petro, la izquierda

En el otro extremo se encuentra Gustavo Petro, de Colombia Humana, quien fue miembro de la organización guerrillera insurgente de centro izquierda M-19 y se desempeñó como alcalde de Bogotá de 2013 a 2015.

Petro, quien representa a la fuerza de izquierda, es quien la tiene más difícil, no solo por sus ideas antisistema, sino porque los sondeos lo colocan por debajo de su contrincante.

Aunque Petro tiene una gran capacidad de convocatoria en las plazas públicas, para muchos de los votantes representa la idea de que Colombia se convierta en una Venezuela, tal como lo advierte la propaganda en su contra. Que refiere a la idea de seguir el camino "castrochavista" venezolano.

Petro, de 48 años, polariza y tiene un alto nivel de percepción negativa por el sector conservador.

En el Senado destapó el caso nombrado “parapolítica”, que señalaba los vínculos entre los ejércitos paramilitares y varios funcionarios públicos.

A su campaña se han sumado Claudia López, excompañera de fórmula de Sergio Fajardo, quien se quedó en la primera vuelta. También ha logrado el respaldo de asociaciones de víctimas del conflicto armado.

Voto en blanco

Al margen de la tensión electoral se posiciona cada vez más en la idea del voto en blanco en la mente de los votantes, que han decidido no ir por ninguno de los dos.

Los candidatos que se quedaron en el camino Humberto de la Calle y Sergio Fajardo anunciaron su decisión de no acompañar ni a Duque, ni a Petro en la segunda vuelta y votar en blanco.

En tanto, el Consejo Nacional Electoral ha pedido que esta opción sea retirada de la boleta electoral de la segunda vuelta.

Y es que el voto en blanco tiene efectos en una primera vuelta electoral, es decir las elecciones tendrían que repetirse con nuevos candidatos. Sin embargo, en la segunda vuelta esta posibilidad queda invalidada al no estipularse en la Constitución ni en la Corte Constitucional.

La izquierda en Colombia siempre ha terminado estrellada por parte de las fuerzas de derechistas que han dominado y mantenido el poder. Esta vez parece que no será la excepción.

 Tal parece que obstaculizar el avance de la izquierda es una tradición de la política colombiana, lo que se puede ver desde la campaña que usa a su vecino Venezuela y al presidente Maduro para aterrorizar a los votantes.

A esto se suma que la sociedad colombiana mantiene fuertes raíces conservadoras que impiden la apertura de a las ideas liberales y una política de castas en donde las familias del poder han sabido pactar entre ellos para perdurar.

La sombra de la guerrilla

La guerrilla, que comenzó el siglo pasado, aún afecta en la dinámica política de Colombia, sobre todo sobre todo en el caso de Petro.

La seguridad, la violencia y los muertos han sido el discurso político más usado. Por un lado, Duque promete modificar el acuerdo para que los exjefes rebeldes acusados de delitos graves sean sancionados con una pena de prisión y sean inhabilitados para cargos en el congreso.

Hasta ahora, el consenso permite que al ahora partido FARC tenga una mínima representación con diez escaños por dos periodos de cuatro años.

Petro quiere mantener la palabra y profundizar la paz con una serie de reformas en temas de educación, salud y justicia entre otras. La alianza entre las guerrillas y el narcotráfico han sido tema de debate político.

Las elecciones presidenciales son las primeras en donde las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no participen como guerrilla sino como partido político, bajo el nombre de Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.

El Ejército de Liberación Nacional (ELN) es la única guerrilla que actualmente está activa tras el acuerdo de paz alcanzado entre el Gobierno y las FARC en 2016.

Desde 2017, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos ha sostenido diálogos de negociación con el ELN.

Este lunes, el ELN anunció un cese de operaciones militares a fin de facilitar la participación ciudadana en los comicios de segunda vuelta.

Katia TF

jue., 14 jun. 15:07 (hace 2 días)
para yoSandraArturo
 
 
 
 
 
 

El abogado conservador vs. el heredero de la izquierda perseguida

Cristian Blancas

Tras las polarizadas votaciones en los comicios presidenciales en Colombia el pasado 27 de mayo, Iván Duque y el exguerrillero Gustavo Petro se disputarán la silla presidencial en la segunda vuelta que se llevará a cabo este domingo.

Hasta el momento, parece inminente la derrota de Petro del pódium, pues las últimas encuestas estiman un posible triunfo de Duque con una ventaja sobre su oponente de 13 puntos porcentuales, según muestra la encuesta Guaramuro publicada por el diario El Tiempo

Los sondeos registran que Duque tiene un 52 por ciento en intención de voto, mientras que Petro tiene 36 por ciento.

De ser así, la fuerza de izquierda colombiana quedará truncada una vez más para dar continuidad a una larga tradición que ha impedido que llegue al poder.

Duque, el conservador

Iván Duque, abogado de 42 años, es miembro del partido de derecha Centro Democrático y es el favorito del expresidente Álvaro Uribe.

Este candidato representa a la derecha y ha logrado sumar el apoyo de los obreros de los sectores azucarero y agroindustrial.

Además, también se unió a su campaña David Barguil, senador electo y expresidente del Partido Conservador que apoyaba al candidato Germán Vargas Lleras, quien quedó en la primera vuelta.

De igual manera, los conservadores cedieron su programa de gobierno al considerar que las propuestas de Petro “pueden llevar a la destrucción de Colombia”.

Por su parte, el partido Cambio Radical puso a disposición de Iván Duque su programa de gobierno para que este los integre en su agenda.

Duque mantiene un discurso basado en la recuperación económica, hace énfasis en el apoyo a la empresa privada, sin embargo, para la mayoría de los colombianos representa al conservadurismo y un rechazo al proceso de negociación con la antigua guerrilla.

Fue consejero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Washington y uno de sus fuertes es la economía.

Duque tendría posibilidad de hacer maniobras en el Congreso debido a que es segura mayoría de derecha.

Petro, la izquierda

En el otro extremo se encuentra Gustavo Petro, de Colombia Humana, quien fue miembro de la organización guerrillera insurgente de centro izquierda M-19 y se desempeñó como alcalde de Bogotá de 2013 a 2015.

Petro, quien representa a la fuerza de izquierda, es quien la tiene más difícil, no solo por sus ideas antisistema, sino porque los sondeos lo colocan por debajo de su contrincante.

Aunque Petro tiene una gran capacidad de convocatoria en las plazas públicas, para muchos de los votantes representa la idea de que Colombia se convierta en una Venezuela, tal como lo advierte la propaganda en su contra. Que refiere a la idea de seguir el camino "castrochavista" venezolano.

Petro, de 48 años, polariza y tiene un alto nivel de percepción negativa por el sector conservador.

En el Senado destapó el caso nombrado “parapolítica”, que señalaba los vínculos entre los ejércitos paramilitares y varios funcionarios públicos.

A su campaña se han sumado Claudia López, excompañera de fórmula de Sergio Fajardo, quien se quedó en la primera vuelta. También ha logrado el respaldo de asociaciones de víctimas del conflicto armado.

Voto en blanco

Al margen de la tensión electoral se posiciona cada vez más en la idea del voto en blanco en la mente de los votantes, que han decidido no ir por ninguno de los dos.

Los candidatos que se quedaron en el camino Humberto de la Calle y Sergio Fajardo anunciaron su decisión de no acompañar ni a Duque, ni a Petro en la segunda vuelta y votar en blanco.

En tanto, el Consejo Nacional Electoral ha pedido que esta opción sea retirada de la boleta electoral de la segunda vuelta.

Y es que el voto en blanco tiene efectos en una primera vuelta electoral, es decir las elecciones tendrían que repetirse con nuevos candidatos. Sin embargo, en la segunda vuelta esta posibilidad queda invalidada al no estipularse en la Constitución ni en la Corte Constitucional.

La izquierda en Colombia siempre ha terminado estrellada por parte de las fuerzas de derechistas que han dominado y mantenido el poder. Esta vez parece que no será la excepción.

 Tal parece que obstaculizar el avance de la izquierda es una tradición de la política colombiana, lo que se puede ver desde la campaña que usa a su vecino Venezuela y al presidente Maduro para aterrorizar a los votantes.

A esto se suma que la sociedad colombiana mantiene fuertes raíces conservadoras que impiden la apertura de a las ideas liberales y una política de castas en donde las familias del poder han sabido pactar entre ellos para perdurar.

La sombra de la guerrilla

La guerrilla, que comenzó el siglo pasado, aún afecta en la dinámica política de Colombia, sobre todo sobre todo en el caso de Petro.

La seguridad, la violencia y los muertos han sido el discurso político más usado. Por un lado, Duque promete modificar el acuerdo para que los exjefes rebeldes acusados de delitos graves sean sancionados con una pena de prisión y sean inhabilitados para cargos en el congreso.

Hasta ahora, el consenso permite que al ahora partido FARC tenga una mínima representación con diez escaños por dos periodos de cuatro años.

Petro quiere mantener la palabra y profundizar la paz con una serie de reformas en temas de educación, salud y justicia entre otras. La alianza entre las guerrillas y el narcotráfico han sido tema de debate político.

Las elecciones presidenciales son las primeras en donde las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no participen como guerrilla sino como partido político, bajo el nombre de Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.

El Ejército de Liberación Nacional (ELN) es la única guerrilla que actualmente está activa tras el acuerdo de paz alcanzado entre el Gobierno y las FARC en 2016.

Desde 2017, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos ha sostenido diálogos de negociación con el ELN.

Este lunes, el ELN anunció un cese de operaciones militares a fin de facilitar la participación ciudadana en los comicios de segunda vuelta.

Katia TF

jue., 14 jun. 15:07 (hace 2 días)
para yoSandraArturo
 
 
 
 
 
 

El abogado conservador vs. el heredero de la izquierda perseguida

Cristian Blancas

Tras las polarizadas votaciones en los comicios presidenciales en Colombia el pasado 27 de mayo, Iván Duque y el exguerrillero Gustavo Petro se disputarán la silla presidencial en la segunda vuelta que se llevará a cabo este domingo.

Hasta el momento, parece inminente la derrota de Petro del pódium, pues las últimas encuestas estiman un posible triunfo de Duque con una ventaja sobre su oponente de 13 puntos porcentuales, según muestra la encuesta Guaramuro publicada por el diario El Tiempo

Los sondeos registran que Duque tiene un 52 por ciento en intención de voto, mientras que Petro tiene 36 por ciento.

De ser así, la fuerza de izquierda colombiana quedará truncada una vez más para dar continuidad a una larga tradición que ha impedido que llegue al poder.

Duque, el conservador

Iván Duque, abogado de 42 años, es miembro del partido de derecha Centro Democrático y es el favorito del expresidente Álvaro Uribe.

Este candidato representa a la derecha y ha logrado sumar el apoyo de los obreros de los sectores azucarero y agroindustrial.

Además, también se unió a su campaña David Barguil, senador electo y expresidente del Partido Conservador que apoyaba al candidato Germán Vargas Lleras, quien quedó en la primera vuelta.

De igual manera, los conservadores cedieron su programa de gobierno al considerar que las propuestas de Petro “pueden llevar a la destrucción de Colombia”.

Por su parte, el partido Cambio Radical puso a disposición de Iván Duque su programa de gobierno para que este los integre en su agenda.

Duque mantiene un discurso basado en la recuperación económica, hace énfasis en el apoyo a la empresa privada, sin embargo, para la mayoría de los colombianos representa al conservadurismo y un rechazo al proceso de negociación con la antigua guerrilla.

Fue consejero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Washington y uno de sus fuertes es la economía.

Duque tendría posibilidad de hacer maniobras en el Congreso debido a que es segura mayoría de derecha.

Petro, la izquierda

En el otro extremo se encuentra Gustavo Petro, de Colombia Humana, quien fue miembro de la organización guerrillera insurgente de centro izquierda M-19 y se desempeñó como alcalde de Bogotá de 2013 a 2015.

Petro, quien representa a la fuerza de izquierda, es quien la tiene más difícil, no solo por sus ideas antisistema, sino porque los sondeos lo colocan por debajo de su contrincante.

Aunque Petro tiene una gran capacidad de convocatoria en las plazas públicas, para muchos de los votantes representa la idea de que Colombia se convierta en una Venezuela, tal como lo advierte la propaganda en su contra. Que refiere a la idea de seguir el camino "castrochavista" venezolano.

Petro, de 48 años, polariza y tiene un alto nivel de percepción negativa por el sector conservador.

En el Senado destapó el caso nombrado “parapolítica”, que señalaba los vínculos entre los ejércitos paramilitares y varios funcionarios públicos.

A su campaña se han sumado Claudia López, excompañera de fórmula de Sergio Fajardo, quien se quedó en la primera vuelta. También ha logrado el respaldo de asociaciones de víctimas del conflicto armado.

Voto en blanco

Al margen de la tensión electoral se posiciona cada vez más en la idea del voto en blanco en la mente de los votantes, que han decidido no ir por ninguno de los dos.

Los candidatos que se quedaron en el camino Humberto de la Calle y Sergio Fajardo anunciaron su decisión de no acompañar ni a Duque, ni a Petro en la segunda vuelta y votar en blanco.

En tanto, el Consejo Nacional Electoral ha pedido que esta opción sea retirada de la boleta electoral de la segunda vuelta.

Y es que el voto en blanco tiene efectos en una primera vuelta electoral, es decir las elecciones tendrían que repetirse con nuevos candidatos. Sin embargo, en la segunda vuelta esta posibilidad queda invalidada al no estipularse en la Constitución ni en la Corte Constitucional.

La izquierda en Colombia siempre ha terminado estrellada por parte de las fuerzas de derechistas que han dominado y mantenido el poder. Esta vez parece que no será la excepción.

 Tal parece que obstaculizar el avance de la izquierda es una tradición de la política colombiana, lo que se puede ver desde la campaña que usa a su vecino Venezuela y al presidente Maduro para aterrorizar a los votantes.

A esto se suma que la sociedad colombiana mantiene fuertes raíces conservadoras que impiden la apertura de a las ideas liberales y una política de castas en donde las familias del poder han sabido pactar entre ellos para perdurar.

La sombra de la guerrilla

La guerrilla, que comenzó el siglo pasado, aún afecta en la dinámica política de Colombia, sobre todo sobre todo en el caso de Petro.

La seguridad, la violencia y los muertos han sido el discurso político más usado. Por un lado, Duque promete modificar el acuerdo para que los exjefes rebeldes acusados de delitos graves sean sancionados con una pena de prisión y sean inhabilitados para cargos en el congreso.

Hasta ahora, el consenso permite que al ahora partido FARC tenga una mínima representación con diez escaños por dos periodos de cuatro años.

Petro quiere mantener la palabra y profundizar la paz con una serie de reformas en temas de educación, salud y justicia entre otras. La alianza entre las guerrillas y el narcotráfico han sido tema de debate político.

Las elecciones presidenciales son las primeras en donde las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no participen como guerrilla sino como partido político, bajo el nombre de Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.

El Ejército de Liberación Nacional (ELN) es la única guerrilla que actualmente está activa tras el acuerdo de paz alcanzado entre el Gobierno y las FARC en 2016.

Desde 2017, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos ha sostenido diálogos de negociación con el ELN.

Este lunes, el ELN anunció un cese de operaciones militares a fin de facilitar la participación ciudadana en los comicios de segunda vuelta.