Chilpancingo, Guerrero (La Silla Rota). El atreverse a vender el refresco de la marca Coca-Cola afuera de la bodega que la compañía tenía en Ciudad Altamirano, en la Tierra Caliente de Guerrero, se lo cobraron caro a un comerciante: lo hirieron a balazos unos hombres que cruzaron por el lugar con clara intención de hacerlo.
El comerciante decidió vender el producto, después del cierre de la compañía en la ciudad, ubicada en una de las regiones más peligrosas del estado.
La última operación de la empresa ahí fue el 3 de febrero, cuando elementos de la Gendarmería Nacional resguardaron camiones de la refresquera para llevar el producto hasta Pungarabato, después de varios días de inactividad a causa de que les quemaron un carro compacto.
La empresa refresquera ha tomado decisiones similares en otros municipios de la Tierra Caliente, como Arcelia, donde cerró. En junio 2014 y agosto de 2015, anunció cierres definitivos; en la actualidad sólo existe una bodega de un particular que surte el refresco, informaron habitantes del lugar.
El ataque a la sede de la compañía refresquera en Ciudad Altamirano o al comerciante que desafío su suerte, ocurrió alrededor de las 11 de la mañana de hoy.
En un video difundido en redes sociales por un reportero de la región, se ve que sacaban los refrescos de la sede de la compañía y los vendían afuera. Después, en una segunda transmisión, informó que los atacaron.
La información oficial de los hechos reveló que un hombre de 27 años de edad y de nombre Fernando, vendía por su cuenta el refresco afuera de la sede de la compañía Coca-Cola. Que unas personas los atacaron a balazos y lo hirieron en el tórax. El joven fue trasladado al hospital.
El cierre de la refresquera no significa que sus productos ya no los vendan en Ciudad Altamirano. Todavía es posible encontrarlos, pero más caros, según los habitantes. Una Coca-Cola en su presentación de vidrio, de 500 mililitros, puede costar hasta 20 pesos, casi 200 por ciento más cara, y una de dos litros y medio, hasta 44 pesos, un 100 por ciento más cara.
Este producto, independiente de condiciones nutricionales, es muy consumido en la región de la Tierra Caliente, como en otras partes de Guerrero. En Tierra Caliente, en temporadas de calor, las temperaturas rebasan los 40 grados.
“A la transnacional no le están haciendo ni madres, es a los ciudadanos”, dijo un habitante de Ciudad Altamirano por teléfono, después de comentar que sus paisanos buscan el refresco aún con el precio disparado.
Para él, quien pidió anonimato para esta publicación, además del impacto directo a los empleados sin trabajo por el cierre de la compañía, la afectación tiene que ver con que la gente sigue buscando las bebidas y las paga al precio que decidan en los comercios.
También reflexionó más profundo sobre el cierre de la Coca-Cola en la región, y lo adjudicó a las presiones de grupos criminales que operan en la zona: “tiene que ver con un problema gravísimo que pasa en la Tierra Caliente, no hay negocio, una combi, un volteo, un servicio público del que sea, un establecimiento, que no pague piso”.
Esta fuente, además de ser originario del municipio, sus actividades laborales le permiten tener el pulso de la región, y citó otros ejemplos de cómo los delincuentes se apoderaron de las actividades comerciales: “el material pétreo, ¿en manos de quiénes crees que está?”.