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La irrupción violenta del CJNG en el Valle de México

Así ha incursionado el grupo criminal para apoderarse de cárceles y narcomenudeo

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Aunque autoridades federales y locales no han admitido la operación del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) en el Valle de México, varias investigaciones apuntan a que esta organización pretende apoderarse de las cárceles y el narcomenudeo.

Fuentes de la Procuraduría General de la República (PGR) aceptaron que, desde 2015, detectaron células del CJNG en el sur y oriente del Estado de México, pero que no fue sino hasta diciembre de 2017 que tuvieron indicios de estar en la CDMX.

En el expediente FGAM/GAM-2/UI-1C/D/1954/12-2017, iniciado en la Procuraduría capitalina, consta que un “dealer” apodado “El Márquez” fue secuestrado y asesinado en la Colonia San Felipe de Jesús, delegación Gustavo A. Madero.

Junto al cuerpo fue hallado un mensaje firmado por el CJNG, donde amenazaban que iban a tomar los territorios de bandas delictivas locales.

Ese fue el primer mensaje, integrado a una carpeta de investigación, atribuido a la organización dirigida por Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”.

Lo que alertó a las autoridades fue que este tipo de acciones se replicaron en varias delegaciones y municipios del Valle de México, como una reacción en cadena.

En un principio se pensó que se trataba de imitadores, pero derivado del intercambio de información entre la Fiscalía mexiquense y la Procuraduría de la CDMX se notaron patrones, como el uso de armamento exclusivo del Ejército, y la eliminación paulatina de narcomenudistas que eran considerados fuertes y longevos.


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La Fiscalía del Edomex informó, oficialmente, que en agosto de 2016 la Marina y agentes federales arrestaron a José Catalino Díaz “El Cuatro Mil”, líder regional del CJNG en el municipio de Melchor Ocampo.

Todo tras un enfrentamiento que dejó un muerto y varios lesionados; “El Cuatro Mil” reveló que operaba en 13 municipios mexiquenses, entre ellos Tlalnepantla, Coacalco, Cuautitlán; Nicolás Romero y Atizapán.

Además, señaló en su entrevista con agentes de Investigación, que sus células incursionaron en Ecatepec y Nezahualcóyotl, donde enfrentaban a Josué Ramírez Cabrera “El Tuerto”, cabecilla de “La Familia”.

Con esta información, la PGJCDMX dio seguimiento y ordenó sus pesquisas hacia la posibilidad de que una organización criminal nueva estuviera detrás de los homicidios.

Con base en la indagatoria CI-FAO/AOB-3/UI-3C/D/584/01-2018, en enero de este año, el CJNG continuó su incursión en CDMX y colgó dos narcomantas en Perfiérico Poniente, frente al Hospital Naval Militar, en la Colonia Progreso, Álvaro Obregón.

En las mantas se leían amenazas contra la Policía Federal y elementos de la Fiscalía Antinarcomenudeo, además de anunciar que ya estaban en la capital.

Los asesinatos de “dealers” se extendieron a Coyoacán y Tlalpan, de acuerdo con las averiguaciones de la PGJ, para eliminar a grupos dominantes de esas zonas, como El H y el Hijo de Pancho el Perro “PP”.

Héctor Hugo Peña Alcántara “El H” fue detenido en marzo, al tiempo que “Don Agustín” y su sobrino Pancho,  “El Hijo del Perro, fueron desplazados a la zona alta de Tlalpan, y perdieron fuerza en Ciudad Universitaria, donde operaban a través de “Los Güeros” y protagonizaron una balacera.

Un mes después fue localizada otra manta donde declaraban la guerra a “Los Rodolfos”, en Xochimilco y a la Unión del Betito, en el centro y Tepito.

Las amenazas hicieron énfasis en miembros de la Unión, como Juan Iván Arenas Reyes “El Pulga”, brazo derecho del líder absoluto del grupo criminal, Roberto Mollado Esparza “El Betito”.

En junio pasado cumplieron las advertencias y “El Pulga” fue acribillado afuera de la casa de su mamá, en la delegación Cuauhtémoc.

Esto implica que, de norte a sur, el centro y varios municipios del Edomex, el CJNG se atribuyó secuestros y homicidios.

Recientemente, el cártel jalisciense se adjudicó muertes en Nezahualcóyotl e Iztapalapa, todas por el control del Penal Neza Bordo y Reclusorio Oriente.

También dejó mantas en el Penal de Chiconautla, en Ecatepec.

Pease a todo, fuentes de la PGR y la PGJ local aceptaron que no tienen una cabeza visible de quién represente al CJNG en el Valle de México, pero sí tienen una que presuntamente opera desde el Reclusorio Oriente.

Se trata de José Pineda Arzate “El Avispón”, revelaron las fuentes que pidieron permanecer anónimas, quien era contador del CJNG antes de ser detenido en mayo de 2016 por agentes federales y de acuerdo con lo que informó oficialmente la PGR, este hombre es un personaje cercano a “El Mencho”.


El Avispón (Especial)


Antes había sido parte de Guerreros Unidos y operaba un grupo de sicarios en la zona de Tierra Caliente, hasta que posteriormente se asoció con la organización de Jalisco.

Desde entonces, "El Avispón" está en el Reclusorio Oriente, en espera de ser extraditado a Estados Unidos, donde se le requiere por asociación delictiva, tráfico de drogas y lavado de dinero.

Al parecer, él y Eusebio Duque Reyes “El Duke”, controlador absoluto del Reclusorio Oriente, forjaron alianzas para desde ahí controlar la venta de droga adentro y afuera del penal.

La Silla Rota dio a conocer que “El Duke” fue liberado y desde entonces se disparó la violencia relacionada con venganzas entre dealers. 

Uno de sus antiguos enemigos y con quien estuvo en el Reclusorio Oriente, Jorge Flores Conchas “El Tortas” de igual forma obtuvo su libertad y fundó la organización delincuencial “Fuerza AntiUnión”, bajo supuesto padrinazgo del CJNG.

“Creemos que desde el Reclusorio Oriente, el grupo de Jalisco empezó a posicionarse, a través de este señor, ‘El Avispón’, en alianza con ‘El Duke’, y esto abre la posibilidad de que incluso con quien fuera contrario, ‘El Tortas’, haya ahora un tipo de alianza contra la Unión y otras bandas locales”, detalló un mando del área de Inteligencia de la Procuraduría capitalina.

Según respuestas que la PGR dio a solicitantes vía Transparencia, el CJNG no tenía presencia hasta 2017 ni en la CDMX o el Edomex, pero todos estos hechos han estrechado la colaboración entre las distintas áreas de seguridad pública locales para corroborar o refutar la afirmación de la dependencia federal.

“Hasta hoy sí tenemos indicios de que el grupo de Jalisco está operando más temas que solamente el lavado de dinero, lo que no se ha logrado precisar es si tienen caras visibles, si han logrado someter total o parcialmente a las bandas de narcomenudistas y si existen cuerpos policiacos que los apoyen”, externó el mando de la PGJ consultado.


JGM