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Ciudades fronterizas del norte viven la otra crisis migratoria

Tijuana, Nuevo Laredo, Ciudad Juárez, Monterrey, son algunas de las ciudades fronterizas donde albergan miles de migrantes en espera de una oportunidad de vida

Escrito en ESTADOS el

Chiapas, es el primer estado del territorio mexicano que pisan los migrantes centroamericanos. El cruce de esa frontera sur es el inicio del largo recorrido que tienen que hacer dentro del país hasta llegar al segundo límite: la frontera norte.

Esta segunda frontera también atraviesa una crisis migratoria, según dicen las autoridades locales. Es ahí donde los migrantes deciden quedarse al ser rechazados en su intento por entrar a los Estados Unidos.

Es ahí, donde miles de migrantes se han resguardado esperando el asilo político que prometen los estadounidenses.


Tijuana, Nuevo Laredo, Ciudad Juárez, Monterrey, son sólo algunas de las ciudades fronterizas donde albergan miles de migrantes en espera de una oportunidad de vida.

“Si no hay forma de pasar a Estados Unidos me quedaré aquí” replican cientos de migrantes albergados en estas ciudades.

Nuevo León no será estancia de migrantes

“Me quedaré aquí en Monterrey, siempre es mejor este país que el mío, aquí hay trabajo” dice Brandon Gutiérrez, quien es originario de Honduras y pretende llegar a Estados Unidos para mejorar su calidad de vida.

En aquella ciudad regia, Brando pasa la mayor parte del día pidiendo  ayuda en los cruceros a los automovilistas y por la noche va a dormir y probar alimento a Casa Indi, un lugar que se dedica a prestar ayuda a los infantes.

La presencia de migrantes en esta ciudad ha alertado a los regiomontanos sobre presuntos robos de parte de los centroamericanos, Sin embargo, el hondureño rechaza las acusaciones y, aunque acepta que pudiera darse eso, asegura no son el común denominador, y lamenta que por unos cuantos se les denigre a todos.

Autoridades locales también han rechazado este comportamiento de parte de los migrantes, pues aseguran que son ellos las primeras víctimas del crimen organizado. 

“Hace dos años rescatamos a más de 9 mil personas, en su mayoría centroamericanas, del crimen organizado y actualmente hay 4 mil migrantes en la entidad que han sido rescatados”, dice el secretario de Seguridad Aldo Facsi.

Sin embargo, el gobernador del estado, Jaime Rodríguez “El Bronco” muestra una política migratoria más ruda para los centroamericanos.

Asegura que Nuevo León no será estancia de migrantes por lo que ordenó su detención para posteriormente ser repatriados.

El gobernador ha ordenado revisiones constantes de documentos de migrantes para comprobar su situación legal, de no contar con los documentos en regla serán detenidos y puestos en albergues para luego regresarlos a su lugar de origen.

“Si no hay necesidad de subir arriba (a Estados Unidos) no lo haría, si encuentro oportunidades de trabajo para mí, aquí me quedo. Es mejor estar aquí en México porque es el mismo idioma y no hay tanto peligro", asegura Omar Gutiérrez, quien salió hace 22 días de El Paraíso, Honduras y quien hoy se alberga en Monterrey.

Chihuahua, el último filtro para frenar migrantes

“Tenemos un problema serio en cuanto a los migrantes”, dijo esta mañana el alcalde de Ciudad Juárez, Armando Cabada Avidez, en entrevista con Aristegui Noticias.

Informó que de octubre a la fecha han pasado por Ciudad Juárez entre 25 y 30 mil migrantes y aseguró que actualmente son 7 mil los que hoy se encuentran alojados en esa Ciudad.

Aunque no hay cifras exactas, el alcalde aseguró que es un problema migratorio pues se han regresado 5 mil 300 migrantes como parte del programa de repatriación, y se estima que se devuelvan entre 200 y 300 migrantes diariamente a la Ciudad.

Frente a estos números, autoridades en el estado de la Comisión Estatal de Seguridad, Policía Federal, Gendarmería, Secretaría de la Defensa Nacional y el Instituto Nacional de Migración mantuvieron desde las 8:00 de la mañana del domingo un fuerte operativo de vigilancia, a lo largo y ancho del río Bravo.

Se han instalado retenes policiacos sobre la carretera Panamericana con el fin de funcionar como el último filtro del estado mexicano que detenga el paso migratorio hacia Estados Unidos y repatriar a los centroamericanos a su país.

(Cuartoscuro)

El operativo de revisión se ha reforzado con filtros instalados en Jiménez y Parral, donde se han detenido y deportado cerca de 300 migrantes centroamericanos.

La crisis migratoria en Ciudad Juárez también arrastra los problemas de inseguridad y la presencia del crimen organizado en el estado.

Hace apenas unos días, un grupo de 115 migrantes fueron rescatados tras permanecer secuestrados bajo la amenaza de ser asesinados si no pagaban 30 mil pesos para ser ingresados a los Estados Unidos.

Los migrantes estaban privados de su libertad en un domicilio ubicado en el cruce de las calles Santander y Austria, de la colonia San Antonio, un total de 115 personas entre hombres, mujeres y menores de edad, provenientes de Cuba, Honduras, Guatemala y el Salvador.

Deportaciones en EUA, la crisis de Tamaulipas

El incremento en las deportaciones de trabajadores ilegales de Estados Unidos hacia México agudiza aún más la crisis humanitaria que se vive en las localidades fronterizas, como Tamaulipas, toda vez que no hay capacidad de atención para los migrantes varados en ciudades mexicanas y aquellos ilegales expulsados del vecino país del norte.

El alcalde de Nuevo Laredo, Enrique Rivas Cuellar, indicó que el número de migrantes en aquella ciudad fronteriza alcanza ya los tres mil, pero si se consideran las ciudades de Reynosa y Matamoros el número de migrantes en la frontera de Tamaulipas podría rebasar fácilmente los cinco mil.

En los albergues de estas ciudades, los migrantes comienzan a desesperarse, pues mucho de ellos tiene meses esperando una respuesta para poder cruzar a Estados Unidos. La situación altera el ánimo de los migrantes, por lo que ocasiona riñas entre ellos y ocasionan caos.

Discriminación y odio en Tijuana

“Las personas de Tijuana tienen miedo de lo que pueda pasar con la presencia de tantos migrantes, todo esto ocurrió en la presencia de la caravana más grande que hemos tenido en Tijuana”, dice la activista Graciela Zamudio Campos.

La discriminación y odio hacia los migrantes que permanecen en la frontera de Tijuana ha sido constante desde la primera caravana que llegó a esas tierras en noviembre pasado.

En esa ocasión cientos de tijuanenses salieron a las calles en rechazo a la llegada de cientos de migrantes centroamericanos.

“Fuera hondureño, aquí no te queremos”, decían los ciudadanos quienes protestaban con banderas de México.

Aunque los locales niegan ser “racistas”, o “nacionalistas”, los centroamericanos se han sentido ofendidos y discriminados por las personas.

“Simplemente queremos que nuestro país se respete, que nuestro suelo se respete. Ellos no pueden llegar aquí y exigir cosas que no son”, dicen los locales.

Sin embargo, este rechazo continúa, pues pobladores se sienten amenazados ante las cifras de migrantes que permanecen en la ciudad.

(Cuartoscuro)

Desde enero a la fecha, hay cerca de 4 mil migrantes que esperan su proceso de Asilo Político en Estados Unidos, lo que también ha provocado una saturación de los albergues en la ciudad, que reportan casi el 100 por ciento de sus espacios ocupados.

Con información de corresponsales