La autodefensa feminista es el conjunto de herramientas que pueden ayudarnos a llegar sanas y salvas a nuestro destino de la violencia machista en las calles. Tú, que estás leyendo esto y eres mujer, es muy probable que ya hayas vivido algún episodio de esta violencia al caminar en la calle o en algún espacio público. 

Para quienes no lo han vivido, cuando las mujeres recurren a las herramientas de defensa personal, puede entenderse como una acción exagerada. En realidad, las mujeres vivimos constantemente alerta ante la posibilidad de ser acosadas o agredidas.

Como respuesta a esta falta de seguridad, han circulado en redes sociales recetas para elaborar gas pimienta o consejos para adquirir y utilizar inmovilizadores eléctricos (tasers) para defenderse en caso de enfrentar una agresión. Pese a que no hay leyes en México que avalen su uso, hay quienes deciden portarlos y utilizarlos bajo el argumento de la legítima defensa.

LEE: Recomendaciones para el uso correcto de llavero autodefensa 

Autodefensa feminista 

Conocer estas herramientas de defensa personal nos permite saber que tenemos la fuerza para evitar o responder un ataque, o bien, huir para ponernos a salvo cuando la situación pone en riesgo nuestra vida. 

En la autodefensa feminista se trabajan las emociones, sobre todo el miedo para que no nos bloquee, al contrario, que nos haga accionar y reaccionar. La autoestima es otra parte importante, ya que entre las muchas creencias con las que crecemos las mujeres, aquella de que no tenemos defensa contra un hombre o que no somos lo suficiente fuertes, es la que logra que ni siquiera hagamos el intento de huir ante una violencia. Con una mejor autoestima dejamos de estar en el papel de la víctima y tomamos uno más activo, de defensa y de límites hacia el agresor.

Sin embargo, la legítima defensa se ha posicionado como un tema controversial respecto a su legalidad, ya que portar gas pimienta o posicionar erróneamente el paralizante eléctrico puede considerarse un delito. 

LEE: Aprende a compartir tu viaje en Uber y Didi

Legítima defensa en México 

En México, se define a la legítima defensa como cualquier situación en la que “se repela una agresión real, actual o inminente, y sin derecho, en protección de bienes jurídicos propios o ajenos, siempre que exista necesidad de la defensa y racionalidad de los medios empleados y no medie provocación dolosa suficiente e inmediata por parte del agredido o de la persona a quien se defiende”.

Es decir, poder responder al ataque de un agresor, si esto pone en peligro nuestra vida, seguridad, integridad física o libertad, sin tener que afrontar consecuencias legales por ello.

Además, la legítima defensa se rige bajo el concepto de proporcionalidad, esto se refiere a que la defensa debe ser proporcional al riesgo que se enfrenta. Por ejemplo, ante una amenaza de muerte con un arma de fuego, la víctima puede arrebatar la pistola y matar en defensa, sin recibir castigo.

Pero hay que ser sumamente cuidadosas con este principio, porque la proporcionalidad puede variar caso por caso, y dependerá del juez en turno analizar las circunstancias y determinar si existe o no argumento para validar la legítima defensa. 

LEE: Roxana asesinó en defensa propia a su agresor; quieren devolverla a prisión

¿Es legal el uso de las herramientas de defensa? 

Dadas las circunstancias de la legislación mexicana, según expertas jurídicas mencionan que el uso de estas herramientas para  uso de defensa personal “está prohibido, pero no está prohibido; digamos que existe un vacío legal”.

Está prohibido porque la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) cuenta con un Registro Federal de Armas de Fuego y Control de Explosivos, que tipifican al taser y al spray pimienta como artículos exclusivos para las fuerzas del orden (policías, el ejército o servicios particulares de seguridad privada). 

Sin embargo, tanto el Código Penal Federal, como el de la Ciudad de México, no los prohíben puntualmente, aunque sí mencionan las posibles agravantes para infringir lesiones u homicidios.

Una de estas agravantes es la portación de un arma blanca, un rubro en el que se considera tanto al taser como al spray pimienta, aunque no está especificado como tal en la legislación.

Este vacío legal depende de diversas circunstancias que consideran la manera en la que las personas se defienden y los daños que se ocasionan a los presuntos atacantes.

LEE: Conoce quiénes serán las nuevas conductoras de Aventón feminista

Recomendaciones para la defensa personal 

 Si bien es cierto que no existe un respaldo legal ante el uso de las herramientas para la defensa personal, es fundamental comprender cómo usarlas, en qué momento y de quué manera. Para poder utilizar de manera adecuada estos aditamentos como el taser, el gas pimienta y otras herramientas conocidas como llavero autodefensa, es importante tener seguridad en ti misma y desarrollar habilidades de observación. 

Puede que suene como algo tonto, pero no lo es. Es muy importante confiar en la fuerza y capacidad de tu cuerpo para golpear y correr, en la potencia de tu voz, tu postura y tu mirada, tu actitud en el momento: mostrar fuerza y valentía aunque tiembles de miedo, hace dudar al atacante, que incluso se retraiga.

Si ya estás aprendiendo autodefensa, confía en lo que sabes, si aún no lo haces por falta de tiempo, busca videos en Internet y practica los movimientos en casa, con otras mujeres de la familia, con tus vecinas y amigas. Por otra parte, la observación ayuda para detectar posibles ataques y prepararnos para defendernos.

Contar con herramientas de autodefensa no sólo nos ayudará a ponernos a salvo a nosotras mismas en las calles, sino a otras compañeras y familiares que estén siendo agredidas.